Lo que aprendí en tiempos de crisis: las cosas siempre mejoran

Hoy, más que hablarte de inversiones quiero transmitirte tranquilidad desde mi experiencia en momentos de tensión y hacerte dos peticiones en este sentido, que te ayudarán a mantener la calma en los próximos días.

 

Por Zach Scheidt, desde Atlanta, Georgia

Cuando tenía 12 años, mi padre perdió su trabajo.

Nuestra familia tenía algunos ahorros y la compañía le dio a mi papá algunas semanas adicionales de indemnización. Entonces, en lugar de saltar directamente a la búsqueda laboral, mis padres decidieron hacer algo completamente diferente…

Tomaron prestada la casa rodante de mi abuelo y nos llevaron de viaje. Viajamos por la costa este y vimos algunos de los lugares más bellos de Estados Unidos.

Lo recuerdo vívidamente:

• Entrar a la habitación donde estaba la Campana de la Libertad.

• Visitar el campo de batalla en Gettysburg.

• Golpearme la cabeza con una viga en el USS Constitution, anclado en el puerto de Boston.

• Ver la niebla levantarse de las Cataratas del Niágara.

• Y remar en una canoa en uno de los cientos de lagos de Maine.
En ese entonces, realmente no entendía la gravedad de la situación. Después de todo, mi padre acababa de perder su trabajo… ¡y tenía una esposa e hijos que cuidar!

Ahora, cuando pienso en esos días, puedo apreciar mejor el coraje que deben haber tenido mis padres.

Una noche, sentado alrededor de una fogata junto a la casa rodante, recuerdo que mi madre se volvió hacia mi padre y le dijo: “esto también pasará”. Ambos sonrieron y, por alguna razón, la frase me quedó grabada.

No estoy seguro de si se refería al hecho de que nuestra familia estaba creciendo, por lo que debían disfrutar de este momento especial, o al hecho de que la situación financiera de nuestra familia se recuperaría.

De cualquier modo, había mucha verdad en lo que dijo.

“Las cosas van a mejorar”

Ahora que el mundo entero está lidiando con la propagación del coronavirus, me viene a la mente esta frase.

Estamos viviendo tiempos aterradores –tanto a nivel personal como financiero.

Las cosas están cambiando rápidamente y es fácil enfocarse solo en los aspectos negativos y el riesgo, perdiendo de vista cuán temporal es realmente esta crisis.

Ahora bien, no estoy menospreciando la importancia de cuidarse y proteger a tus seres queridos, haciendo tu parte para detener la propagación de este virus en tu comunidad.

Sin embargo, eso no significa que debamos aceptar este entorno como la “nueva realidad” de nuestra vida diaria o finanzas.

Con el tiempo, manejaremos esta crisis.

Nuestros cuerpos desarrollarán resistencia e inmunidad a la nueva cepa del coronavirus. La comunidad médica propondrá mejores tratamientos para quienes tengan la enfermedad y evitarán que se propaguen nuevos casos.

Y el sistema financiero también se recuperará.

Después de todo, la humanidad tiene un espíritu luchador y nuestra capacidad para recuperarnos de situaciones difíciles es insuperable.

¡Realmente lo creo!

Solo mira cómo Occidente sobrellevó los ataques del 11 de septiembre de 2001 o la crisis financiera de 2008.

No puedo esperar a ver cómo estaremos para fines de este año, pensando en estos días difíciles como algo que quedó en el pasado y sonriendo por cómo todos nos ayudamos los unos a los otros.

Quiero pedirte dos cosas

Estamos en una nueva semana que se ve muy diferente a lo que estamos acostumbrados.

Los mercados están en crisis, las escuelas y las empresas están cerrando y nuestras vidas diarias son muy, muy diferentes a lo que habían sido hasta ahora.

Así que, a medida que nos adentramos en este período, quiero pedirte dos cosas. Una de ellas no tiene absolutamente nada que ver con el mercado, y la otra ayudará inmensamente a tu economía local…

Primero, en lugar de entrar en pánico, te pido que te tomes un tiempo para compartir con tus seres queridos.

Es posible que no puedas alquilar una casa rodante y conducir por todo el país (de todos modos, esa no sería una decisión inteligente ahora). Pero puedes tener buenas conversaciones y simplemente pasar el tiempo con tus seres queridos.

Si vives en una casa con tu familia, siéntate y juega un juego de mesa. O tal vez haz una ronda de “Recuerdo cuando…” y haz que cada uno comparta un recuerdo especial.

Incluso si no estás en la misma casa física, puede configurar una conexión con Skype o Zoom, jugar una partida de ajedrez (con un tablero en ambas ubicaciones) o incluso simplemente enviar correos electrónicos para ver cómo están tus seres queridos.

¡Estos podrían convertirse en tiempos que recuerdes con cariño!

Segundo, una vez que esta crisis haya terminado y comencemos a volver a la “normalidad”, te pido que apoyes a tus negocios locales.

En tu comunidad inmediata, habrá dueños de tiendas, reparadores, restaurantes y muchas otras personas que habrán resistido un período extremadamente desafiante.

¡Ayúdalos!

Lleva a tu familia a comer a un restaurante local. Ayuda a estas compañías a ganar dinero extra para pagarle a sus empleados y volver a la normalidad lo antes posible.

Antes que cualquier rescate que el gobierno pudiera ofrecer, esta es la mejor manera de ayudar a la economía a recuperarse.

Por supuesto que, mientras tanto, es importante consultar con tus vecinos y ver qué puedes hacer para ayudar.

Estamos todos juntos en esto.

Somos una especie llena de compasión, determinación y resistencia.

Vamos a superar esto. Y saldremos más fuertes que nunca.

Así que no dejes que el pánico tome el control. Mantengamos la perspectiva correcta y estemos listos para recuperarnos una vez que tengamos este virus bajo control.

¡Hasta la próxima!

Zach Scheidt

Para Inversor Global

Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.

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