El valor intrínseco de nuestros datos, ahora mismo, está en manos de terceros. Algunos proyectos derivados de la blockchain nos permiten retomar el poder sobre nuestros propios datos y administrar una identidad digital de la que solo tú eres dueño. Esta es la clave de la Web 3.0 y hoy te contaré por qué deberías ser un usuario temprano.
Blockchain y las criptomonedas son principalmente conocidas por las personas por el valor económico que han aportado a sus carteras de inversión.
De hecho, la llegada de los criptoactivos abrió el debate sobre la descentralización y los sistemas financieros que dominan las sociedades humanas desde hace siglos.
Sin embargo, su utilidad no se limitado a la creación de DeFi (Finanzas Descentralizadas). No solo nuestro dinero puede pasar a la blockchain y adquirir otras características, también otros de nuestros activos de valor pueden descentralizarse.
En este caso nos referimos a nuestros propios datos e identidad, algunos de los activos menos valorados en la actualidad. Suena extraño, pero es cierto, las grandes corporaciones sí han tenido la capacidad y la visión de sacarle provecho a esos datos que regalamos tan fácilmente.
Google, Meta (Facebook), Microsoft o Apple son solo algunas de estas corporaciones.
Y ni siquiera estamos contando con los gobiernos, los principales entes centralizadores del sistema, que emiten los documentos oficiales que “validan” nuestra identidad.
Es decir, los que deciden si “existimos” o no.
No hace falta darle muchas vueltas a esta idea para empezar a toparnos con posibles problemas. El solo hecho de tener que delegar nuestra identidad a un ente o corporación ya es bastante.
Siempre te sugiero cuidar tus criptoactivos en wallets y no dejarlos todos en exchanges centralizados. Como dice la frase, tus claves, tus criptos.
Si el acceso a tu dinero está mediado por alguien más, entonces realmente no es tuyo ni tienes la libertad de usarlo como quieras.
Y esto es incluso más importante cuando hablamos de nuestra identidad, de nuestra historia, del recorrido de vida, actividades, cultura y posibilidades de elección que definen quiénes somos.
Es por eso que, así como la blockchain ofrece soluciones centralizadas con DeFi, también las ofrece con otros proyectos que han ido tomando fuerza en el último año.
Blockchain y cripto son mucho más que dinero y finanzas. Significan soberanía y libertad.
Identidad soberanaLa idea detrás de esta tecnología es que nos volvamos dueños de nuestros propios datos, nuestra información y, en definitiva, verdaderamente ser dueños de nuestra identidad.
Podemos empezar con uno que se empezó a gestar en Argentina: DIDI.
Este proyecto propone un carácter profundamente humanitario, ya que su objetivo es: “mejorar el acceso a bienes y servicios de calidad de poblaciones de barrios vulnerables”. La idea es que las personas se registren en el sistema a través de AIDI, una aplicación por ahora disponible solo en celulares Android. Allí quedarán guardados todos los datos que componen nuestra identidad, como nombre, nacionalidad, edad, género, etc.
La diferencia con otros sistemas es que solo nosotros podemos decidir con quién compartimos estos datos, porque se almacenan en la blockchain y no en los servidores de ninguna empresa privada. Además, accederemos a una serie de beneficios como pueden ser préstamos, agilización en procesos de certificación o prioridad en programas de asistencia social. Pero este es un proyecto de Argentina, mientras que el movimiento por la recuperación de la soberanía de identidad y la administración de su propiedad como propiedad de cada persona es el punto central de la llamada web 3.0 y el paso siguiente de la descentralización a nivel global. Los proyectos de esta índole más conocidos son los de Kleros y Democracy Earth, que crearon un nuevo consenso, Proof of Humanity (PoH, o Prueba de Humanidad) y una DAO llamada UBI, con su propio token homónimo. UBI (Universal Basic Income, o Renta básica universal) es la cripto que los desarrolladores de este proyecto reparten a todo aquel que pruebe su identidad como humano usando el consenso PoH.
Desde finales del 2021, la DAO ha repartido 720 tokens UBI mensualmente a los humanos en la blockchain de Ethereum. El token ha perdido valor con el tiempo y no tiene mecanismos deflacionarios, pero la idea es la misma: premiar a las personas por grabar sus datos sobre una red descentralizada. Todavía es posible registrarse en este proyecto. Ni siquiera es necesario facilitar nuestro nombre real, sólo debemos probar que existimos. Y es que la idea central de Proof of Humanity es que otra persona valide que existes, por lo que formar parte del registro requiere de la intervención humana de un tercero. El proyecto alienta a validar a otros usuarios que hayamos conocido en persona, por lo que la meta es que la comunidad vaya creciendo de a poco. Uno de los casos más famosos es el de Emanuel Ginobili, el ex basquetbolista argentino que se registró mediante Proof of Humanity y recibió la verificación de varios usuarios en pocas horas, por supuesto. “Manu” ha tenido una extensa carrera en la NBA, una de las ligas que mejor paga a sus deportistas, y creo que queda claro que no hace esto por dinero. La descentralización propuesta por la blockchain (de la que las criptomonedas forman una parte fundamental como incentivo y economía), es una propuesta de libertad y autonomía en un mundo altamente centralizado. Incluso más allá de la comprensión de las personas, que utilizamos las aplicaciones sin ser del todo conscientes (o incluso interesados) en la información personal, privada e incluso íntima que estamos entregando. Sin importar el desempeño actual o futuro de estos proyectos, lo que se pone en tela de juicio es la libertad de las personas, su derecho a la privacidad y su garantía. Así como internet no propuso una manera más rápida y económica de hacer lo que ya se hacía, sino un cambio total en el paradigma de las comunicaciones, el comercio e incluso los vínculos, la imagen pública y prácticamente todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, la tecnología cripto propone un cambio de paradigma en la idea de libertad, privacidad y soberanía. Blockchain nos da la posibilidad de retomar el control definitivo sobre nuestros activos de valor, tanto los tradicionalmente financieros como los que se relacionan con nuestra identidad y los que nos hacen humanos. De esto también estamos participando cuando invertimos en cripto. Iñaki ApezteguiaPara Cripto en tu Idioma |
Iñaki es un inversor y educador argentino con una especialización en tecnologías emergentes de la Universidad de Oxford. Pasó más de una década asesorando empresas en cuanto a la innovación de sus productos. Y desde hace cuatro años, Iñaki se ha dedicado de lleno al mundo de la tecnología blockchain, la misma que respalda a la mayoría de las criptomonedas del mercado.
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