Las Organizaciones autónomas descentralizadas (DAO) representan la evolución de la empresa tradicional. Hoy te contaré las diferencias entre una y otra y por qué 2022 podría ser el año de las DAO.
Querido lector,
Si 2021 fue el año de los máximos históricos de bitcoin y de los NFTs, puede que 2022 sea el de las DAOs.
DAO son siglas de “Organizaciones Autónomas Descentralizadas”. Se trata de organizaciones en la que la interacción entre las partes está medida no por personas, sino por un algoritmo preprogramado.
Esto, a su vez, es posibles gracias a los contratos inteligentes y la tecnología blockchain. No son una novedad, como tampoco lo eran los tokens no fungibles en 2021, pero es muy probable que empiecen a pisar con aún más fuerza dentro y fuera del ecosistema cripto en 2022.
Pero no me adelanto.
Para explicar qué son las DAO, usemos un ejemplo conocido: podemos decir que se asemejan a una empresa pero, a diferencia de aquellas, realizan todas sus operaciones de logística sobre la blockchain. Es decir, de manera descentralizada.
Todo esto implica grandes diferencias en realidad, pero sirve para dejar claro desde el principio que, al menos de momento, las DAO solo existen en espacios digitales.
Como están ligadas a la blockchain, todos sus movimientos son transparentes y quedan registrados. Además, los smart contracts que las hacen posibles son una herramienta introducida por Ethereum en 2015, con la Blockchain 2.0, por lo que las DAO son una realidad relativamente nueva en el ecosistema cripto.
Una nueva forma de emprender
¿Qué diferencias hay entre una DAO y una empresa, qué las hace tan relevantes?
Para empezar, en las DAO no existe la jerarquía que suelen tener las empresas para clasificar a sus empleados.
De hecho, las DAO no tienen trabajadores a sueldo, sino miembros con capital descentralizado invertido en tokens propios de la organización.
Cada DAO tiene su propio token de gobernanza, y el poder de decisión y protagonismo que tiene cada integrante dependerá de la cantidad de estos tokens que posea y con los que quiera votar.
Por ejemplo, en muchas ocasiones, habrá qué decidir qué hacer para que la DAO siga creciendo o cambie de rumbo. Un miembro de esta DAO podrá votar con el 25% de su capacidad de voto si, presumiblemente, quiere dar su opinión pero sin involucrarse del todo.
Aunque también podría hacerlo con toda su capacidad de sufragio si le interesara influir más en el resultado final.
Podemos usar un ejemplo con una empresa conocida y que forma parte del sistema financiero tradicional como Coca-Cola.
Si la multinacional de bebidas fuera una DAO, tendríamos poder de decisión en el futuro de la empresa. Podríamos votar por cuáles recursos podrían usarse para la producción de las bebidas o en cuáles países habría que distribuir la mercancía, por ejemplo.
De esta manera, las DAO ofrecen una suerte de democracia que podría emplearse en otros ámbitos distintos a los financieros. El político, por ejemplo.
Además, gracias a la descentralización, las DAO no responden a ningún ente externo como un banco central o un gobierno. Las decisiones se toman internamente y no hay regulaciones que las obliguen a incorporarse al sistema financiero tradicional.
Por ello, las DAO son una de las mejores representaciones de DeFi (finanzas descentralizadas) que existen en el ecosistema actual.
Por su propia naturaleza, la gran mayoría ofrece un gran servicio a la comunidad, empezando por exchanges, por la creación de stablecoins y activos refugio, o incluso ofreciendo servicios de préstamos y staking.
Y todo esto nos lleva a otra diferencia: su estatus legal.
Libertad, participación y riesgo
Las empresas forman parte de un registro fiscal que depende del país donde estén asentadas, por lo que sus dueños deben pagar impuestos y someterse a la legislación y pedidos de los gobiernos de cada uno.
Por su parte, las DAO no están tipificadas legalmente y, según las regulaciones actuales, no representan una personalidad jurídica como tal.
Esto puede generar desconfianza en algunas personas, sobre todo porque todavía hay mucho debate de lo que significa que se generen procesos de la economía real en un entorno descentralizado.
Sin embargo, existen proyectos muy interesantes para utilizar y participar. Como siempre en cripto, lo mejor siempre es realizar tu propia investigación sobre los que te llaman la atención.
Para ello es importante que corrobores algunos puntos clave:
Investigar sobre esto es clave antes de involucrarnos, ya que nos permitirá conocer los riesgos y la calidad de cada propuesta.
Participar en una DAO podría darte el poder de influir en decisiones, como el porcentaje de interés que garantiza el smart contract (si es una DAO de préstamos, por ejemplo) o en las decisiones que podrían provocar una bifurcación del propio proyecto, como ya ha sucedido en proyectos como el de Ethereum y Ethereum Classic .
Las DAO ya representan un cambio radical en la forma de concebir los proyectos financieros, pero podrán serlo también en otros aspectos sociales en un futuro cercano.
Dar poder de decisión a cada persona involucrada en un proyecto es una propuesta muy atractiva que fomenta la participación, la inversión y la mejora.
Pero además, el sistema de votación puede asegurar la transparencia y justicia de los procesos gracias a la tecnología blockchain. Creo que puedes ver el potencial del que estamos hablando en término de organizaciones y emprendimientos.
Mientras más avanza el uso del entorno cripto en el mundo, más se asientan las bases de estos nuevos sistemas y la propuesta que ha traído la descentralización, mucho más amplia que la posibilidad de utilizar “otras monedas”.
El concepto de libertad y “sistema de pares” que propone cripto, donde ninguna entidad central puede cambiar unilateralmente las reglas del juego, abre un nuevo abanico de opciones para todas las personas.
Vimos crecer al entorno cripto con fuerza durante 2020 y 2021 gracias al aumento de la digitalización en la vida cotidiana, el avance de proyectos de calidad y la predisposición de las personas para buscar oportunidades lejanas al poder de restricción y veto de gobiernos, Bancos Centrales y demás jugadores de peso en la organización global.
Muchos creemos que 2022 puede ser el año definitivo para el impulso de adopción de las DAO, un importante punto de inflexión que ampliaría las posibilidades de la blockchain y la percepción de las personas que, todavía hoy, continúan negando el potencial de este entorno.
Este impulso de la adopción puede hacer que las cosas comiencen a moverse verdaderamente rápido y a pagar retornos extraordinarios a aquellos visionarios que arriesguen, en estos momentos tempranos, una pequeña porción de capital en proyectos de calidad.
Creo que es una opción que deberías considerar para este 2022.
Hablamos pronto.
Iñaki Apezteguia
ParaEl Inversor Diario
Iñaki es un inversor y educador argentino con una especialización en tecnologías emergentes de la Universidad de Oxford. Pasó más de una década asesorando empresas en cuanto a la innovación de sus productos. Y desde hace cuatro años, Iñaki se ha dedicado de lleno al mundo de la tecnología blockchain, la misma que respalda a la mayoría de las criptomonedas del mercado.
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