El principal objetivo del gobierno de Javier Milei es destruir la inflación y llevarla lo más pronto posible a niveles internacionales. ¿Es posible hacer esto sin que se destruya la actividad? Hoy analizamos este tema y el impacto sobre nuestro dinero e inversiones.
En el día de ayer conocimos el índice de inflación del mes de enero, llegó al 20,6%. El Indec informó que su Índice de Precios al Consumidor (IPC) marcó una desaceleración respecto al pico de diciembre de 25,5%, aunque se mantuvo en niveles altos.
Todavía es muy pronto para que esta desaceleración pueda ser tomada como definitiva, pero no hay dudas de que el gobierno está haciendo todo lo posible para recorrer el difícil camino de la baja de la inflación.
Principalmente está dejando de emitir pesos, ya que el Banco Central no emite más pesos para financiar el gasto excesivo del estado.
De hecho, durante enero hubo equilibrio fiscal. En otras palabras, todos los ingresos del Estado fueron suficientes para pagar todos los gastos. Esto no quiere decir que el Banco Central no emita pesos, ya que tiene que pagar intereses de los pasivos remunerados y no queda otra que pagarlos con emisión.
Pero esa deuda también está bajando en términos relativos, ya que la tasa que devenga esa deuda está muy por debajo de la inflación. Además, baja porque el gobierno está transfiriendo lentamente esa deuda del Banco Central al Tesoro a plazos más largos.
Pero más allá de que esto sea un proceso, lo concreto es que hay cada vez menos pesos en circulación. Y esto tiene un efecto muy doloroso pero inevitable, que es que la actividad económica baje fuerte.
Como hay menos pesos en la calle disponibles, hay menos transacciones, por lo tanto las empresas y comercios venden menos.
Y eso ya lo podemos ver muy claro en todas las estadísticas. La consultora económica Invecq comentaba lo siguiente en su último reporte:
“Volviendo al primer mes del año, todos los datos disponibles -en particular aquellos relacionados al mercado interno- evidencian un notable deterioro, no solo en términos anuales sino también versus el comportamiento de diciembre: el patentamiento de autos lidera la caída, con una variación de -33,0% anual y un 6% mensual. Las ventas minoristas bajaban un 25,5% anual y un 18,7% mensual, la construcción un 28% anual y un 17% mensual. También se redujo 20% el despacho de cemento, 19,2% el patentamiento de motos y 16,7% la producción de autos. Por último, los impuestos nacionales ligados a la actividad cayeron entre 15% y 25% real anual (guarismos mucho peores a los del último mes de 2023)”.
En el siguiente cuadro podemos ver el detalle de esta fuerte recesión:
¿Era esto inevitable o se podría haber evitado?
La teoría económica te muestra que es casi imposible evitar este proceso para países que están en una situación como la Argentina a comienzos de diciembre del año pasado.
Recordemos que el ex ministro de Economía, Sergio Massa, emitió billones de pesos para intentar ganar las elecciones presidenciales del año pasado. Y que esto provocó que el Estados termine el año con un superávit total, sumado al gasto del Estado y del Banco Central, equivalente al 15% del PBI.
Esto no es ni más ni menos que un festival de impresión de pesos, ya que la Argentina hace tiempo que no puede emitir deuda porque nadie le cree.
En base a esto, el destino al que estábamos yendo con el mandato anterior era a una hiperinflación. Con el brusco cambio en la política económica de Milei, que implicó bajar fuerte el gasto y gracias a esto reducir la emisión, se intentó evitar la hiperinflación y gradualmente empezar a recorrer el camino de la baja de la inflación.
Pero esto inevitablemente implicaba que primero iba a subir la inflación, ya que el primer paso de este proceso implica liberar los precios. Hablamos del precio del dólar y el resto de los productos y servicios que tenían precios máximos, como por ejemplo el precio de la nafta, de las obras sociales o de las comunicaciones entre muchos otros rubros que vieron subir muy fuerte los precios durante los últimos meses.
Como podemos ver en el siguiente cuadro, la inflación de diciembre y enero se disparó:
stamos recién recorriendo los primeros pasos del proceso de sinceramiento de precios, que seguramente lleve varios meses más hasta tanto los productos alcancen sus precios de equilibrio. Durante esos meses la inflación continuará alta y la actividad baja.
Pero esto no solo pasa en la Argentina, pasa igual en todos los países del mundo que recorren el mismo camino de intentar bajar una inflación alta.
El gran economista y premio Nobel Milton Friedman explicó muy bien este proceso en un video que describe cómo hizo Japón para bajar la inflación en 1973. El video es impresionante por sus parecidos con la situación argentina actual y podés verlo completo, dura solo dos minutos y te lo dejo a continuación:
“¿Cómo se cura la inflación? El caso de Japón, por el economista Milton Friedman”
Pero si no querés ver este video te comparto sus puntos fundamentales:
● | Los consumidores japoneses en 1973 empezaron a sentir que el dinero en sus carteras estaba perdiendo su valor. |
● | El gobierno japonés sabía qué hacer para solucionar ese problema. |
● | En 1971 la cantidad de dinero empezó a crecer con mayor rapidez. |
● | La inflación no fue afectada por un tiempo, pero a fines de 1972 empezó a subir muy fuerte. |
● | En 1973 el gobierno reaccionó, comenzó a reducir la emisión monetaria |
● | Ese año fue un año de recesión muy duro para Japón. |
● | El país demoró 5 años para extraer la inflación de Japón. |
● | Es que no hay manera de evitar eso sin pasar una recesión que después desemboque en una inflación baja con una sana economía. |
● | Primero tuvo que pasar por una recesión para después ver bajar la inflación. |
Y ahora viene un ejemplo que pone Friedman que me parece espectacular para entender este problema y sus dificultades:
“La inflación es igual al alcoholismo, cuando usted comienza a beber o cuando usted comienza a imprimir demasiado dinero, los efectos buenos vienen primero y los efectos malos llegan más tarde. Por eso en ambos casos existe una tentación a exagerarlo. Tenemos tendencia a beber demasiado o a imprimir demasiado dinero. Y cuando llega la cura es todo lo contrario, cuando usted deja de beber, los malos efectos llegan primero y los buenos efectos llegan más tarde. Por eso es tan difícil persistir con la cura”.
Dejar de emitir dinero es tan difícil como para un alcohólico dejar de tomar alcohol. Es un vicio muy difícil de controlar. Ahora estamos pasando los primeros meses de “abstinencia” y son los más duros. Si podemos pasar estos primeros meses muy duros, luego las cosas se empezarán a poner menos complicadas gradualmente.
Y por suerte la economía y la ciencia económica han avanzado mucho en los casi 60 años desde que Friedman grabó este video. Hoy hay formas para que este proceso no dure 5 años como duró en Japón, sino que sea mucho más rápido.
La primera herramienta que tiene Milei a su disposición es la dolarización. Esa es una herramienta que por un lado buscará bajar la inflación más rápido, pero por otro lado buscará generar confianza más rápido para que la inversión se recupere de una forma más veloz.
Para que la economía comience a crecer necesitamos que la inversión vuelva. Y eso no va a ocurrir hasta que haya confianza en el futuro cercano de la economía. Por eso, cuanto antes Milei pueda estabilizar la economía y pasar leyes y decretos que desregulen la economía y den incentivos a la inversión, menos doloroso será el proceso. Eso no se necesita ahora, pero cuanto antes mejor.
¿Qué implica todo esto para nuestro dinero e inversiones?
Bueno, el primer efecto que tenemos que empezar a revisar es que hay probabilidades que el dólar este año crezca menos que la inflación.
Y si eso ocurre, no será mala idea hacer inversiones que ajusten por inflación, que tendrán altas chances de crecer más que el dólar. Eso lo vamos a empezar a monitorear en nuestra cartera de la Membresía Argentina y pronto haremos modificaciones en ese sentido, si encontramos vehículos atractivos.
Para no perdertelos, podés hacer clic acá.
En segundo lugar, todo este proceso podría volver el activo de los bancos más atractivo, y sobre todo cambiar las expectativas sobre el negocio de los bancos.
Y como los bancos subieron mucho menos que las acciones de los otros sectores el año pasado, puede ser un buen sector para estar posicionado. En la Membresía Argentina ya tenemos acciones bancarias en nuestra cartera, pero seguimos mirando ese sector de cerca.
Por supuesto, todo esto cambia muy rápido y es clave monitorearlo todas las semanas. Aquí estaremos en esta sección para ayudarte a interpretar el mercado, sus movimientos y cómo reaccionar en consecuencias.
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