Mi osada predicción para esta elección

La carrera presidencial en Estados Unidos cada vez toma más relevancia. El día de hoy, tengo una predicción con poderosas implicaciones sobre el futuro de las elecciones.

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Faltan menos de tres meses para las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Muchísimas cosas podrían pasar en ese tiempo. Sin embargo, el día de hoy publicaré oficialmente una predicción que, si tengo razón, podría cambiar por completo el rumbo de la contienda.

Que quede claro: no estoy haciendo esto para llamar la atención o para generar controversia. Lo hago solo porque creo que los hechos hablan por sí solos. Solo hay que escucharlos.

Revelaré mi predicción completa en un momento. Pero antes, es necesario dar un paso atrás y observar de cerca el panorama general.

Desde el vamos, hay que saber que si realmente quieres comprender la elección estadounidense, no debes prestarle atención a los medios de comunicación, las élites ni la “sabiduría convencional”.

La cámara del eco

Puede que las élites tengan planes complejos y ambiciosos, pero lo cierto es que viven en una burbuja conformada solo por más élites. En consecuencia, no tienen suficiente información del mundo real para comprender lo que está pasando. Llegan a conclusiones en una cámara de eco y solo las repiten, siempre se equivocándose.

Los pocos que en efecto controlan los eventos globales mantienen discreción y no discuten sus planes públicamente.

Mientras tanto, los medios o son cómplices de estos planes o no son más que un megáfono que amplifica el eco.

Ya no queda pensamiento independiente ni investigación real (con unas pocas excepciones). La sabiduría convencional es solo eso: segura, aceptada, acordada. Nadie puede salir de esta caja.

Los “expertos” en la TV prefieren equivocarse todos juntos a arriesgarse a tener razón uno por uno. En conclusión, no puedes esperar cobertura electoral confiable y verídica de los medios de ningún país.

Los noticieros no entienden la elección

En el mundo real, los votantes son más pragmáticos de lo que muchos creen. Los políticos y directores de campaña pueden utilizar el análisis digital, espacios publicitarios costosos, encuestas y marketing para moldear la opinión pública. Pero, aun así, los votantes permanecen equilibrados y centrados en lo importante. Y esto aplica a Estados Unidos también.

A los ciudadanos no les importan las encuestas y las discusiones inacabables sobre quién está a la cabeza. Lo cierto es que, como un todo, las personas se centran en el carácter del candidato, el desempeño y las promesas de campaña para los próximos años.

Estos factores clave no siempre encajan en un molde de “amor vs. odio” por los candidatos. Muchos detestan la conducta personal de Donald Trump, pero aprueban sus políticas de impuestos más bajos y menos regulación. A fin de cuentas, es a partir de este factor que toman decisiones electorales.

Un rasgo que los votantes norteamericanos buscan en un candidato, y que además pueden detectar con facilidad, es el miedo. Si detectan miedo en un político, sabrán que se acercan problemas y posiblemente votarán por su oponente.

Lo que me lleva a una de las figuras principales de esta elección que se aproxima…

Joe Biden: confinado al hogar

Pareciera que Joe Biden, vicepresidente en el Gobierno de Obama y principal candidato demócrata, tiene terror de salir de su casa. Tiene miedo de hacer conferencias de prensa reales, sin preguntas fáciles y sin respuestas preparadas de antemano. (E incluso cuando las respuestas están ensayadas, Biden tiene dificultades para responder.)

Tiene miedo de asistir a la convención demócrata en persona, donde tendría que enfrentarse a otros funcionarios y los medios de comunicación.

Cuando la gente huele el miedo, pregunta: ¿por qué?

¿Por qué tendría miedo Biden de salir de su casa y enfrentarse a la cruda política estadounidense, incluidos reporteros, debates, votantes y candidatos opositores?

Por ahora la respuesta es clara.

La triste realidad es que la capacidad cognitiva de Biden ha disminuido radicalmente. El declive ha ido tan lejos y ha sido tan rápido, que ya no puede lidiar con los desafíos que representa una candidatura.

Una “función escalonada”

Para los observadores atentos, es evidente que la capacidad cognitiva de Biden se ha desplomado en los últimos meses (sin mencionar otros daños previos). El candidato demócrata no está sufriendo de una caída en picada en su capacidad intelectual. En cambio, está ocurriendo lo que se llama una “función escalonada”.

En pocas palabras, funciona así: la capacidad mental cae repentinamente, luego se estabiliza por un tiempo y luego vuelve a decaer. Nunca mejora, pero puede parecer estable por un tiempo hasta que se viene abajo nuevamente.

Cualquier esfuerzo por salir en público dejaría claras sus deficiencias para todos. Sus cuidadores y los medios realmente no pueden ocultarlo más.

Biden puede grabar videos desde casa (con la ayuda de teleprompters, mucho ensayo y probablemente medicación), pero eso está muy lejos de la interacción cara a cara, de responder preguntas improvisadas y lidiar con lo inesperado.

Los cuidadores de Biden están al mando

La campaña de Biden depende de sustitutos a la hora de realizar eventos en persona. Cada campaña usa acompañantes, pero siempre están junto al candidato principal, no tomando su lugar. En este caso, los sustitutos incluso van a las entrevistas por Biden. No puede hacerlo solo.

Mientras tanto, hace poco anunció que no irá a Milwaukee para la convención demócrata. Ya estaba planificado hacerla vía internet, pero se esperaba que asistieran algunos nombres importantes para los discursos de apertura y aceptación. Ni siquiera habrá eso.

Aún así, Biden no podrá esconderse hasta el día de las elecciones. Lo que me lleva a mi predicción…

Mi pronóstico oficial

Estimo que Biden pronto será reemplazado como el candidato demócrata. De hecho, es probable que las figuras más poderosas del partido azul lo obliguen a retirarse de la campaña la próxima semana.

Es simple: no quieren arriesgarse a exponerlo antes de las elecciones. Para los demócratas, hay demasiado en juego.

No hace falta más que algún incidente público o un accidente en vivo con Biden para que los demócratas pierdan cualquier posibilidad de destronar a Trump. El pueblo estadounidense no va a elegir a alguien que considere inapropiado para el cargo.

A muchos votantes no les gusta Trump. Pero nadie podría argumentar seriamente que sufre de deterioro cognitivo.

Así que, ¿ahora qué?

Los demócratas más poderosos elegirán un candidato

Las figuras más poderosas de la oposición estadounidense se reunirán y elegirán un nuevo candidato. Luego, Biden “publicará” su listado de delegados y, finalmente, el liderazgo del partido controlará a las figuras selectas. Esto dará inicio a una estampida política con los antiguos delegados de Biden. El nuevo nominado elegirá un vicepresidente y la “convención” arreglará cualquier detalle que falte. La contienda continuará a partir de ahí.

Otra alternativa es que los dirigentes del partido permitan que Biden obtenga la nominación, para luego destituirlo antes de los debates. Eso es aún más fácil, porque no hay delegados involucrados. Es una decisión del comité ejecutivo que el candidato no puede rechazar.

Aun así, el proceso será un auténtico shock para millones de estadounidenses que esperaban una candidatura del expresidente de Obama.

Atención: vienen días difíciles

Quiero aclarar que mi análisis no tiene nada que ver con la política partidista. No iba a votar por Biden, pero no disfruto en lo más mínimo verlo en una situación tan terrible.

Se le debería permitir retirarse de la carrera con dignidad y enfrentar sus problemas de salud en privado. No será un camino fácil, pero es necesario.

Si todo esto te suena descabellado, te equivocas. Cualquiera podría haber previsto esto hace meses -las señales siempre estuvieron ahí.

Los inversores deben adelantarse a la crisis política que se avecina. Eso significa implica más distribución hacia el efectivo y algunos activos de cobertura, como el oro.

Prepárate para un recorrido accidentado a medida que se acerca el día de la elección.

Saludos,

Jim Rickards

Para Inversor Global

Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.

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