El padre pobre de Robert Kiyosaki decía que no podía invertir porque no tenía dinero. En cambio, su padre rico decía: “cuando no tengas dinero, invierte tu tiempo”.
El tiempo es un factor muy importante cuando hablamos de libertad financiera. En la mayoría de las circunstancias, las personas no tienen tiempo para invertir. ¿Por qué? Porque piensan que trabajar más duro y por más tiempo los hará más ricos.
Esto no podría estar más lejos de la verdad.
La historia de un hombre rico contra un hombre pobre
Cuando era niño, Robert Kiyosaki conoció a un hombre rico y a un hombre pobre. Uno era el padre de su mejor amigo, su padre rico. El otro era su propio padre, su padre pobre.
Robert observó cómo su padre pobre trabajaba casi sin descanso. Sin embargo, nunca salió adelante. Llegaba a casa del trabajo agotado y tenía poco tiempo para invertir en las cosas que amaba. Parecía que no importaba lo duro que trabajara, seguía siendo un hombre pobre.
Su padre rico, por otro lado, trabajaba duro, pero también tenía mucho tiempo libre para dedicarse a las cosas que amaba. Parecía que cuanto menos trabajaba, más crecía su riqueza. Su vida laboral no se parecía en nada a la del padre pobre.
Los ricos no trabajan por dinero
Hoy en día, las personas trabajan duro para construir una carrera, ascender en la escala corporativa o construir una práctica basada en su reputación. Estas personas generalmente provienen de los cuadrantes E (empleados) y A (autónomos) del Cuadrante del Flujo del Dinero.
Cuadrante del flujo del dinero de Robert Kiyosaki
Robert se dio cuenta que, para hacerse rico, necesitaba aprender a construir y armar sistemas que pudieran funcionar sin él.
La principal diferencia entre los que están en los cuadrantes E y A y los que están en los cuadrantes D (dueño de negocio) e I (inversor) es que las personas E y A suelen ser demasiado cerrados.
Caen en el clásico error de que es más importante trabajar en un negocio ajeno que en su propio negocio. Al atascarse en los detalles del día a día, nunca trabajan en el propio negocio para llevarlo al siguiente nivel. No confían en que pueden generar algo mejor a lo que ya tienen. Son la barrera de su propio éxito.
Si eres una persona adicta al trabajo duro, o lo que el padre rico de Robert llamaba, “mantenerse ocupado en tus ocupaciones y no construir nada”, entonces es hora de aprender más sobre cómo administrar tu tiempo de una mejor manera.
Vemos primero lo que no debes hacer.
Cómo invierten su tiempo los pobres
Hoy, lamentablemente (pero también afortunadamente) muchas personas disponen de más tiempo del que jamás imaginaron. Alrededor del 35% de los estadounidenses encuestados por el Pew Research Center admiten que socializar ha perdido prioridad para ellos como resultado del COVID-19. Con los compromisos sociales muy bajos, las tardes y los fines de semana son bastante libres.
Pero el estrés, por supuesto, es muy alto… especialmente para aquellos padres que ahora no tienen vida social y también están tratando de cuidar a sus hijos. La economía parece impredecible y la pandemia mostró cuán inconstante puede ser el empleo.
Curiosamente, muchos empleados altamente capacitados pasan sus días en videoconferencias, lo que los cansa aún más que en el trabajo normal. Incluso han acuñado un término llamado “fatiga de Zoom”.
Aquellos que están desempleados pasan tiempo tratando de encontrar trabajo o esperando viendo Netflix y jugando videojuegos. Muy pocos están usando el tiempo para crecer. Y esa es la razón por la que muchas personas saldrán de esta crisis pobres… o más pobres de lo que eran antes.
Los pobres invierten mal su tiempo
Si le preguntas a la mayoría de las personas por qué trabajan tanto, o por qué buscan trabajo si es que son uno de los millones de desempleados, te dirán que es por dinero.
Con esto, se refieren a un cheque de pago constante que brinda “seguridad”. El dinero es una de las principales razones por las que las personas toman miles de dólares en préstamos universitarios, para obtener un título que les dé acceso a un trabajo bien remunerado, que no les gusta, pero en el que pasan la mayor parte de sus horas. Todo esto mientras las cosas que realmente aman en la vida quedan al margen, esperando que terminen de trabajar.
El problema con este enfoque es que solo ganas dinero mientras trabajas. Lo único de valor que tienes para vender es tu tiempo. Entonces, para ganar más dinero, tienes que trabajar más horas, lo cual es físicamente agotador.
Debido a que solo tienes una cantidad finita de tiempo y energía, como empleado, tu potencial de ingresos es finito.
Por cualquier medida, esta es una mala inversión. Es una mala mentalidad pensar que cambiarías tu recurso finito de tiempo por dinero. La mentalidad de los ricos es diferente, ellos miran el tiempo y cómo invertirlo de manera muy diferente a los pobres.
Una aclaración importante: conseguir un trabajo, en muchos casos, es el puntapié inicial para poder dedicar tiempo y dinero a las inversiones que valen la pena. Lo importante es que, si tienes un trabajo convencional, seas consciente de que una parte importante de tu tiempo debe ser para ver cómo crecer intelectual y financieramente.
Ricos vs pobres: cómo una inversión de tiempo puede hacer que el dinero trabaje para ti
Si le preguntas a la mayoría de las personas ricas para qué trabajan, te dirán que es por activos.
Con esto se refieren a inversiones y negocios que proporcionan un flujo de dinero constante cada mes, con poco o ningún trabajo. En lugar de pasar su vida trabajando por dinero, los ricos trabajan para entender cómo hacer que el dinero trabaje para ellos a través de la educación financiera. Muy simple; los ricos no trabajan por dinero, hacen que el dinero trabaje para ellos.
Trabajar para agregar más activos a tu vida es muy diferente a trabajar por un cheque de pago. Por ejemplo, agregar activos no requiere trabajar más horas o más duro. De hecho, cuanto mayor sea tu coeficiente intelectual financiero, menos tendrás que trabajar para adquirir activos de alta calidad. Estos activos luego proporcionan ingresos pasivos, incluso mientras duermes o juegas.
Cómo ganar dinero fijándose metas
Esto no quiere decir que los ricos no trabajan. Simplemente funcionan de manera diferente.
Cada año, Robert establece metas sobre cuántos activos nuevos quiere comprar. No pasa su tiempo buscando un trabajo mejor o mejor pagado. Sabe que, si la atención se centra en encontrar activos de alta calidad, el dinero llegará durante muchos años, incluso después de que se haya realizado el trabajo de adquirir nuevos activos.
Como resultado, pasó muchos años construyendo una cartera de manera lenta y constante mientras invertía en su educación financiera. Aunque no siempre fue rico, invirtió el tiempo para aumentar su coeficiente intelectual financiero a través de la educación financiera. No dedicó ese tiempo a un trabajo; en cambio, lo invirtió en su futuro financiero.
Hoy, gana millones de dólares al año en ingresos pasivos, dinero que trabaja para él y no al revés.
Invierte tu tiempo como los ricos hoy para ser rico mañana
¿Y tú? ¿Qué estás esperando? Durante esta crisis sin precedentes, ¿en qué invertiste tu tiempo? ¿Es algo de lo que estás orgulloso? ¿Sientes que vas por el camino correcto?
¿Está trabajando para hacer que el dinero trabaje para ti a través del poder de los activos? ¿O pasas tus días trabajando duro en un trabajo que odias para tener la ilusión de seguridad?
Aunque puede haber un montón de razones para convencerte de por qué ahora no es el momento adecuado, no hay mejor momento que el presente para invertir tu tiempo sabiamente y aumentar tu coeficiente intelectual financiero. Si lo haces, estarás listo para prosperar cuando las cosas mejoren… y actuando con inteligencia, todo mejora.
Deja de perder tu tiempo y empieza a trabajar para lograr tus sueños.
Santiago Gluzsznaider Baker
Para El Inversor Diario
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, editor de Plan de Retiro Soñado, Cash Flow Semanal y Night Trader en Inversor Global. Trabaja codo a codo con el equipo de Robert Kiyosaki para poder acercar los conceptos de educación financiera del gurú de las finanzas al público de habla hispana.
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