Ante la desconfianza que generan los bancos centrales y los estados corruptos, la blockchain ofrece una solución: las gobernanzas descentralizadas. Hoy, Iñaki Apezteguia te contará cómo funciona esta modalidad de democracia política y económica que podría revolucionar el mundo.
A lo largo de la historia de la humanidad y su organización política, hemos visto cómo las formas de gobierno han cambiado sustancialmente desde la época del despotismo con zares, faraones, emperadores y reyes.
Partimos de gobiernos extremadamente centralizados hasta lograr la forma de democracia representativa que tenemos actualmente.
Si bien se dio una descentralización del poder en ese proceso, lejos está de ser una plataforma donde los representantes rindan cuentas al pueblo que los elige.
Por el contrario, se convirtió en una pantalla para mostrarse humildes en las palabras, pero avaros en el uso del poder.
Las nuevas tecnologías que componen la 4° Revolución Tecnológica, como blockchain, big data, robótica, inteligencia artificial pueden aportar mucho en este sentido, brindando la infraestructura para devolver el poder al ciudadano.
Inclusive esto se puede trasladar a la concentración que ejercen grandes corporaciones como Google, Facebook, Twitter, entre otras, y que se constituyen como estados virtuales del siglo 21.
Una “cadena de bloques” es esencialmente un registro, un libro mayor de acontecimientos digitales que está distribuido o es compartido entre muchas partes diferentes. Solo puede ser actualizado a partir del consenso de la mayoría de los participantes del sistema y, una vez introducida, la información nunca puede ser borrada.
Por su naturaleza, blockchain permite una serie de operaciones combinadas que por primera vez se pueden utilizar de forma conjunta en el mundo digital:
Autoría: poder garantizar en cada transacción la identidad de las partes involucradas, ya que todas las transacciones son firmadas criptográficamente.
Fecha cierta: certificación de la fecha y hora de la transacción.
Inalterabilidad: no es posible modificar la información grabada ni borrarla sin que los miembros de la red lo perciban.
Bitcoin, en esencia, es un sistema descentralizado de pagos, que en la práctica se utiliza como dinero digital. Un dinero digital que permite realizar pagos de forma segura, barata, rápida y libre, alrededor de todo el planeta.
Es la primera red de pagos P2P (entre pares), descentralizada y distribuida e impulsada por sus usuarios sin una autoridad central o intermediarios.
Las unidades y transferencias de bitcoin se asientan en una Base de Datos única y pública llamada blockchain, o cadena de bloques, que se escribe según un consenso descentralizado y cuyos registros una vez asentados son inmutables.
Ahora bien, la propuesta de un Gobierno Abierto en el mundo político no la inventó el ecosistema cripto. De hecho, existe desde al menos 1970 y es una doctrina que consiste en dar acceso y control a los ciudadanos, y no solo a los políticos electos.
Pero esta propuesta junto a la tecnología blockchain da lugar a un nuevo proyecto, el de las gobernanzas descentralizadas.
Una idea que parte con la misma idea de la participación ciudadana, pero que provee los medios para efectivamente involucrar a todos.
Esta transición a la descentralización gubernamental traería beneficios en muchos ámbitos que son administrados por organizaciones centralizadas con frecuentes fallos en el sistema, que derivan en muchos inconvenientes para el ciudadano.
Esquema ejemplo de Gobierno Abierto: Fuente: Cepal.
La blockchain podría ayudar a dar el salto de la obsolescencia a la eficiencia en cuanto a registro y expedientes, así como a despejar dudas sobre el fraude en las elecciones, por ejemplo.
Además, con las grandes crisis de confianza sobre el Estado (el principal proveedor de identidad para los ciudadanos), ha surgido un movimiento que busca devolver el control de la identidad a los usuarios.
Este movimiento apoya la implementación de sistemas de identidad descentralizados o también denominados autosoberanos (self-sovereign) y, asimismo, hacen un uso extensivo de novedosas tecnologías blockchain.
Se han visto iniciativas de avanzar en esta línea de un gobierno abierto que implemente tecnologías como blockchain. Algunas continúan creciendo, otras han caído en desuso.
Las gobernanzas descentralizadas son la representación del Gobierno Abierto con ayuda de la blockchain. El avance definitivo está en las gobernanzas descentralizadas con una modalidad de voto y democracia que puede ser un buen ejemplo a seguir.
En el artículo “La Revolución del Blockchain y el Gobierno de las Organizaciones Descentralizadas” de Federico Ast, se menciona la alternativa de la democracia líquida.
Esta consiste en darle al ciudadano el poder de delegar votos a representantes en temas específicos. Cómo delegar las decisiones sobre actualizaciones de software a un usuario y las decisiones de distribución de ingresos a otro.
Fuente. Democracy Earth
Ast menciona también a Democracy Earth, un proyecto blockchain que trabaja en crear sistemas de votación para organizaciones descentralizadas.
Ese voto puede estar representado por un activo cripto o token. Un token es un pedazo de código de programación, en formato de contrato inteligente, que corre sobre una blockchain. El código de programación describe cómo se comportará dicho token, y su base de datos simplemente mantiene un registro de cuántos tokens tiene cada persona.
La gobernanza descentralizada, una faceta de las organizaciones autónomas descentralizadas (DAO, por sus siglas en inglés), es quizá la aplicación más valiosa que los contratos inteligentes popularizados por Ethereum podrían aportar a la humanidad.
Las DAO y las gobernanzas descentralizadas van de la mano y pueden considerarse organismos vivos en Internet, entidades que funcionarían de forma autónoma según reglas preestablecidas.
Gestionadas por una comunidad a través de las votaciones con tokens mencionadas, las gobernanzas descentralizadas son sistemas de autogestión con una tesorería incorporada. Aunque siguen dependiendo de los miembros de la comunidad para determinadas tareas. A cambio, ofrecen un incentivo económico procedente del fondo de liquidez.
Hay varios ejemplos de gobernanzas descentralizadas funcionales, uno de ellos es Ethic Hub. Esta plataforma de crowdlending descentralizada conecta a agricultores desbancarizados con inversores en cualquier lugar del mundo.
La plataforma propuso el token GNZ que otorga derecho de gobernanza y que es generado en función de los tokens de reputación de los prestatarios y nodos locales (captadores de proyectos), en función de contribuciones (equipo y colaboradores) y en función de los tokens prestados (inversores).
Fuente: EthicHub
Los titulares del token tienen derecho de voto sobre las revisiones propuestas de los contratos inteligentes en los protocolos emisores, lo que les permite hacer oír su voz cuando se trata de realizar cambios en el funcionamiento de ese protocolo.
No obstante, el caso que marcó un antes y un después fue el de MakerDAO, también conocido como sistema Dai de Colateral Múltiple (MCD). Este les permite a los usuarios generar ganancias en la cripto DAI, al aprovechar activos colaterales aprobados por la Gobernanza de Maker.
Esta es una de las gobernanzas más exitosas debido a que DAI es una criptomoneda imparcial, descentralizada y anclada en el valor del dólar estadounidense, lo que la convierte en una de las criptomonedas menos volátiles del mercado.
Te invito a ver este gráfico en donde podrás observar como, desde el 2020, su cotización se ha mantenido cercana a USD 1:
Fuente: CoinDesk
Por su resistencia ante la hiperinflación como consecuencia de su baja volatilidad, DAI ofrece libertad económica y oportunidades a todas las personas y en todas partes.
Cabe destacar que, si bien la existencia de estos proyectos aún no pone en jaque al sistema centralizado tradicional, representa un posible futuro más libre y cercano a una democracia real con un ciudadano más involucrado en las decisiones.
Mientras se da el cambio todos podemos incursionar en estos proyectos propuestos a través de la blockchain con las gobernanzas descentralizadas. O al menos informarnos al respecto, preparándonos para el futuro.
De esta manera, podemos participar en espacios donde podamos custodiar y capitalizar nuestra información, hacer transacciones libremente en forma segura y tener injerencia en las decisiones sobre la gobernanza de los futuros estados virtuales.
Hablamos pronto,
Buenas inversiones,
Iñaki es un inversor y educador argentino con una especialización en tecnologías emergentes de la Universidad de Oxford. Pasó más de una década asesorando empresas en cuanto a la innovación de sus productos. Y desde hace cuatro años, Iñaki se ha dedicado de lleno al mundo de la tecnología blockchain, la misma que respalda a la mayoría de las criptomonedas del mercado.
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