A veces compramos una acción que está recuperándose de una fuerte caída. Si el rebote se frena de golpe, corremos el riesgo de que una ola de vendedores haga caer de nuevo al papel y éste se lleve consigo nuestro capital.
Lo barato sale caro.
¡Cuántas veces decimos esa frase después de que compramos algo que aparentemente estaba a buen precio y luego, se nos rompe o no nos brinda la utilidad que esperábamos!
Me pasó con una máquina para hacer café espresso.
Hace varios años, quería comprarme una pero no estaba dispuesto a pagar el precio de la Nespresso.
En un local de electrodomésticos saqué en 12 cuotas una máquina Oster, que valía poco menos de la mitad que la famosa máquina de las cápsulas.
Recuerdo haber vuelto a mi casa contento con la Oster, pensando que iba a tener café espresso de calidad. Y lo mejor de todo es que la había conseguido a un excelente precio.
La cuestión fue que la máquina nunca anduvo bien. Calentaba el agua demasiado y el café salía siempre quemado. Pedacitos de grano molido no se filtraban y terminaban en mi taza. El café era Intomable.
Después de varios intentos me di por vencido. Volví al local, devolví la máquina y compré la famosa y rendidora máquina de las capsulitas con un pequeño descuento.
En definitiva, perdí tiempo y gasté más dinero del que podría haber gastado si compraba la Nespresso en un primero momento. Lo barato me terminó saliendo caro.
En el trading también suceden situaciones, en las que terminamos arrepintiéndonos de haber comprado una acción a un precio aparentemente bajo.
Puede pasar que caigamos en la tentación de seguir una acción que cayó mucho de precio. Que veamos luego que su cotización se estabiliza y ensaya una recuperación. Que durante el rebote supera las primeras resistencias y se consolida distanciada de los mínimos. Y que, al notar que las siguientes resistencias están alejadas del precio, pensemos: “¡La acción ahora tiene que volar!”
Ahí es cuando compramos el activo y esperamos que el simple paso del tiempo eleve su precio y haga crecer nuestra cuenta.
Esperamos y esperamos, pero no sucede. Pese a tener el terreno aparentemente liberado para la suba, los compradores no aparecen en masa para presionar al alza el precio. Pasan las horas y la acción apenas se mueve. Un poco hacia arriba otro poco hacia abajo, con pocas operaciones.
Si alguna de tus posiciones está pasando por esta situación, déjame decirte que: ¡Es una trampa! ¡Vendelas antes de que sea demasiado tarde!
Si la demanda tarda en aparecer, es probable que los vendedores nuevamente arremetan en el mercado, derrumben el precio de la acción, borren todo lo conquistado en el rebote y la lleven nuevamente hacia nuevos mínimos.
Para que entiendas de lo que te estoy hablando, te voy a contar un ejemplo de un trade que hice por mi cuenta el año pasado. La operación me reportó una pérdida de 6%, que podría haber sido peor si mantenía el papel.
Corrían los últimos días de julio. En mi cuenta tenía unos dólares libres, tras el cierre de una exitosa operación con acciones de Xilinx (XLNX: NYSE) que me había dejado 10% en tres semanas. Quería usar el dinero disponible para un nuevo trade.
Indagando en el “océano” del mercado me topé con la microcap de servicios financieros Green Dot (GDOT: NYSE). Me llamó la atención que la acción había recortado su precio a la mitad.
Desde los máximos de USD 93 bajó hasta los USD 63 y en mayo, se derrumbó hasta los USD 41. Luego, se estabilizó entre los USD 45-50. Fue ahí cuando empecé a seguirla.
El 30 y 31 de julio GDOT presentó un rally esperanzador, a tal punto que la acción volvió a estar por arriba de los USD 50. Y un día después, quebró la última resistencia ubicada en los USD 51,50 antes de tener terreno liberado para retornar a los USD 63.
Ahí dije: ¡Tengo que aprovechar esta gran oportunidad! Y la compré a USD 51,60.
Te muestro el gráfico de la acción:
Fuente: Investing
Con la acción en cartera, me dediqué a esperar. Pasaron los minutos, las horas, pero el precio no repuntó. Los compradores no aparecieron y la acción se fue quedando sin fuerzas. El precio revirtió a la baja y cerró la rueda en USD 49,55.
Al día siguiente, GDOT no repuntó y vendí las acciones a USD 48,50.
En ese momento, reconozco que me dio un amargo disgusto cerrar a pérdida la operación. Pero luego la sensación cambió cuando vi lo que sucedió unos días después.
Tras la presentación de un balance trimestral con proyecciones negativas, GDOT implosionó. El 8 de agosto, el papel se derrumbó 42% (por momentos estuvo -50% durante esa rueda).
Lo podés ver en este gráfico:
Fuente: Investing
Lo peor de todo fue que, en todos estos meses, la acción nunca volvió a superar los USD 48,50. Si bien presentó una formidable recuperación en estos primeros días de 2020, todavía estaría 32% abajo en la posición en caso de que hubiera mantenido las acciones en mi cartera.
Aquí es cuando valoramos las órdenes de stop loss.
Muchas veces, nos vemos tentados a no ejecutarlos para no asumir una pérdida. Mantenemos las acciones con la esperanza de que en algún momento rebotarán y nos permitirán una salida airosa.
Si lo hacemos en este tipo de operaciones, donde tenemos mucho por ganar pero también mucho por perder, corremos el riesgo de que una profunda caída hiera de gravedad nuestro capital.
Por eso, siempre que operemos papeles que se estén recuperando después de un fuerte descenso, tenemos que tener a mano el stop loss y ejecutarlo cuando el plan no resulta como lo pensamos.
Así lo barato no termina resultando caro.
Hasta la semana que viene,
Bruno Perinelli
Para Inversor Global
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.
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Bruno Perinelli es licenciado en Economía (UBA) y tiene un posgrado de especialización en mercado de capitales. Con 12 años de experiencia operando acciones, monedas, commodities, bonos y derivados, es el jefe de Trading de Inversor Global y ha estado a cargo de tres servicios de análisis de trading. Actualmente participa como analista de mercados de Cash Flow Semanal y Súper Acciones Millonarias, y publica regularmente consejos de inversión en Mercado en 5 minutos y El inversor diario.
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