Tres años atrás la Fed, el Banco Central de Estados Unidos, se equivocó. Y muchos se burlaron de él.
Por ello, cuando un año y medio atrás la Fed comenzó a subir la tasa de interés con el ambicioso objetivo de bajar la inflación sin caer en recesión, muchos más se rieron. Ese objetivo era imposible, decían muchos especialistas. Si lo lograba era un milagro.
Hoy, un poco más de un año después, ese milagro parece estar un poco más cerca.
En esta nota quiero explicarte un poco mejor esta historia y cómo los comportamientos de la Fed influyen en forma sustancial sobre tu bolsillo.
Empecemos por el principio, marzo de 2020. Se dispara la pandemia y Estados Unidos se cierra. Millones de personas a sus casas, millones de comercios y empresas cerradas. Ante este acontecimiento que no tenían antecedentes en la historia, el gobierno de Estados Unidos se asusta.
Tenían terror que la economía colapse como un castillo de naipes de un día para el otro. Por ello, aprovecharon esa herramienta que tienen los gobiernos que es imprimir dinero. El gobierno norteamericano inserto trillones de dólares en la economía en forma de subsidios, prestamos, inversiones, lo que sea. Los dólares inundaron la economía.
Y el mismo tiempo, la Fed bajo la tasa de interés al 0%. Quería incentivar a las empresas y personas a que tomen préstamos a costo casi cero para que puedan mantener el consumo. Para que puedan pagar sus préstamos hipotecarios o prendarios. Para que puedan seguir financiando su estilo de vida, por más que muchos se quedaron sin ingresos por la pandemia.
Y ese objetivo el gobierno norteamericano lo logró. La economía norteamericana no colapso mientras estaba todo cerrado.
Pero, los críticos de esta política de la Fed decían que este tremendo estímulo monetario iba a provocar inflación. Que era inevitable que con tanto incremento de la oferta de dólares la inflación no llegase. La Fed se defendía y decía que el incremento de la inflación iba a llegar, pero, que iba a ser transitorio.
Pero se equivocó. La inflación no solo subió y mucho, sino además se volvió permanente.
La inflación alcanzó un máximo de más del 9% en los Estados Unidos y la métrica del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se mantuvo por encima del 5% durante aproximadamente dos años. No hubo nada transitorio en la inflación que devastó al 50% inferior de los ciudadanos que no tienen activos invertibles.
Y este error de cálculo de la Reserva Federal se sumo a su fallido pronóstico de que la tasa de interés iba a estar por debajo del 1% durante los próximos años. Dado que las personas y las empresas planificaron sus vidas a partir de esa guía, el Banco Central violó su confianza cuando hicieron exactamente lo contrario.
Estos dos contratiempos dejan en claro por qué muy pocas personas creyeron en la Fed cuando declaró su intención de lograr un aterrizaje suave de la economía estadounidense en 2022. La idea era que los líderes de la política monetaria podrían aumentar las tasas de interés y drenar la liquidez de la economía, sin experimentar un aumento significativo del desempleo o una contracción significativa de la actividad económica.
Todos, desde los participantes del mercado hasta los ex banqueros centrales, destacaron la casi imposibilidad de esta tarea. Porque la teoría económica dice que si un Banco Central aumenta la tasa de interés, los consumidores van a pedir menos préstamos y van a gastar menos, por lo tanto, la economía va a entrar en recesión y el desempleo va a subir.
Pero, en un golpe de genialidad o un lote de buena fortuna, cada día parece más probable que la Reserva Federal logre su objetivo de aterrizaje suave. Esto quiere decir que la economía disminuye su actividad, la inflación baja, pero al mismo tiempo no se entra en una recesión y un aumento del desempleo.
Ayer, el banco central elevó la tasa de interés en 25 puntos básicos a un rango objetivo de 5,25% – 5,5%, que es el rango de tasa de interés más alto en 22 años.
Esta fuerte aceleración en la tasa de interés nunca había ocurrido antes. La opinión de consenso ha sido que una recesión sería inminente porque no se pueden aumentar las tasas de interés tan rápido sin romper las cosas.
Pero después de recibir más datos, la respuesta parece más complicada de lo que pensábamos anteriormente. |