Si tu estrategia es de largo plazo –como debería ser en la mayoría de los casos, salvo que estés por jubilarte–, los patrones estacionales pierden importancia. Hoy en día, tecnologías transformadoras como la inteligencia artificial, la robótica, la computación de borde y la genómica están abriendo enormes oportunidades en los mercados.
Por Matt Benjamin
“Sell in May and go away”.
¿Escuchaste alguna vez esa expresión? El dicho completo en inglés (con rima incluida) es “Sell in May and go away, and come back on St. Leger’s Day”. La traducción sería “Vende en mayo, vete y vuelve el día de San Leger”, y es una especie de refrán muy conocido en el mercado de acciones. La expresión tiene siglos de antigüedad y hace referencia al llamado “clásico de St. Leger”, una carrera de caballos que se celebra en Inglaterra y otros países del mundo todos los años en septiembre. Sucedía que banqueros y hombres de mercado londinenses vendían sus acciones antes de que llegara el verano y se iban al campo. Después, a fines de septiembre (tras la gran carrera), volvían a la ciudad y a sus actividades de mercado. Y el dicho siguió vivo del otro lado del océano, con los operadores de Wall Street haciendo algo parecido pero para irse a la exclusiva zona de Hamptons o a la costa de Nueva Jersey a pasar el verano. Ahora la pregunta es si sigue siendo relevante. ¿Nos vamos? ¿Nos quedamos? Durante mucho tiempo, esta estrategia tuvo sentido… Entre 1950 y 2024, el rendimiento promedio del S&P 500 entre el 1 de noviembre y el 30 de abril fue de alrededor del 7%. Pero entre mayo y octubre, el rendimiento cayó a menos del 2%. Considerando que la ganancia promedio anual del índice ronda el 9%, queda claro que la mayor parte se obtiene en la primera mitad del año. Un ejemplo claro: si hubieras invertido USD 10.000 en el S&P 500 solo en los meses de mayo a octubre desde 1950, para 2022 habrías ganado unos USD 3.300. Pero si invertías ese mismo dinero solo entre noviembre y abril, tu capital se habría multiplicado hasta alcanzar casi USD 977.000. Además, durante julio y agosto suele caer mucho el volumen de operaciones. Los grandes inversores institucionales –como fondos de pensión, bancos y fondos mutuos– tienden a operar con más fuerza hacia el final del año. La gran pregunta ahora es: ¿vale la pena seguir ese patrón en 2025? En teoría, tendría sentido recortar algo de riesgo en mayo antes del letargo del verano y luego volver con más exposición en otoño (en Estados Unidos también se conoce como la estrategia de Halloween). Pero este año podría ser distinto. En primer lugar, estos patrones estacionales han perdido fuerza en los últimos años por razones culturales y tecnológicas. Hoy, casi nadie se toma todo el verano libre. Y ya no hace falta estar en una oficina en Manhattan ni tener un bróker para operar. Cualquiera puede invertir desde su celular. Y si bien abril suele ser un buen mes para el mercado, este año fue complejo por el impacto inicial de los nuevos aranceles de Trump. En cambio, mayo –históricamente débil– viene mostrando un rendimiento excepcional. El S&P 500 ya subió casi un 7% desde el 30 de abril a la fecha. Además, si la Casa Blanca logra avanzar con sus acuerdos comerciales en las próximas semanas, y el Congreso aprueba una reforma tributaria relevante, podríamos tener un verano muy distinto al de años anteriores. ¿Y para los inversores de largo plazo? Si tu estrategia es de largo plazo –como debería ser en la mayoría de los casos, salvo que estés por jubilarte–, los patrones estacionales pierden importancia. Hoy en día, tecnologías transformadoras como la inteligencia artificial, la robótica, la computación de borde y la genómica están abriendo enormes oportunidades en los mercados. Y es por eso que conviene mantenerse invertido en empresas que lideran estos cambios. Tal vez la mejor estrategia ahora sea revisar tu portafolio antes de fin de mes: vender lo que no funcionó y redirigir ese dinero hacia activos con mayor potencial. Una buena opción son las acciones tecnológicas vinculadas a estas tendencias. Alexander Green ha identificado siete compañías que él llama “los próximos Siete Magníficos”. Cree que tienen el potencial de replicar, en los próximos años, las mismas ganancias que generaron Apple, NVIDIA y las otras grandes tecnológicas en el pasado reciente. Invertir en ellas puede ser una forma inteligente de atravesar cualquier vaivén estacional… y prepararte para el largo plazo. Invierte con sabiduría. Matt Benjamin Para Zoom de Mercado |
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