Charles Dow estudió los precios y tendencias de los activos. Y concluyó que ellos se mueven según seis principios que nos indican los momentos oportunos para comprarlos o venderlos.
Recuerda que ahora puedes escuchar esta columna en Spotify en Inversor Global Podcast.
Una de las claves de toda estrategia de trading rentable es su oportunismo. Esa habilidad para detectar el momento o la fase del ciclo de mercado en que estamos parados que nos indica qué tenemos que hacer con nuestras acciones. ¿Compramos o vendemos?
Para eso, primero tenemos que preguntarnos: esta acción, ¿está al inicio, al medio o al final de un tramo alcista? Si viene cayendo desde hace un tiempo, ¿conviene comprarla ahora? ¿O es preferible esperar un tiempo porque puede estirar la caída?
Charles Henry Dow (1851–1902) fue un periodista y economista estadounidense considerado uno de los pioneros en el análisis técnico de los mercados financieros. En la segunda mitad del siglo XIX dedicó su carrera al estudio de los movimientos de precio y sus tendencias y volcó sus conocimientos en 255 editoriales publicadas en el Wall Street Journal, que luego fueron recopiladas para darle forma a lo que se conoce como La Teoría de Dow.
Siguiendo los precios de cierre de cada jornada, la Teoría de Dow se sustenta en seis puntos principales que fijan las bases de lo que hoy conocemos como análisis técnico. Pasemos a verlos:
1) Los precios nos reflejan toda la información disponible. Es decir, los inversores procesan toda la información que tienen sobre los activos, y en base a ella, compran o venden e inciden sobre sus cotizaciones.
2) Los precios se mueven dentro de tres tendencias:a) la primaria, que dura más de un año y es la principal dirección del mercado
b) la secundaria. De duración más corta (semanas o meses).
c) la menor. Se mueve dentro de la secundaria en sentido contrario a esta última. Dura menos de 3 semanas.En este punto, lo importante es distinguir que los tres tipos de tendencia coincidan y sean favorables con nuestro plan de trading al momento de iniciar una operación. Si queremos ganar con la suba de una acción, lo más aconsejable es comprarla cuando tanto la tendencia primaria como la secundaria son ascendentes y la menor está a punto de revertir al alza.
Ahora volvamos a la teoría de Dow para ver el tercer punto.
3) Las tendencias se desarrollan en tres fases bien diferenciadas: la de acumulación, la de participación y la de distribución.La fase de acumulación comienza con la compra de los inversores con mayor información, cuando deducen que el mercado asimiló e incorporó todos los eventos negativos posibles. Generalmente se trata de grandes bancos, fondos de inversión y demás inversores institucionales (los llamados “peces gordos”).
La fase de participación se inicia una vez que se confirma que la tendencia pasa de ser bajista a alcista. Ahí es cuando los inversores minoristas (como tú y yo), que seguimos la tendencia, nos incorporamos al mercado. Los precios aumentan rápidamente al mismo tiempo que ocurren eventos positivos que le dan sustentos a la suba.
Por último, la fase de distribución ocurre en medio de la masificación de los eventos positivos sobre la economía. En los diarios lees sobre los récords históricos de la bolsa; te subes a un taxi y el conductor te habla de la acción que está de moda; escuchas en la fila del supermercado que es el momento de invertir en Bolsa. En esos momentos, el aumento de precios puede manifestarse de dos formas.
Puede que suba pero más lentamente, sin tanta fuerza como antes. O puede acelerar su ritmo hacia un movimiento alcista final, cuando el mercado se encuentra eufórico con los acontecimientos. Es en esta fase cuando los peces gordos que compraron en la fase de acumulación empiezan a vender para tomar ganancias.
4) La confirmación de la tendencia entre varios índices
Dow afirma que cuando el índice Industrial y el de Ferrocarriles se mueven en el mismo sentido, el mercado sigue en esa tendencia. Concretamente, si el Dow Jones Industrial y el Dow Jones Transportes registran mínimos y máximos crecientes en simultáneo, el mercado se encuentra en una tendencia alcista. Mientras que, si los índices marcan mínimos y máximos decrecientes, la tendencia del mercado es a la baja.
Pero si ambos índices se mueven en sentido opuesto, el mercado duda y entra en un estado turbulento de no confirmación, dejando de existir una clara tendencia.
5) El volumen aumenta en la dirección de la tendencia
La cantidad de papeles operados debe aumentar cuando el precio se mueve en el sentido de la tendencia y disminuir cuando el precio corrige. Es decir, en una tendencia alcista, cuando los precios suben el volumen aumenta, y baja cuando los precios disminuyen. Mientras que, en una tendencia bajista, la cantidad de activos tranzados aumenta con la caída de los precios y desciende con la suba correctiva.
Detrás de este principio está la noción de “pelea” constante en el mercado entre las fuerzas compradoras y vendedoras.
Por ejemplo, si una acción en particular es muy demandada y poco ofrecida, el precio tiende a subir. Aquellos que quieren comprar empujan el precio hacia arriba para conseguir todas las acciones que desean porque entienden que el precio puede seguir subiendo. Mientras que, algunos de los que quieren vender las acciones aceptan hacerlo a precios mayores ya que entienden que la acción no va a seguir subiendo. Y otros que, en principio pensaban en venderla, retiran las acciones de la oferta a la espera de que los precios aumenten para concretar la venta.
Esta información es transmitida a todo el mercado. A medida que ocurre la suba, más operadores se convencen de que la acción va a seguir en alza. Los que estaban esperando precios más bajos para comprar aceptan pagar valores más altos por miedo a perderse el rally.
La tendencia alcista gana velocidad a medida que el mercado registra esos cambios de parecer entre los inversores que pasan de una posición “vendida”, es decir, de pensar que el precio va a bajar, a una “comprada”, que espera una mejora del precio.
6) La tendencia está vigente hasta que se rompe
Una tendencia alcista pasa a ser bajista, cuando el precio quiebra el canal alcista por el que transitaba y deja de alcanzar máximos y mínimos crecientes o cada vez más altos, para marcar mínimos y máximos decrecientes o cada vez más bajos.
En el gráfico de abajo podemos ver los movimientos del último año del índice S&P 500 en modo continuo.
Fuente: Investing
En enero-febrero de 2020, antes de que explotara la pandemia, el S&P 500 se encontraba en un momento de euforia bursátil. El índice no paraba de romper récords, al mismo tiempo que la economía de los Estados Unidos crecía a un ritmo estable, con el desempleo por el piso y controlada inflación, y luego de que Estados Unidos y China habían firmado una tregua a la Guerra Comercial.
Ese momento de euforia bursátil es típico de los tramos finales de los ciclos alcistas. Tanto las tendencias primaria y secundaria, como la menor, estaban en fases de distribución que anteceden a una fuerte corrección.
Con la Coronacrisis de marzo se masificaron los cierres de empresas para contener los contagios. Esto llevó a una ola bancarrotas y despidos que causó que el PIB estadounidense cayera 9% en el segundo trimestre y el S&P 500 se desplomara 35% desde los máximos. El índice recortó 1.200 puntos de los 2.732 que había subido desde 2009, casi la mitad del ciclo alcista más largo de la historia.
Sin las cuarentenas y gracias a las medidas de estímulo fiscal y monetario de la Fed y el Gobierno Federal, la economía de los Estados Unidos repuntó 7,4% en el tercer trimestre. Y el índice S&P 500 se recuperó en abril-septiembre, retomando el ciclo alcista de la tendencia primaria en fase de participación, y la tendencia secundaria arrancó la fase de acumulación. Después de la corrección de septiembre-noviembre y con la economía estadounidense en recuperación, la tendencia secundaria del S&P 500 confirmó su sendero ascendente y pasó a fase de participación.
Sin embargo, la tendencia menor indica señales de debilidad. Parece estar en la fase de distribución, previo a una corrección al rally generado por la eficacia de las vacunas.
Por eso, si estás pensando en comprar por estos días, recomendaría esperar o hacerlo con especial cautela. Es probable que en unas jornadas encuentres mejores precios de compra.
Nos vemos la próxima.
Bruno Perinelli
Para El Inversor Diario
Bruno Perinelli es licenciado en Economía (UBA) y tiene un posgrado de especialización en mercado de capitales. Con 12 años de experiencia operando acciones, monedas, commodities, bonos y derivados, es el jefe de Trading de Inversor Global y ha estado a cargo de tres servicios de análisis de trading. Actualmente participa como analista de mercados de Cash Flow Semanal y Súper Acciones Millonarias, y publica regularmente consejos de inversión en Mercado en 5 minutos y El inversor diario.
La gran oportunidad de bitcoin pasó hace años. Los inversores que sumaron la gran cripto…
Ethereum es la segunda cripto del mercado. Sin ella, el universo tecnológico de las criptomonedas…
Desde hace algunos meses venimos contándote que las elecciones de Estados Unidos serían el momento…
Las elecciones de Estados Unidos han sido, históricamente, el último catalizador antes de que las…
Todos los indicadores del mercado apuntan a que noviembre puede ser el mes en que…
Bitcoin comenzó su despegue alcista y las noticias desde los mercados tradicionales son poco alentadoras.…