Luego de la gran “carnicería” cripto de las últimas semanas, los institucionales han decidido aprovechar la oferta e ir por los despojos… A su vez, los reguladores aprovechan para arremeter contra el mercado. Lo que para muchos parece una tierra arrasada está construyendo negocios como nunca antes.
En noviembre del 2021, bitcoin estaba llegó a valer USD 69.000.
Voy a declarar lo obvio: como todo activo, bitcoin valía USD 69.000 porque podía. Cuando valía USD 68.000, había todavía más compradores que vendedores pujando por un precio cada vez más alto para hacerse de su porción de bitcoin.
Eso parecería verdadera euforia… Muchas personas pensaban que se habían perdido la oportunidad de su vida por no haber comprado en octubre o noviembre del 2020 cuando Bitcoin rondaba los USD 15.000.
Pero ya estaba al final del recorrido…
BTCUSD. Fuente: TradingView
Con el diario del lunes es más sencillo decir que esto podía suceder. Que una vez más se cumplían los tiempos de los ciclos de bitcoin; que, como muestra el gráfico, el gran volumen de operaciones que marcó el mercado alcista de 2020 ya estaba en descenso y gastado para noviembre de 2021.
Es decir, que los mayores compradores ya comprados, con grandes cantidades de bitcoin para liquidar en ganancias extraordinarias.
Ahí comenzó el mercado bajista que destruyó los precios. Y allí también siempre vas a encontrar excusas para declamar “el fin de las criptomonedas”, como sucedió en el mercado bajista de 2014 y luego en el de 2018.
Esta vez, lo que estamos viendo es que el mercado cripto es mucho más grande y tiene mayor relevancia que los mercados marginales de la década pasada.
No hace falta más que ver el nivel de capitalización del mercado bajista (catastrófico) actual contra los bajistas (catastróficos) anteriores:
Fuente: Coingecko
Pero se vuelve a hablar de lo mismo que en aquel entonces: quiebras, colapsos, estafas, el fin del mercado de criptomonedas.
Hoy, cripto parece una tierra de nadie, salvaje, en plena decadencia.
Sin embargo, la tecnología, la adopción y la expansión de oferta siguen su camino acelerado de crecimiento.
Esta divergencia entre la “opinión pública” y lo que realmente está sucediendo en el mercado, representa históricamente oportunidades extraordinarias.
Y no es un decir, en realidad es sencillo y es la clave de los inversores exitosos: comprar activos de valor en su momento de baja capitalización para aprovechar las mayores ganancias cuando la demanda masiva hace crecer los precios.
Pasó en 2012-2013, pasó en 2016-2017, pasó en 2020-2021 y todo indica que sucederá nuevamente…
Pero antes que lo que imaginas.
Verás, el ingreso de inversores institucionales a este espacio (lo que marca el aumento de capitalización que puedes ver claramente entre 2019 y hoy, en el gráfico anterior), cambió todo.
Según el exchange de Criptomonedas Bitstamp, en los últimos meses registraron un aumento del 34% en los ingresos procedentes de grandes instituciones, que aprovechan la actual la baja de precios para adquirir criptomonedas.
Esto significa que, a pesar de todo lo ocurrido con FTX y el miedo que abunda en el mercado, los inversores profesionales y administradores de fondos siguen acumulando posiciones de cara a los próximos años.
La razón es de lo más sencilla: la oferta limitada de bitcoin.
Mientras que los operadores se agolpaban para adquirir bitcoin cerca de USD 70.000, hoy la demanda de bitcoin no es una fuerza suficiente para que los vendedores los liquiden ni siquiera a USD 17.300.
Esto está trayendo graves problemas al mercado:
Fuente: El Cronista
Sin embargo, sin importar la cantidad de mineros de bitcoin que haya, el código de su blockchain ajusta el trabajo para garantizar su emisión.
Es decir, mientras más mineros hay, más difícil es minar bitcoin. Mientras menos… se hace más sencillo y económico.
Pero, y aquí lo importante: la emisión de bitcoin se mantiene constante, sin importar su demanda (alta o baja).
Hoy, durante su mercado bajista, las mineras que ya no pueden afrontar los costos de la competencia se retiran… y con ello se reduce el costo de emisión de bitcoin y se asegura su sustentabilidad.
Todo lo que hay que hacer es esperar la llegada del próximo halving (el proceso de reducción de la emisión de bitcoin que se da cada cuatro años y regula los ciclos del mercado… ¿notaste que mercados alcistas y bajistas se dan cada 4 años?).
Y, en ese proceso, acumular la mayor cantidad de bitcoin posible a valores de oferta esperando el bullmarket eufórico que ha sucedido una… y otra… y otra… y otra vez más desde el 2009.
Ahora, piensa esto…
La cantidad máxima de bitcoins disponibles en el mercado se estableció (en su propio código) en 21 millones. Eso no se puede cambiar.
Por lo tanto, aunque la demanda pueda aumentar, la cantidad disponible no lo hará, esa es la escasez garantizada que hace tan valiosa a esta criptomoneda.
Lo que debes preguntarte es si este momento, en el que los grandes medios alardean el fin de cripto mientras los fondos institucionales aumentan sus compras, es, verdaderamente, lo último que tenía el criptomercado para dar…
Cripto es muy nuevo aún y, además de la tecnología, hay un dato de fomento de adopción que está avanzando de manera sostenida: las regulaciones.
La regulación de las criptomonedas puede traer más adopción de estas monedas digitales debido a que generar un ambiente seguro lejos del mercado salvaje que te comentaba al principio, puede ayudar a aumentar la confianza de las personas en el uso de criptomonedas.
Por ejemplo, si no sabías, hace apenas dos semanas JP Morgan anunció que está desarrollando (y patentando) una wallet para que sus usuarios puedan tener guardadas sus criptomonedas como también invertir en plataformas DeFi.
Fuente: Investing.com
Para que una institución tan representativa de las finanzas tradicionales como JP Morgan pueda tener esta característica en sus servicios, deben existir mayores regulaciones que garanticen la seguridad de la inversión.
Esta vez, será JP Morgan y no un extravagante exchange dirigido por un niño prodigio quien asegurará el ingreso cripto a tantas personas que, hoy, consideran descabellada la idea de comprar o vender criptomonedas.
Además de esto, la regulación puede proporcionar un marco legal que proteja a los usuarios y asegure que las criptomonedas sean utilizadas de manera justa y transparente.
En general, la regulación puede contribuir a crear un entorno más seguro y predecible para el uso de criptomonedas.
Pero no te voy a pedir que tomes mi palabra al respecto.
Te invito a leer el informe de octubre pasado del gigante financiero europeo con más de 150 años de historia en gestión de capitales, el Deutsche Bank:
Fuente: Deutsche Bank
Si observas el primer gráfico de precios que te mostré, puedes ver cómo el volumen de operaciones, hoy, a estos bajos precios, tiene un leve aumento respecto a los de noviembre de 2021, cuando bitcoin alcanzó los USD 69.000.
Eso significa que las grandes carteras de capital están acumulando bitcoin para el futuro.
Quizá sea el momento de prestar atención a esos peces gordos…
Te dejo un saludo.
Santiago Coates es licenciado en Administración de Empresas (Universidad de San Andrés). Estudia y analiza el mundo de las criptomonedas y las finanzas descentralizadas desde 2018. Actualmente es analista de inversiones cripto en el equipo de Inversor Global y publica habitualmente en Mercado en 5 minutos y Membresía Cripto.
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