Inversor Diario

El crecimiento acelerado pasa factura

Los anuncios económicos de la semana pasada dejaron en evidencia varias cosas: la economía estadounidense está experimentando un crecimiento acelerado, la recesión se sigue posponiendo y la economía en la zona euro se mantiene resiliente. La pregunta es cuánto tiempo más se va a mantener dicho crecimiento.

La presentación de resultados y balances siempre deja ver lo que se puede esperar de la economía en el corto y mediano plazo. Además de ofrecer información valiosa para plantear escenarios de largo plazo.

En Estados Unidos la economía está experimentando un crecimiento acelerado.

Mientras que la economía en la Zona Euro se mantiene resiliente. Sin embargo, todavía con muchos temas que resolver. La inflación sigue siendo alta y las subas de tasas de interés también.

Las perspectivas económicas globales son positivas en el corto plazo… sin embargo, el momento de desaceleración va a llegar. Porque así ha sido siempre.

La pregunta es cuándo y quiénes estarán realmente preparados.

En el resumen de esta semana verás más información sobre estas condiciones económicas, por qué el exceso de optimismo no es una buena señal y cómo el mercado japonés podría ofrecer dificultades a los bonos estadounidenses.

Empecemos.

La tasa más alta en 22 años

Después de la pausa de junio, la Reserva Federal volvió a subir la tasa de referencia. La aumentó otros 25 puntos básicos al rango del 5,25% al 5,50% anual. Está en el nivel más alto desde 2001.

La Fed volvió a destacar que la economía estadounidense está creciendo a un ritmo moderado, con fuerte creación de empleo y elevada inflación. Y que va a buscar que la suba de precios vuelva al objetivo del 2% anual.


Fuente: Federal Reserve

En conferencia de prensa, Powell afirmó que “es posible que la Fed mantenga la tasa en los próximos meses”. Pero aclaró que también hay chances de que el organismo decida un nuevo aumento en septiembre.

Tras la decisión de la Fed y las palabras de su presidente, los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeron entre 5 y 8 puntos básicos, lo que hizo caer el dólar en el mundo contra las principales divisas y los metales preciosos.

La recesión que no llega

Sin lugar a dudas, el año 2023 está resultando sumamente interesante para el mercado estadounidense.

Y no solo por los rendimientos que han generado las acciones en estos primeros siete meses, sino debido a la notoria discrepancia entre la política restrictiva de la Reserva Federal y la ausencia de una recesión inminente.

A pesar del riesgo que conlleva el endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal, los mercados financieros están mostrando un desempeño sorprendente.

De hecho, muchos fondos de cobertura que previamente apostaban por una caída en el mercado se vieron obligados a volver a invertir debido a la presión de sus clientes.

Estos últimos observaban cómo los fondos indexados estaban obteniendo mejores rendimientos en comparación con la gestión activa.

Es importante tener en cuenta dos aspectos en este escenario.

En primer lugar, es inevitable que en algún momento la economía sufra las consecuencias del aumento del costo del dinero.

En segundo lugar, a corto plazo, la economía estadounidense está experimentando un crecimiento acelerado.

Esto se refleja en los datos del producto interno bruto (PIB) del segundo trimestre de 2023, que mostraron una expansión del 2.4%.


Fuente: Oficina de Análisis Económico

Como inversores inteligentes, debemos mantener una visión equilibrada ante esta situación: mientras a corto plazo se observa un crecimiento sólido, no podemos ignorar los riesgos potenciales a largo plazo.

 

Lagarde no da el brazo a torcer

La economía de la zona del euro también parece ser resiliente, aunque el crecimiento no es tan sólido como en los Estados Unidos.

Es habitual que Europa siga un paso atrás de los Estados Unidos.

Mientras en la economía estadounidense ya se observan tasas de interés reales positivas, Europa todavía enfrenta una inflación elevada y se encuentra lejos de alcanzar esas condiciones.

El jueves, el Banco Central Europeo (BCE) decidió elevar la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto, situándose en el 3,75%, el nivel más alto desde 2001.

Y no solo se trata del costo del dinero, sino que los bancos centrales también están reduciendo la liquidez del sistema a través de programas de endurecimiento cuantitativo (quantitative tightening o QT).

Este enfoque restrictivo busca contrarrestar las presiones inflacionarias, pero también puede tener un impacto en el crecimiento económico.

A pesar de las circunstancias, los funcionarios del Banco Central Europeo creen que pueden continuar endureciendo las condiciones crediticias sin provocar una recesión, incluso considerando el actual crecimiento económico prácticamente nulo.

El desenlace de esta situación será interesante de seguir en los próximos meses.


Fuente: Bloomberg

Japón podría patear el tablero

El jueves 27 de julio el mercado estadounidense se tomó un descanso para tomar ganancias, en un momento en que el Banco de Japón se encuentra debatiendo una importante decisión sobre su política monetaria.

Recordemos: en la actualidad, el Banco de Japón mantiene las tasas a largo plazo entre el 0% y el 0,5% comprando bonos del gobierno japonés.

Sin embargo, están considerando la posibilidad de permitir que los rendimientos superen el límite del 0,5%, lo cual podría tener implicaciones para los bonos del Tesoro de Estados Unidos.

Si se lleva a cabo este cambio, los inversores japoneses, que son los principales acreedores extranjeros de Estados Unidos, podrían optar por invertir en su país en lugar de en bonos estadounidenses.

Esto podría generar desafíos para el mercado de bonos en la economía más grande del mundo.

A la reacción del mercado a la decisión de tipos de interés de la Reserva Federal, se le suma la incertidumbre sobre el control de la curva de rendimientos de Japón.

El jueves los rendimientos de los bonos soberanos de Estados Unidos aumentaron significativamente, con la tasa de rendimiento a 10 años superando el 4%.


Fuente: Investing

Este es un tema serio y que los inversores seguirán de cerca en los próximos días, ya que podría causar inestabilidad, con un impacto directo en el mercado de acciones

Mantenernos informados sobre estos acontecimientos es clave para entender su impacto en la economía global.

 

Podría recalentarse antes de lo previsto

La Reserva Federal de los Estados Unidos dejó en claro el miércoles que están preocupados por el nivel de inflación subyacente, que es la medida más importante para ellos.

Siguen considerando que hay mucho trabajo por hacer en términos de política monetaria para controlar la inflación.

Sin embargo, hay una noticia positiva: la inflación subyacente está disminuyendo en términos anuales, lo cual es motivo de celebración en el mercado.

La Oficina de Análisis Económico de los Estados Unidos informó el viernes el índice de precios PCE (Personal consumption expenditures price index), el indicador favorito de la Reserva Federal para medir la inflación.


Fuente: Oficina de Análisis Económico

El PCE subyacente aumentó un 4,1% en junio, lo que representa el nivel más bajo desde septiembre de 2021 y está ligeramente por debajo de las expectativas del mercado, que eran del 4,2%.

Aunque esta noticia es alentadora para las expectativas futuras de inflación en Estados Unidos, debemos tener en cuenta que los salarios continúan aumentando por cuarto mes consecutivo.

Los salarios privados de junio crecieron a una tasa interanual del 5,9%, superando el 5,8% del mes anterior y alcanzando el nivel más alto desde octubre de 2022.

Es cierto que las medidas de endurecimiento crediticio están teniendo un efecto positivo, pero no podemos ignorar el hecho de que la presión salarial persistente podría seguir siendo un problema.

 

El exceso de optimismo no es una buena señal

La inflación se desacelera y la economía de Estados Unidos parece no verse afectada por las medidas para controlar el crédito, lo que está causando un exceso de entusiasmo entre los inversores.

Una encuesta reciente realizada por JP Morgan a sus clientes reveló que el 58% de los encuestados piensa que la economía de Estados Unidos no caerá en recesión en los próximos doce meses y que tendrá un aterrizaje suave.


Fuente: JP Morgan

Además, otro estudio muestra que el 36% de los encuestados cree que el índice S&P500 alcanzará nuevos máximos históricos este mismo año.

El 14% de los encuestados considera que los nuevos máximos históricos se lograrán en 2024, mientras que el 50% opina que sólo ocurrirá después de que llegue la próxima recesión.


Fuente: JP Morgan

Puedes hacer tu propia predicción, pero como siempre decimos, predecir la economía es imposible y nunca debes subestimar los riesgos.

El exceso de optimismo es el sesgo más habitual y peligroso en el mundo de las inversiones.

 

Esto es todo por hoy.

Que tengas una buena semana.

Bruno Perinelli

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