Cuando ya estaba a punto de perder las esperanzas de vivir del trading, sucedió algo que cambió por completo mi visión. Desarrollé un sistema para operar que tiene un 85% de efectividad y hoy te cuento cómo lo logré.
Mis primeros años como trader fueron algo frustrantes. Y creo que habría necesitado que alguien me dijera esto: No hagas análisis técnico.
Me habría ayudado a no perder tanto dinero.
Los métodos que habitualmente se difunden en videos de Youtube, grupos de Whatsapp y principales libros de mercados financieros, enseñan un tipo de lectura de los activos financieros con una probabilidad de éxito y rentabilidad positiva menor a 50%. Son métodos de análisis técnico.
Mis primeros tres años en los mercados financieros fueron realmente muy entretenidos. Pero también, como el 97% de los inversores, perdí dinero.
Lo recuerdo como si fuera hoy, en el primer curso que tomé, me enseñaron a dibujar sobre los gráficos de precios. El profesor dictó sus contenidos sobre soportes, resistencias, líneas de tendencia, canales, triángulos y algo llamado “hombro cabezas hombro”.
Me parecía fascinante, un sinfín de figuras que se respetaban en todos los ejemplos que el profesor mostraba. Probé los ejemplos operando en tiempo real, y adivina cuál fue mi experiencia.
Sí, perdí dinero. Me dije a mi mismo: “Manuel, falta práctica y estudio”. Decidí tomar más cursos sobre chartismo y Ondas de Elliot. Nuevamente me volqué al mercado a pronosticar precios y los resultados. Aunque con algunas operaciones positivas esta vez, el resultado final seguía siendo negativo.
La frustración comenzó a ser el sentimiento que se apoderaba de mí cada día de trading. Una, dos, tres operaciones y luego una racha perdedora que sepultaba mi esperanza (cada vez más leve) de vivir del trading.
Organicé una actividad en mi colegio – sí, empecé a hacer trading muy joven-, invité a un orador de talla internacional. Hablamos de mercados durante una hora y media, frente a más de mil alumnos. El magister orador se asombró por la convocatoria y algunas intervenciones que hice en la charla, y decidió gestionarme una beca para estudiar en el extranjero Finanzas y Risk Management. Ese día, mi vida (y mi trading) cambiaron para siempre.
Llegué a una universidad en donde los dibujos, los conteos de ondas, los RSI, MACD, etc, no tenían ningún significado. Creo que, desde ese día, nunca más los oí. Las conversaciones empezaron a ser sobre álgebra, matemática avanzada y estadística.
En mis primeros encuentros con compañeros, no entendía cómo podía siquiera existir un vínculo entre esas materias y hacer trading.
Más tarde comprendí que en el trading profesional solo se habla de esas cosas.
Recuerdo una frase que esbozó en la facultad un trader que llevaba más de 15 años como portfolio manager: “El mercado debe comprenderse no como un fenómeno social incomprensible, ni como una cuestión religiosa, sino que debe entenderse como una serie de datos”.
Claro, pretender que un precio suba porque está en una línea de RSI es un acto cuasi religioso y querer “entender” los movimientos de precios también. Porque como ya hemos comprobado, los precios están completamente disociados de la realidad.
La pandemia fue una prueba de eso. Empresas que cerraban mientras sus acciones subían. Solo quedaba una alternativa, comenzar a hacer estadística y a generar modelos matemáticos para comprender la dinámica de mercado.
Y lo hice. Me sumergí en este tipo de análisis y sus infinitas vertientes. La ventaja principal que tiene es que, al estar basado en datos y estadísticas, sabes la probabilidad de éxito que tiene tu operación.
Estudié, analicé y determiné cuáles son las variables más eficaces para decidir cuándo y qué activo operar. Y logré desarrollar un sistema propio, que tiene una probabilidad cierta de éxito del 85%.
Pero no llego a este porcentaje por casualidad.
No acierto, esto no es azar. Tengo éxito.
Y para lograrlo sigo estos tres simples pasos:
Y luego solo queda ganar dinero.
Entonces, sí es posible vivir del trading.
No solamente porque mi sistema me permite tener previsibilidad sobre los ingresos que voy a conseguir como trader, sino también porque obtuve algo mucho más importante: La tranquilidad de trabajar con datos, lo que me permite gestionar correctamente mis emociones al tradear.
Por eso, si estás comenzando a hacer trading debes tener en claro que eres como un bebé aprendiendo a caminar. Al principio vas a caerte cada dos pasos, con el tiempo lograrás más estabilidad y los tropiezos serán menos frecuentes.
Y un día, al igual que ocurre con los niños, estarás corriendo más rápido de lo que hubieras imaginado.
En ese camino de aprendizaje puedes buscar apoyo en profesionales con experiencia, que pueden ayudarte a que las pérdidas no te desanimen al punto de llevarte a pensar que esto no es para ti.
Manuel Roberto Couso nació en la ciudad de buenos aires, y con sólo 22 años es diplomado en Finanzas y Adminstración de riesgo y Management en la Universidad Austral. Además, es fundador de Academia Merval, Altum y Grupo Zafiro. También es scalper de índices y trader especialista en análisis cuantitativo.
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