Comienza a ser un emprendedor exitoso hoy mismo

Cuando de emprender se trata, es importante que escuches consejos, recopiles opiniones, agradezcas a las personas por sus palabras y luego hagas lo que quieras hacer. Hoy te contaré cómo debes actuar para convertirte en un emprendedor exitoso que puede generar dinero y manejar sus tiempos.

Estimado lector:

Uno de los conceptos que considero más importantes es el del cuadrante del flujo del dinero.

Se ve así:

Cada letra corresponde a cómo cada persona maneja su tiempo, su dinero y sus habilidades.

Repasemos brevemente qué significa para entender mejor el tema de hoy.

La letra E corresponde a los empleados. Este lugar del cuadrante les pertenece a las personas que diariamente cambian su tiempo por un sueldo y están atados a una empresa que les da ciertas seguridades, pero que no garantiza una plena libertad financiera.

La letra A hace referencia a los autoempleados, las personas que manejan su tiempo y eligen con quiénes trabajar. Y si bien tienen un poco más de libertad para manejar su tiempo, siguen dependiendo de los clientes que puedan generar y retener.

Ahora pasemos al lado derecho del cuadrante.

Aquí tenemos dos tipos de personas muy particulares: los dueños de negocios (D) y los inversores (I).

El lado derecho del cuadrante es el lugar donde tu tiempo y tu dinero dependerán exclusivamente de ti. Lo que te quiero transmitir con esto es que todos deben aspirar al lado derecho del cuadrante del flujo del dinero.

En última instancia, el escenario ideal es que puedas ser un inversor de tiempo completo, pero para lograrlo es importante que entiendas la mejor manera de emprender.

Cuando emprendes eres dueño de tu propio negocio y cuando digo negocio no me refiero a un lugar físico donde la gente puede comprar cosas. Me refiero a un sistema para poder generar ingresos pasivos sin la necesidad de estar físicamente en algún lugar.

Puedes emprender y tener tu propia marca de ropa, una vez que empiece a funcionar como debe, entonces solo deberás estar presente para algunas decisiones importantes y, si todo va bien, puedes disfrutar de los beneficios de un emprendimiento lucrativo mientras paseas por la ciudad del mundo que más te guste.

El mismo ejemplo aplica si tienes una heladería, una agencia de marketing, un emprendimiento de impresión 3D o un servicio de consultoría online.

Cuando eres dueño de tu propio negocio dependes de ti mismo, de tus ideas y tus ganas. Es el mejor camino para convertirse, eventualmente, en un inversor experimentado.

Por eso, hoy quiero que veamos algunos aspectos de ese cuadrante del flujo del dinero, el de la letra D.

Es momento de emprender

Cuando decides iniciar un nuevo negocio, todos, desde tu pareja, tu madre, tus amigos, incluso tu cartero, tendrán una opinión.

Si mencionas tus nuevas actividades empresariales durante la cena, recibirás una avalancha de consejos sobre lo que debes o no debes hacer… y ni me hagas hablar de lo que sucede cuando recurres a Google en busca de ayuda.

Algunos de estos consejos serán útiles y otros no. Pero, pase lo que pase, te garantizo que quedarás abrumado por la cantidad de opiniones que recibas.

Es tu trabajo distinguir los buenos consejos de los malos, y para eso, necesitarás una educación financiera sólida que te permita saber qué sirve a tus objetivos y qué no.

Los buenos consejos pueden provenir de lugares sorprendentes. Lo mismo ocurre con los malos consejos. Un experto en bienes raíces con experiencia podría darte un mal consejo, mientras que tu entrenador de gimnasio, que tiene un historial de compra y venta de casas, podría darte una perla de sabiduría que cambie tu perspectiva.

Además, los consejos que son malos para ti pueden ser de gran ayuda para otra persona. Entonces, a medida que comienzas tu nuevo camino como emprendedor, la primera lección es aprender a decidir qué consejos escucharás.

4 consejos comunes de malos negocios

Ahora, exploremos algunos de los malos consejos más comunes que reciben los empresarios cuando recién comienzan. Ten mucho cuidado con cualquiera que te ofrezca las siguientes “perlas de sabiduría”.

“No lo hagas”.

La forma más común de consejo es simplemente no hacerlo. Todos tendrán este consejo al principio, especialmente si es tu primer negocio o si estás dejando tu trabajo de “sueldo fijo” para seguirlo. Este consejo viene en todas las formas: te contarán historias de terror de personas que intentaron y fracasaron en iniciar negocios, te recordarán las muchas razones por las que debes permanecer en tu trabajo “seguro” y no arriesgar tu dinero y tu tiempo.

Los trabajos brindan una falsa sensación de seguridad. Si eres un empleado, entonces no controlas ningún aspecto de tu empleo, lo que significa que tu sueldo podría desaparecer mañana si te despiden o si, por ejemplo, la empresa quiebra de la noche a la mañana.

Incluso los empresarios experimentados siguen recibiendo este consejo. Mi esposa Kim y yo a menudo escuchamos a la gente decirnos que no asumamos riesgos, que no nos expandamos a nuevas inversiones o que hagamos crecer ciertas partes de nuestra empresa. Pero hemos aprendido, con el tiempo, a ignorarlos y hacer lo que creemos que es correcto. A menos que tu negocio implique saltar de un avión sin paracaídas, no escuches este consejo.

No dejes que las inseguridades y dudas de otras personas te impidan cambiar tu vida para mejor.

“Sé como este negocio/persona”.

Todo el mundo va a querer comparar a tu negocio con otro. Incluso podrías caer en esa trampa al describir tu nueva empresa. Las comparaciones pueden ser útiles, siempre que no te impidan construir un negocio que funcione para ti. Tu negocio debe ser exclusivo de tus valores, objetivos y prioridades.

Existen algunos modelos de negocios geniales que pueden ser puntos de partida cuando estás delineando tu estructura. Pero hay una delgada línea entre no perder el tiempo reinventando la rueda y copiar exactamente el plan de negocios de otra empresa.

Usa tu creatividad y crea un negocio que sea tuyo y de nadie más. Y cuando la gente intente decirte que hagas las cosas como otra persona, recuérdales que eres tu propia persona.

“Primero, vuelve a estudiar”. 

Este era el consejo favorito de mi padre pobre. Él era educador y creía que debería volver a la universidad, obtener una maestría en administración de empresas y tal vez incluso un doctorado. Mucha gente te dirá que debes obtener un MBA antes de iniciar un negocio.

Mira, no hay nada de malo en volver a la universidad. Mucha gente encuentra valor en obtener otro título.

Pero seamos claros: no necesitas un MBA o un título universitario para iniciar un negocio. Algunos de los empresarios más exitosos de nuestro tiempo abandonaron la universidad, incluso la escuela secundaria. Siéntete libre de mencionar los nombres de estas 50 personas extremadamente exitosas que nunca terminaron la escuela para demostrar tu punto a quien sea que te esté dando este consejo.

Ahora, no estoy abogando por que sigas su ejemplo (nuevamente, eres tu propia persona). Pero no escuches el consejo de que tienes que volver a la escuela u obtener este o aquel título antes de poder iniciar un negocio exitoso. Simplemente no es cierto.

“Un negocio real necesita ______”.

La gente te dirá todas las cosas que “necesitas” para iniciar un negocio. Pero para la mayoría de los empresarios, todo lo que realmente necesitan es una idea y una computadora.

Recuerda, vivimos en una era de información, donde los recursos y el talento están disponibles con solo tocar un botón. No es necesario contratar a un equipo completo de personas para administrar un negocio real. Algunas de las empresas emergentes más exitosas de la actualidad comenzaron subcontratando gran parte de su trabajo a trabajadores independientes, contratistas y asistentes virtuales.

Puedes obtener la ayuda que necesitas por una fracción del precio. Sin mencionar la tecnología disponible que puede automatizar muchas de tus tareas. Ya ni siquiera necesitas espacio de oficina. Puedes trabajar desde tu cocina, desde Starbucks o incluso desde la biblioteca pública. En cualquier lugar que tengas una conexión a Internet.

Las personas a menudo se sienten abrumadas cuando inician un negocio, pensando que necesitan todas las cosas que normalmente asociamos con las empresas: grandes escritorios, una tarjeta de presentación elegante, un sitio web llamativo. Tal vez quieras esas cosas o tal vez no, pero el punto es que las empresas son más versátiles y flexibles que nunca. Puedes construir un negocio de la manera que quieras.

El mejor consejo para un emprendedor 

Cuando te enfrentes a decisiones importantes, no dejes que una reacción emocional tome la decisión por ti. Porque cuando la emoción sube, la inteligencia baja. Los momentos de estrés emocional no son buenos para tomar decisiones. No tienes que ignorar tus emociones por completo, solo asegúrate de haber considerado primero todos los ángulos y las consecuencias. Mira los hechos y sé honesto contigo mismo sobre lo que realmente quieres y lo que estás dispuesto a hacer para conseguirlo.

Hay muchos consejos dando vueltas por ahí cuando estás comenzando tu negocio. Esto puede ser reconfortante y brindarte excelentes ideas y orientación. También puede ser abrumador porque muchas veces los consejos que recibes se contradicen. Y cuando proviene de una fuente influyente e incluso bien intencionada, como tu pareja, padres o jefe, puede ser muy difícil de ignorar.

Por eso, al final del día, la única persona a la que realmente necesitas escuchar es a ti mismo. Escucha consejos, recopila opiniones, agradece a las personas por sus palabras y luego haz lo que quieras hacer. Así es como se generan los empresarios exitosos.

Si te sientes inspirado, da el salto. Si fallas, vuelve a intentarlo. Nada es tan importante como lograr tu propia libertad y felicidad.

Recuerda: abre tu mente, aprende y actúa con inteligencia para lograr todos tus objetivos.

Robert Kiyosaki

Para El Inversor Diario