Debido al rumbo que han tomado tanto la pandemia como las economías del mundo, la volatilidad está invadiendo los mercados nuevamente. No caigas en la trampa que está atrapando a estos inversores novatos.
Por Jim Rickards, desde Portsmouth, New Hampshire
Algunos inversores novatos están diciendo que “las acciones solo pueden subir”.
Otros incluso están usando su asistencia financiera para desempleados para tradear en el mercado.
“Es básicamente dinero gratis”, dijo uno de ellos. “No es más que apostar un poco”.
Loco, ¿no?
Bueno, si quieres ver un ejemplo de locura en todo su esplendor, mira a Hertz.
¿Dinero gratis o trampa financiera?
Está prácticamente garantizado que estas acciones terminarán valiendo cero, pero no les importó. Su razonamiento fue el siguiente: si compran a USD 1 por acción y venden a USD 3, triplican su dinero, incluso si las acciones terminan en cero.
Eso es bastante peligroso y, de por sí, alocado. Pero eso no es todo.
Gracias a esto, la cotización de Hertz se fue al alza y la gerencia vendió USD 1.000 millones en acciones recién emitidas.
El banco de inversión Jefferies Co. suscribió el acuerdo y la SEC firmó el documento de oferta.
Por supuesto, en casos de bancarrota, hace falta la aprobación de un tribunal especializado. Muchos asumieron que el juez pondría fin a todas estas tonterías, pero no fue el caso. Aprobó el trato.
Para ser claros, si Hertz recauda USD 1.000 millones, ese dinero irá directamente a los acreedores. Los accionistas no verán ni un centavo. Es por eso por lo que se aprobó la medida: el trabajo de los jueces es ayudar a los acreedores.
Para estos inversores, esta será una lección costosa sobre cómo funcionan las trampas del mundo de las quiebras… a menos que le vendan a otro tonto justo a tiempo.
Les deseo lo mejor.
Parece que las acciones también pueden caer
Porque la locura está a pedir de boca.
El frenesí que ha experimentado el mercado en las últimas semanas pisó lo frenos la semana pasada. El Dow perdió un 5,5% en la semana, mientras que el S&P cedió un 4,7%, sus peores cinco ruedas desde el 20 de marzo.
Parece que, después de todo, las acciones también pueden caer.
Pero esta semana se recuperó: el dinero de la Fed alcanza sus objetivos. Por ahora.
De cualquier forma, no hay duda de que los inversores están comenzando a preocuparse por el alza en la cantidad de casos de COVID-19 en Estados Unidos, poniendo en tela de duda la posibilidad de una recuperación en “V” (que, de todos modos, no iba a suceder).
Las buenas noticias
Junto con eso llegó una cuarentena universal sin precedentes, la cual ha desencadenado una depresión económica en el mundo entero.
Incluso durante la pandemia de gripe española de 1918-1919, que mató a 100 millones de personas, no hubo una cuarentena total como esta, aunque sí se cancelaron numerosas reuniones grandes, eventos deportivos y conciertos.
En algunos países, recién estamos comenzando a salir de nuestras cuarentenas y las pequeñas empresas están reabriendo gradualmente. Esas son las buenas noticias.
Las malas noticias
Un profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt afirma que “la segunda ola ha comenzado”.
Estas preocupaciones están causando bajas en la Bolsa y ha traído la volatilidad a escena una vez más. Pero lo cierto es que los inversores no entienden qué es una verdadera segunda ola en una pandemia.
Sí, hay nuevos brotes de la enfermedad, pero estos siguen siendo parte de la primera ola.
Atento a la verdadera segunda ola
Sin embargo, no llega a todas las regiones al mismo tiempo, lo que explica las fluctuaciones incluso entre ciudad y ciudad en el mismo país.
Pero como dije, seguimos en la primera ola. Una verdadera segunda ola se da después de un período de relativa calma. El virus muta en una forma más letal y ataca nuevamente. Eso es lo que pasó con la gripe española. La primera ola fue de marzo a junio de 1918. La segunda ola llegó en octubre de ese mismo año.
En la pandemia actual, a aquellos que produjeron anticuerpos en la primera ola les podría mejor, pero los demás son altamente susceptibles a la segunda ola. La tasa de mortalidad podría dispararse.
Eso es lo que sucedió con la gripe española hace un siglo. La primera ola fue de marzo a junio de 1918. Fue grave, pero disminuyó rápidamente. La segunda ola llegó en octubre de 1918 y fue mucho más fatal.
Los cuerpos quemados se apilaban como leña. Hubo escasez de ataúdes. No había más sepultureros. Los cementerios estaban al máximo de capacidad y se cavaron fosas comunes. Los cadáveres se envolvían en sábanas, se les rociaba con desinfectante y se lanzaban a las fosas. Así de malo fue.
El COVID-19 no está ni cerca del nivel de la gripe española. Pero si se da una segunda ola, podría ser más letal que la primera. Es probable que llegue en diciembre de 2020.
Recemos para que no suceda, pero es demasiado pronto para descartar la posibilidad.
Saludos.
Jim Rickards.
Para Inversor Global
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.
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Abogado y economista. Fue asesor de la CIA y el Pentágono y hoy es uno de los analistas financieros más leídos en Estados Unidos. Cuenta con 35 años de experiencia analizando exitosamente el contexto macroeconómico global. Gracias a una alianza con Agora Financial de Estados unidos, en Inversor Global es editor para Inteligencia Estratégica.
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