Inversor Diario

La vieja economía está muriendo ¿Qué piensas hacer para proteger tus finanzas?

A partir de la irrupción del coronavirus y de las medidas tomadas por los bancos centrales del mundo para sostener la economía global, debes tomar decisiones para resguardar tu dinero. El oro, la plata y el bitcoin son la respuesta. Te cuento por qué.

 

A lo largo de la historia, el dinero ha sido representado de diferentes maneras: plumas, piedras, animales y cerámica. Una de las formas de dinero más antiguas e importantes fue el ganado.

El ganado fue la base del dinero moderno durante miles de años. El ganado es dinero real, incluso, hoy. De hecho, la palabra ganado significa propiedad de cualquier tipo, incluyendo dinero, tierra e ingresos. En el pasado, cuando una persona que tenía ganado necesitaba pedir prestado dinero, llevaba al prestamista ese ganado como garantía y este le prestaba el dinero que necesitaba.

La figura de la garantía se sigue empleando en la actualidad. Un sinónimo de garantía es activo. La crisis financiera de 2008 fue provocada por un colapso en los compromisos de pago de deuda y los activos respaldados por hipotecas.

Entonces, una garantía actual representa lo mismo que el ganado hace muchos años. Mil años atrás, el ganado era un activo y una garantía real.

La economía mundial casi se viene abajo por completo cuando se comprobó que las garantías, bajo los instrumentos de deuda mencionados antes, eran falsas. ¿Cómo pudo tanta gente con un alto nivel de educación, talento y muy bien pagada creer que las garantías falsas eran reales? Es algo simplemente atemorizante. Lo que es aún más aterrador es que estas mismas personas siguen controlando el sistema financiero.

El problema actual con la economía estadounidense, por ejemplo, es que la Reserva Federal (Fed), está imprimiendo billones de dólares que realmente no valen nada. Imprimir dinero falso es la base del sistema bancario.

El fracaso del dinero
Es importante comprender la diferencia entre el dinero que se suele inyectar al sistema financiero (es decir, el QE, o flexibilización cuantitativa, que es como la Fed llama a la impresión de dinero desmedida que está llevando a cabo) y el fracaso del dinero.

Entonces, ¿está Estados Unidos en una depresión? En mi opinión, sí. Pero en lugar de admitirlo, los expertos aseguran que se trata de la Gran Recesión. Hablo de la economía estadounidense, dada la influencia que tiene su condición sobre el resto de las economías del mundo. Incluso la de tu país.

¿Es importante entender la diferencia entre una Gran Recesión y una Gran Depresión? Entremos en el detalle sobre estas definiciones.

Jim Rickards, quien es autor de libros como Guerra de divisas y La gran caída, además de editor del servicio Inteligencia Estratégica para Inversor Global en alianza con Agora Financial, tiene una posición muy clara sobre la depresión estadounidense: “Esto es una depresión. No se trata de un proceso de recuperación normal. Estamos en una continuación de la depresión mundial que comenzó en 2007”.

Jim utiliza la definición de depresión establecida por John Maynard Keynes para respaldar su afirmación. Según Keynes, una depresión son los “años de crecimiento por debajo de la tendencia”. En otras palabras, puede haber crecimiento, pero muy bajo.

Como señalan Jim Rickards y muchos otros expertos, esta “recuperación económica”, que es la más larga de la historia, no se ha convertido en la mayor depresión vista simplemente porque la Fed, el Tesoro y Wall Street han mantenido la economía a flote mediante la impresión de dinero. La impresión monetaria nunca ha generado una prosperidad sostenible. Lo que sí ha causado es pobreza a quienes trabajan por un salario.

En 1971, tuvo lugar la primera etapa de impresión monetaria a nivel global. Actualmente, todo el sistema bancario internacional funciona a partir de esta herramienta. Es por ese motivo que recomiendo comprar oro, plata y Bitcoin.

Oro
Yo mismo tengo oro y plata en físico. No digo que invierto en estos metales, porque no los compro para obtener una ganancia. Ambos son una especie de cobertura ante la estupidez de las élites financieras.

Así como tengo un seguro para mi auto, en caso de tener un accidente, el oro y la plata cumplen la misma función. Estos metales no implican ningún tipo de riesgo. Su precio subirá o caerá simplemente porque el valor del dinero falso con el que nos manejamos tiende al alza o a la baja.

Cuando una persona invierte, digamos, en acciones o en el mercado inmobiliario, espera un retorno sobre su inversión (ROI, por sus siglas en inglés) porque está asumiendo un riesgo. Cuando una persona guarda dinero en su cuenta bancaria, espera un rendimiento en forma de interés, debido a que mantener tu dinero en el banco es algo excesivamente arriesgado. Sobre todo, cuando las élites financieras están imprimiendo dinero desenfrenadamente.

El oro y la plata son simplemente oro y plata. Se trata de metales que seguirán existiendo por miles de años, incluso cuando tú, las élites y yo dejemos de existir.

Cuando compro estos metales preciosos, se trata de una compra permanente. Nunca pienso en venderlos. Así como Warren Buffett tiene acciones que mantiene indefinidamente, yo hago lo mismo con el oro y con la plata.

En este momento, el oro cotiza cerca de los USD 1.700. Por ahora, y mientras la Fed continúe imprimiendo billones de dólares, estimo que su precio seguirá al alza.

Mi predicción: el oro cotizará en USD 3.000 para 2021.

Plata
Comprar y minar oro y plata es algo muy difícil. Lo sé. Pero adquirir oro y plata en físico es mucho más barato; implica un riesgo casi inexistente y poca educación financiera. Es muy sencillo comprar monedas hechas de estos metales a un distribuidor confiable.

En 1964, comencé a adquirir monedas de plata como de diez, veinticinco y cincuenta centavos de dólar. En 1965, la Casa de la Moneda de Estados Unidos comenzó a degradar las monedas de plata. Degradar significa diluir la concentración de plata en cada moneda, mezclándola con metales básicos, como cobre y estaño.

Los romanos hicieron esto mismo cuando necesitaron más dinero para luchar en las guerras.

En 1965, después de notar el tinte de cobre en las monedas estadounidenses, tomaba mi dinero e iba a un banco a comprar rollos de monedas de diez y cincuenta centavos. Los revisaba con cuidado, inspeccionando cada moneda. Si la moneda no tenía un tinte de cobre, la conservaba.

Todas las monedas con tinte de cobre en el borde (las monedas degradadas) las devolví al banco. Luego compré más rollos de monedas y continué buscando monedas de plata reales. No era ciencia espacial. No necesitaba mucha educación financiera porque no estaba incurriendo en ningún riesgo con lo que hacía.

Por USD 20 puedes comprar una moneda de plata real. En este momento, ese precio representa un descuento del 70% con respecto al máximo histórico del metal.

Mi predicción: la plata cotizará en USD 40 en 2025.

Bitcoin
En 2009, el bitcoin apareció justo cuando el sistema bancario estaba al borde del colapso. Muchos mineros y desarrolladores de criptomonedas están motivados por un deseo intenso, una pasión por derribar el sistema bancario, y es por eso por lo que llamo al bitcoin y otras criptomonedas el dinero de la gente.

Una gran ventaja de las tecnologías asociadas a las criptomonedas y al blockchain es la confianza y la seguridad que ofrecen, fuera del alcance del sistema bancario. A medida que este mercado evoluciona, el poder del sistema bancario pierde más control sobre la libertad financiera del mundo.

Al igual que en el caso del oro y de la plata, bitcoin también cuenta con una oferta limitada. Solo hay 21 millones de unidades de bitcoins disponibles.

A mediados de mayo, el bitcoin fue protagonista de un evento llamado halving, en el que se redujo a la mitad la emisión de nuevas bitcoins. A medida que este proceso se repita con el paso del tiempo (cada cuatro años), el ritmo de crecimiento de la oferta de la criptomoneda continuará desacelerándose hasta que se hayan minado 21 millones de unidades.

“Durante los once años que han transcurrido desde su creación, el bitcoin ha vivido dos halvings —dice Alex Adelman, CEO y cofundador de Lolli, la primera aplicación de rewards de bitcoin—. El primero fue en 2012 y el precio de bitcoin aumentó de USD 12 a más de USD 650. Después del segundo halving, en julio de 2016, el precio también escaló y alcanzó los USD 20.000 a fines de 2017”.

Mi predicción: bitcoin alcanzará un precio de USD 75.000 para 2023.

Saludos,

Robert Kiyosaki

Para Inversor Global

 

 

Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.

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