Inversor Diario

Todo lo que necesitas para invertir en opciones: cerramos la trilogía

Hoy terminaremos esta guía sobre cómo usar opciones financieras. Y para cerrar con broche de oro, te mostraré los detalles de algunas estrategias muy útiles que puedes comenzar a emplear tú mismo.

Recuerda que puedes escuchar esta columna en Spotify en Inversor Global Podcast.

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Ya hemos hablado de cómo los contratos call y put funcionan por sí solos.

Si compras un contrato call, pagas dinero por el derecho a comprar acciones a un precio específico. Y cuanto más alto coticen las acciones, más valdrá ese contrato call.

Si compras un contrato put, pagas dinero por el derecho a vender acciones a un precio específico. Y cuanto más baja sea la cotización de las acciones, más valdrá ese contrato put.

También puedes irte al “otro lado” del acuerdo.

Puedes vender (o “suscribir”) un contrato call, lo que le da a otra persona el derecho a comprar tus acciones. Y también puedes vender un contrato put, lo que le da a otra persona el derecho a venderte acciones.

Cada vez que vendes un contrato de opciones en tu cuenta, ya sea un put o un call, recibes ingresos.

La versatilidad de los contratos de opciones entra en juego cuando combinas dos o más contratos para obtener varias ganancias y beneficios al mismo tiempo.

Hay miles de formas de combinar estos contratos con acciones para salir ganando en diferentes escenarios.

El día de hoy, te mostraré algunas de las estrategias básicas de las opciones, para que veas cómo funcionan algunas de estas combinaciones.

¡Comencemos!

Movimientos extremos (en cualquier dirección)

Comencemos con una situación en la que esperamos que una acción se mueva drásticamente, ya sea hacia arriba o hacia abajo.

Tal vez sea una empresa con un importante reporte de ganancias o una empresa farmacéutica próxima a recibir aprobación (o desaprobación) para algún medicamento.

Las buenas noticias podrían hacer que las acciones se disparen. Pero noticias decepcionantes podrían provocar una fuerte caída en el precio.

Dado que esperamos un movimiento significativo, pero no estamos seguros en qué dirección, tendría sentido comprar un contrato call y un contrato put.

Si el precio de las acciones sube bruscamente, ganaremos mucho dinero con nuestro contrato call.

Es probable que generemos muchas más ganancias en el contrato call de lo que perderemos con el contrato put.

Y lo mismo a la inversa: obtendremos un resultado similar si hay una fuerte caída en el precio de las acciones.

Sí, perderemos con el call compramos. Pero ganaremos mucho con el contrato put que tenemos, y las ganancias deberían compensar con creces las pérdidas.

En este escenario, debes considerar cuidadosamente cuánto estás pagando por cada opción.

Esto es importante, porque necesitarás que las acciones se muevan lo suficiente (ya sea hacia arriba o hacia abajo) para que puedas vender la opción ganadora (ya sea un put o un call) por encima del precio que pagaste por ambos contratos.

Repito: si la acción se dispara y generas ganancias con el call, tienes que poder venderlo por un precio mayor al que pagaste por ese call y el put. Lo mismo a la inversa. De lo contrario, perderás dinero.

Ganando con el spread

Un spread de crédito es una estrategia en la que combinas posiciones con opciones que te dejen con más dinero (o crédito) en tu cuenta.

Comencemos con lo que se conoce como un “spread alcista”.

Con esta estrategia, comenzarías vendiendo un contrato put de una acción que te gustaría comprar, con la intención de generar ingresos.

Para este ejemplo, digamos que capturamos ingresos de la venta de un contrato put con precio de ejercicio de USD 115 para Apple Inc. (AAPL).

La venta del contrato put pone dinero directamente en tu cuenta.

También te obliga a comprar 100 acciones de AAPL a USD 115 si las acciones cotizan por debajo de ese nivel y el propietario del contrato quiere venderte sus acciones.

Luego, comprarías un contrato put diferente, pero con esa misma acción: AAPL. Supongamos que deseas comprar un contrato put AAPL con precio de ejercicio de USD 105.

Dado que este contrato put requeriría que AAPL opere a un nivel mucho más bajo antes del vencimiento del contrato, este contrato costará mucho menos que el contrato put de USD 115.

Aun así, te costará algo de capital comprar este contrato en tu cuenta.

Entre la venta del contrato put de USD 115 y la compra del contrato put de USD 105, recibirás más dinero del que pagaste. Es por eso que esto se considera un “spread (o diferencial) de crédito”.

Al mismo tiempo, tendrás la obligación de comprar acciones a USD 115 y el derecho de venderlas a USD 105.

De esta manera, estás limitando la cantidad de riesgo que tiene esta jugada.

Lo máximo que podrías perder en esta operación, es la diferencia entre los USD 115 que pagarías por las acciones de AAPL y los USD 105 que recibirías por vender tus acciones.

Y ten en cuenta que estás recibiendo efectivo por ingresar a esta operación. Entonces, tu riesgo total en este ejemplo es menos de USD 10 por acción.

Podrías emplear una estrategia similar para lo que se conoce como un “spread bajista”.

Aquí venderías un contrato call (como un call AAPL con precio de ejercicio de USD 130) y luego comprarías un contrato call con un precio de ejercicio más alto (por ejemplo, un call AAPL con precio de ejercicio de USD 140).

Los ingresos recibirás al vender el contrato serán mayores que la cantidad que pagues. Por lo tanto, obtienes un “crédito” por ingresar a esta jugada.

Al mismo tiempo, podrías verte obligado a vender acciones a USD 130 y comprarlas a USD 140.

Por lo tanto, tu riesgo con esta jugada es de USD 10 por acción, menos el crédito que recibas por ingresar a la operación en primer lugar.

Spreads y especulaciones con opciones

Otra forma de combinar los contratos de opciones, es pagando para comprar un contrato y luego vender un contrato similar por un precio un poco más bajo.

Para esta estrategia, terminarás pagando más por el contrato que compres de lo que recibirás del contrato que vendas.

Entonces, en total, invertirás tu capital sin un “crédito”. Es por eso que este tipo de operaciones se denominan “spreads de débito”: porque, en última instancia, “debitas” dinero de tu cuenta.

Un ejemplo sería comprar un contrato call para una acción como AAPL que crees que cotizará al alza a futuro. Supongamos que decides comprar contratos call de AAPL con precio de ejercicio de USD 130.

Luego, podrías vender otro contrato call con un precio de ejercicio más alto. Por ejemplo, supongamos que vendes contratos call de AAPL con precio de ejercicio de USD 140.

Con este tipo de operación, podría pagar USD 5 por acción para comprar los calls con precio de ejercicio de USD 130. Y tal vez recibas USD 2 por acción por vender los calls con precio de ejercicio de USD 140.

Con una operación así, disminuirías en un 40% cuánto estás pagando para especular con AAPL.

En lugar de pagar USD 5 por acción, solo pagarías un neto de USD 3 por acción.

El lado positivo de este tipo de jugadas, es que pagas menos que si estuvieras comprando solo el contrato call.

La desventaja, es que tus ganancias potenciales son limitadas.

Cuando vendes el contrato call de AAPL con precio de ejercicio de USD 140, estás obligado a vender acciones a USD 140.

Así que solo podrás obtener una ganancia de USD 10 en las acciones si terminas comprando a USD 130 y vendiendo a USD 140.

Ya que pagaste un costo neto de USD 3 por acción para ingresar a la operación, tu ganancia máxima posible es de USD 7 por acción. (La ganancia de USD 10 de la compra y venta de acciones menos los USD 3 que pagaste para ingresar a la jugada).

Por lo tanto, al emplear esta estrategia, estás disminuyendo la cantidad que pagas para ingresar a la operación. Pero también estás limitando el beneficio potencial.

Siempre hay ventajas y desventajas. Es cuestión de encontrar un balance.

Estos son solo algunos ejemplos de operaciones con spread que puedes utilizar para generar ingresos o especular sobre la dirección de una acción en particular.

Una rápida advertencia…

Cuando comiences a emplear estrategias como estas, usa muy poco capital para comenzar.

Así, si las cosas no van como esperas, podrás aprender un poco más sobre cómo funcionan estas operaciones sin arriesgar demasiado.

Luego, una vez que hayas armado posiciones de este tipo, podrás sumar más capital a tus operaciones y asegurar mayores ganancias.

Y asegúrate siempre de saber siempre cuál es el peor escenario antes de invertir.

A veces es fácil concentrarse demasiado en las ganancias potenciales.

Si bien estas operaciones pueden ser bastante rentables, es igualmente importante comprender qué está en riesgo.

Y, ante todo: nunca inviertas en opciones financieras capital que no puedes perder.

Si no leíste la segunda parte de esta guía para opciones financieras, podrás encontrarla más abajo.

¡Éxitos!

Zach Scheidt

Para El Inversor Diario

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