En esta columna veremos los cinco atributos clave que comparten quienes lograron hacerse ricos por mérito propio. ¿La clave? Asumir la responsabilidad, practicar la intencionalidad y mantenerse enfocado en la meta a largo plazo: la libertad financiera. Las inversiones juegan un papel clave, y cualquiera puede hacerlo.
Según los datos más recientes de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, alrededor del 18% de los hogares de este país, aproximadamente 23,7 millones de ellos cuentan con un patrimonio neto de un millón de dólares o más.
En otras palabras, Estados Unidos cuenta hoy con un número récord de millonarios.
Sin embargo, la mayoría de los estadounidenses está muy perdida sobre cómo estas familias lograron hacerse ricas.
La mayoría cree que heredaron su dinero. O que iniciaron su propio negocio exitoso. O que fueron capaces de sumar ingresos constantes de seis o siete cifras. O que “tuvieron suerte”.
Ese no es el caso. Y el bestseller ventas Chris Hogan lo demuestra en su libro “Everyday Millionaires” (Millonarios comunes).
Hogan es un orador, personalidad televisiva y experto financiero de larga data en Ramsey Solutions.
Y su mensaje se dirige principalmente a personas que tienen pocos o ningún activo y que generalmente también están enterrados en deudas.
Nadie necesita más una conversación directa que estos hombres y mujeres.
Y Hogan se las ofrece.
Dice que, si bien hoy contamos con cada vez más millonarios en Estados Unidos y otros países, el número de personas que viven de sueldo a sueldo también está en un récord.
Uno de cada tres de ellos no podría cubrir una emergencia de USD 2.000 con efectivo.
¿Por qué la gran disparidad?
Lo primero se debe a un deplorable nivel de la educación financiera.
Los jóvenes salen de la escuela secundaria sin entender el interés compuesto, qué es una hipoteca de tasa variable, cómo funcionan los planes de pensiones o por qué siquiera tenemos un mercado de valores.
Además, manejan conceptos muy erróneos sobre cómo la mayoría de las familias adineradas en esta nación llegaron a serlo.
Sin embargo, Hogan conoce la situación. Ha hecho una carrera exitosa mostrando a la gente común cómo alcanzar la independencia financiera.
Para empezar, su grupo Ramsey encuestó y/o entrevistó a más de 10.000 millonarios estadounidenses.
(Solo para que tengamos claros nuestros términos, un millonario no es alguien que tiene un ingreso de un millón de dólares o más. Es alguien con un patrimonio neto, activos totales menos pasivos totales, de USD 1 millón o más).
Apunta a que muchos estadounidenses ni siquiera están trabajando en pos de ese objetivo financiero porque están consumidos por mitos sobre los ricos.
Según Hogan, los tres principales son:
Hogan les dice a sus lectores que apaguen las voces en los medios que insisten en que “la economía está arreglada”, que “el hombre pequeño no puede salir adelante” y que “el sueño americano está muerto”.
(Si realmente crees que no tienes oportunidad, ¿para qué siquiera intentarlo?)
En mi experiencia, las personas que intentan convencer a otros de que son “víctimas”, vendiendo un mensaje de ira y desesperanza, siempre tienen una agenda. Y no es positiva.
Hogan contrarresta estos mitos con hechos discernidos de los más de 10.000 millonarios encuestados.
Por ejemplo, el 79% de los millonarios no recibió ninguna herencia, lo que significa que solo el 21% recibió alguna herencia.
(La gran mayoría de los millonarios son ricos de primera generación. Eso significa que trabajaron duro, hicieron sacrificios y vivieron según un plan determinado de cara a ese objetivo).
Ocho de cada 10 millonarios provienen de familias en el nivel de ingresos de clase media o inferior. Y en la mayoría de los casos, sus familiares no tenían nada que dejarles.
De hecho, el 48% describió el hogar de sus padres como de clase media, el 27% lo describió como de clase media baja y el 4,25% lo describió como de clase baja.
También descubrió que el 76% de los millonarios dice que cualquiera puede convertirse en millonario con disciplina y trabajo duro.
Además, dice que el 79% de los millonarios no asistió a escuelas privadas: el 62% se graduó de escuelas públicas estatales, el 8% asistió a colegios comunitarios y el 9% nunca se graduó de la universidad.
Un tercio de los millonarios nunca tuvo un ingreso familiar de seis cifras (USD 100 mil) en un único año de trabajo.
Solo el 31% de ellos promedió un ingreso familiar de USD 100.000 al año, y solo el 7% promedió un ingreso familiar de más de USD 200.000 a lo largo de su carrera.
Hacerse rico no requiere de un trabajo bien remunerado.
Hogan señala que en Estados Unidos alguien con un ingreso familiar de solo USD 59.000 al año podría comenzar a invertir el 15% de sus ingresos a los 30 años y, si no gana ni más ni menos que el rendimiento a largo plazo del S&P 500, acumular más de USD 1 millón a los 55 años.
Así que no se trata de que los millonarios corran “grandes riesgos” con su dinero.
La mayoría de los millonarios no usan apalancamiento. De hecho, el 90% nunca ha sacado un préstamo comercial.
Tampoco se hicieron ricos operando acciones riesgosas, opciones o criptomonedas.
Ahora bien, aunque podemos ver las ventajas que la mayoría de los millonarios NO tuvieron (una gran herencia, un título de una institución prestigiosa o una carrera bien remunerada), hay varios hábitos y actitudes que los ricos sí tienen en común.
Hogan los llama “Los cinco atributos clave de los millonarios”… y son los siguientes:
Demos un vistazo más de cerca a cada uno, comenzando con la responsabilidad personal sobre las cosas.
La mayoría de las personas prefieren culpar a sus circunstancias financieras a sus padres, su cónyuge, su “ex”, sus hijos, su jefe, el sistema económico, hasta a su país.
Sin embargo, aquí está la realidad: tú controlas tus elecciones y tu comportamiento. No controlas los de nadie más.
Ya sea que el problema sea el desempleo, el gasto excesivo del gobierno, la falta de ahorro o malas decisiones de inversión, te acercas a una solución en el momento en que dices: “Yo soy responsable”.
Como dice Hogan, “Puedes progresar o puedes poner excusas. Pero no puedes hacer ambas cosas”.
¿La buena noticia? Si tú eres el problema, también eres la solución.
El grupo Ramsey descubrió que el 97% de los millonarios está de acuerdo con la afirmación “Yo controlo mi propio destino”. Y el 95% de ellos está dispuesto a admitir rápidamente cuando se equivocan.
Eso es asumir tu propia responsabilidad.
Nadie termina retirándose con millones en su cuenta bancaria o de corretaje por puro accidente.
Cuando están empezando, e incluso después de haber logrado la independencia financiera, estas personas viven bien dentro de sus posibilidades.
Ahorran con regularidad. Toman riesgos prudentes para obtener altos rendimientos. Y dejan sus inversiones en paz, para que sigan acumulándose, en lugar de lanzarse a un viaje elegante o a un gran trabajo de remodelación en su casa.
(Si realmente quieres esas cosas, deberías ahorrar para ellas por separado. No le metas mano a tu fondo para la jubilación).
Los millonarios están orientados a objetivos. El 92% de ellos desarrolla un plan a largo plazo para manejar su dinero, en comparación con solo el 60% de la población general.
Establecen metas financieras y se apegan a ellas. El 70% de los millonarios ahorra más del 10% de sus ingresos a lo largo de sus años de trabajo y también tienden a pagar sus casas. El 67% de los millonarios vive en hogares con hipotecas pagadas.
(Eso no es posible si sigues cambiando a una casa más grande cada pocos años).
Esto no significa que necesites trabajar 60 horas a la semana. Significa trabajar de manera más inteligente, mejor y más eficiente en las horas que ya estás en tu actividad.
También puede significar mejorar tu conjunto de habilidades. El mundo cambia constantemente y los empleados más valiosos se adaptan a él.
El 86% de los millonarios cree que desafiarse a sí mismos los hace más inteligentes.
El 96% de ellos siempre está aprendiendo cosas nuevas, muchas de ellas relacionadas con el trabajo.
Cuanto más valioso seas para tu empleador, mayor será tu potencial de ingresos. Eso no es una ciencia complicada de aprender.
Los millonarios también son consistentes. No hacen movimientos financieros inteligentes de vez en cuando. Los convierten en un hábito.
Ahorran regularmente. Sus contribuciones a sus planes de jubilación con constantes, además minimizan sus costos financieros e impuestos por inversiones. Y cuando necesitan ayuda financiera, la buscan.
La verdad es que a fin de cuentas están firmemente enfocados en la meta a largo plazo: la libertad financiera que les permitirá vivir la vida de sus sueños.
Esta mentalidad y estos hábitos permiten que las personas comunes se vuelvan extraordinariamente ricas.
¿Quizás la lección más importante de Hogan?
Si quieres convertirte en millonario, necesitas comenzar a actuar como uno.
Y, dado el asombroso poder del interés compuesto, cuanto antes mejor.
Alex Green es uno de los asesores financieros e inversores más reconocidos en Wall Street. Por 16 años fue una figura clave en algunas de las instituciones financieras más importantes de Nueva York. A los 43 años se retiró para dedicarse a su verdadera pasión: transmitir sus conocimientos y estrategias a lectores de todo el mundo. Es editor de MicroCap Trader en Inversor Global.
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