Durante estos últimos dos años, los juegos criptográficos se promocionaron fuertemente como una manera de obtener ingresos. Fueron los fundadores del concepto de “play-to-earn” (jugar para ganar, por sus siglas en inglés). Con el contexto crítico actual, parecen navegar sobre una espuma que se desvanece rápidamente.
Cuando el dinero es barato, la economía funciona y los mercados están alcistas, los inversores pueden darse gustos: tomar riesgo, apostar a industrias emergentes o a ideas descabelladas.
No importa: mañana habrá más dinero.
Sin embargo, cuando llegan las correcciones y los mercados bajistas, las amenazas de recesiones y el dinero deja de abundar, los cinturones se ajustan y todo lo que flotaba sobre la espuma del riesgo comienza a perder nivel rápidamente.
Warren Buffett lo describió magistralmente cuando dijo “ Es cuando la marea baja cuando se puede ver quién nadaba desnudo”.
Y cuidado, no es que estén mal las inversiones de alto riesgo y las aventuras que decidas tomar como inversor. Pero sí, siempre, sea en la abundancia o en la escasez, debes evaluar el riesgo que estás tomando y administrar tu cartera con inteligencia.
Como dicen todos los criptoinversores profesionales, que han vivido las euforias y los colapsos propios de los ciclos de este mercado: no inviertas en cripto lo que no puedas darte el lujo de perder .
Hoy, con el mercado a la baja, los inversores novatos se mantienen fuera del mercado, los inteligentes acumulan criptos de valor a precio de descuento y los profesionales aprovechan la definición de la tendencia para continuar generando ganancias gracias al trading, por ejemplo.
Pero las apuestas de riesgo en industrias nuevas y cíclicas (es decir, prescindibles y tan afectadas por los ciclos del mercado) es alto.
Para mucha gente dentro de la comunidad cripto, este fue el caso de la gran mayoría de los videojuegos que vivieron el furor GameFi y play-to-earn, donde los tokens generados dentro de la economía de los juegos eran comprados y vendidos en el mercado cripto.
Por un lado, hay quienes afirman fuertemente que los proyectos GameFi han sido una de las muchas modas que van y vienen dentro del ecosistema cripto. Por el otro lado, hay quienes han comprometido millones en el desarrollo de juegos cripto, apostando por un futuro en el que estos sean adoptados masivamente.
Pero, en el actual contexto de crisis de crédito en cripto y posibles caídas coordinadas, hay algunos factores que ponen en jaque a todo el mundo GameFi.
La economía y los tokenomics de los videojuegos (es decir, las lógicas económicas de emisión y conservación de valor de los tokens de cada proyecto cripto) es crítica en el mejor de los casos y depredadora en el peor.
En los videojuegos se crean tokens (es decir, son “emitidos”) sin control alguno de sus usuarios, y generan modelos altamente inflacionarios.
Debemos comprender que, si existe la emisión de un valor monetario, entonces también debe existir un análogo a política monetaria que asegure el mantenimiento de ese valor en el tiempo (su cantidad, su circulación y su mercado de oferta y demanda).
Los verdaderos “gamers” no apoyan las criptomonedas. Muchas comunidades “gamers” ven las criptomonedas en juegos como un uso de hiper monetización.
Y es que, por el momento, el GameFi nunca ha tenido un producto capaz de establecerse en el mercado y competir contra grandes videojuegos. Si bien se ha hecho popular por el hecho de que los rendimientos generados atraían usuarios que los aprovechaban como una fuente de ingresos alternativa.
Fuente: Opciones Digitales
Veamos el ejemplo del que lideró el boom de play-to-earn.
Durante 2021, Axie Infinity llegó a los medios de comunicación mainstream como “la última locura cripto”:
El Confidencial, 12 de febrero de 2021
Los ingresos de Axie experimentaron un crecimiento de 4.000% en menos de dos meses, llegando a tener USD 17 millones de ingresos diarios.
Pasado un año desde ese pico en ingresos diarios, hoy, un año después, Axie Infinity se encuentra un 99% por debajo de ese número.
Un cambio drástico de este estilo es muy malo para la viabilidad de cualquier proyecto y no es una buena señal de algo que puede subsistir a largo plazo. Sino más bien, es una señal de una burbuja especulativa.
Fuente: Messari
Los “play-to-earn” son muy difíciles de administrar ya que utilizan tokens secundarios altamente inflacionarios, siguiendo una política de emisión con lógicas del juego, pero no de un sistema monetario de sostenimiento de valor en el mercado.
El riesgo de fuga de capital en una economía es muy alto cuando los usuarios pueden intercambiar instantáneamente su moneda obtenida dentro del juego por cualquier otro token en un exchange.
A este tipo de tokens se les suele llamar “dump-tokens”, es decir tokens descartables, que se cambian recién emitidos por otros activos con más valor.
Y si los tokens no son conservados ni siquiera por los usuarios que los generan… ¿Cuál es su valor?
Por ejemplo, en las últimas semanas estamos viendo cómo los pooles de minería de bitcoin han tenido que salir a vender reservas para poder sostenerse durante este mercado bajista, en el que las ganancias ya no cubren los costos de producción.
Pero como puedes ver en el siguiente tuit de Glassnode (una compañía de análisis de datos blockchain), su acumulación es consistente. El gráfico muestra la transferencia desde direcciones de mineros hacia exchange (es decir, hacia los mercados donde pueden venderlos). Los mínimos de esta cifra marcan la acumulación:
Fuente: twitter
Existen economías de gaming que funcionan, donde los tokens son emitidos con un sentido de escasez y practicidad para generar valor dentro de sus propios sistemas.
Por ejemplo, en algunos videojuegos se pueden usar dólares para comprar monedas en el mismo juego. Sin embargo, en estos juegos tradicionales, los usuarios normalmente no pueden convertir la moneda del juego a dólares nuevamente (algo así como las fichas de los viejos arcades: no podías ir nuevamente a la casilla con las fichas del juego para pedir un reintegro).
Otro punto importante a tener en cuenta: los negocios de videojuegos son muy parecidos a lo que sucede con los negocios habituales.
Es decir: conocer a los líderes del mercado y crear empresas que se desarrollen en su entorno, no significa que se pueda copiar ni competir con su negocio.
Cualquier persona puede crear un sitio de compra y venta de artículos online, por ejemplo. Solo debes generar un sitio web, ofrecer mercadería y establecer un sistema de pago.
Pero difícilmente seas capaz de convertirte (o ni siquiera considerarte competidor) de Amazon. Con suerte, habilidad, inversión y desarrollo estratégico, tendrás chances de sobrevivir en los primeros años.
Grandes creadores dentro de la industria de videojuegos o cripto se han inspirado y motivado después de escuchar las inmensas ganancias obtenidas por empresas como Fortnite o Binance.
Pero la gran mayoría de startups en esta industria fracasará.
Por otro lado, el costo del fracaso para los videojuegos es muy alto. Hacer un juego promedio tiene un costo de entre USD 60 y USD 80 millones de dólares.
En el caso de juegos como Axie Infinity, tuvieron muchísimo éxito en lo que representa “play-to-earn”. Sin embargo, muy poca de esta adopción fue realmente impulsada por el juego en sí, lo que la vuelve una burbuja en lugar de un proyecto sustentable.
De todos modos, no te equivoques: el uso de blockchain para los juegos y los metaversos es inminente.
Aunque la mayoría de los desarrollos web de los primeros años de internet no lograron sobrevivir hasta hoy, el ciberespacio fue un negocio asegurado. Las apps han tomado mucho lugar de lo que fueron los sitios web, pero es imposible pensar en el desarrollo de unas sin el camino (y el éxito) trazado por las anteriores.
Lo que sí debes tener en cuenta es que ningún proyecto tiene el éxito asegurado.
Los juegos van a utilizar blockchain y NFTs por la cantidad de problemas que esto resuelve.
Sin embargo, en vista de la experiencia, los videojuegos tendrán que rearmar sus economías y los usos de tokens propios. Tendrán que buscarle una utilidad dentro de la economía del juego que fomente la escasez, la conservación y la demanda.
Recuerda, el fundamento de cripto es tecnología y la tecnología solo mejora.
Todavía es temprano, asegura tu futuro.
Santiago Coates
Para Cripto en tu Idioma
Santiago Coates es licenciado en Administración de Empresas (Universidad de San Andrés). Estudia y analiza el mundo de las criptomonedas y las finanzas descentralizadas desde 2018. Actualmente es analista de inversiones cripto en el equipo de Inversor Global y publica habitualmente en Mercado en 5 minutos y Membresía Cripto.
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