Los más pesimistas esperan todo el tiempo que el mercado de las criptomonedas colapse. Exageran los avances y las caídas. Hoy suenan las sirenas. Te cuento qué debés hacer para que sean música para tu bolsillo.
Por Gonzalo Arzuaga
En 2020 vamos a morir.
El estado de alarma se ha vuelto el nuevo normal de los mercados y las criptomonedas no escapan a ello.
En enero, cuando se auguraba el comienzo de la “Tercera Guerra Mundial”, los inversores huyeron de los activos de riesgo (las acciones) y aumentaron los precios de los commodities más comunes en los que se suele resguardar el capital: el oro, el petróleo y, ahora también, el bitcoin.
En vista de que en mayo tendrá lugar el halving de bitcoin y que, tradicionalmente, es el comienzo de un bullmarket cripto que dura unos 18 meses, los operadores interpretaron el incremento de precio de enero como anticipación al mercado alcista.
De esa manera, comenzaron a comprar “antes de que subiera más”. Mucho nivel de compra frente a la cantidad usual de vendedores provocó que el precio de las criptomonedas aumentara.
Pero las cosas han cambiado en los últimos días.
El mal negocio de la adrenalina
Hay dos tipos de publicaciones sobre cripto que los medios no especializados aman: los avances extraordinarios y las caídas estrepitosas.
Cuando suceden los primeros, “los nerds se hacen ricos con esas cosas digitales tan extrañas” (¡qué lástima no entender y quedar afuera de las criptomonedas!). Cuando suceden las segundas, “la burbuja de esas cosas tan extrañas despluma las billeteras de un montón de nerds” (¡qué bueno no invertir en criptomonedas!).
En enero y febrero (cuando bitcoin, que venía de unos meses bajistas y oscilaba entre USD 6.900 y USD 7.400 para comenzar a tocar techos de USD 9.000 y USD 10.400), las noticias positivas comenzaron a abundar.
Los medios no especializados, que ignoran por lo general el mercado cripto, comenzaban a hablar del halving de bitcoin semanalmente. “Se vienen esos rallys alcistas de las criptomonedas que hace que una inversión de centavos valga millones”.
La semana pasada, bitcoin cayó casi 20% y está rebotando entre los USD 8.500 y los USD 8.900. Así, las noticias que aparecen ahora son las pesimistas: “estalla la burbuja de las criptomonedas”, “un derrumbe de 20% en un mercado basura”.
Los oportunistas que compraron caro en enero, vendieron barato en febrero. Y lo más seguro, es que vuelvan a comprar caro a partir de mayo cuando efectivamente suceda el halving.
La “burbuja” de las criptomonedas
Se suele escuchar que el problema con las criptomonedas es que son una burbuja, una ilusión. Un mercado completamente irracional. Pero es una concepción equivocada: en cripto, lo irracional son los operadores, no las criptomonedas.
Las criptomonedas son el pago que se realiza a los encargados de registrar las transacciones de la tecnología que avala cada cripto: su blockchain. Este registro de transacciones es lo que permite la ejecución de los contratos inteligentes, es decir, el intercambio de información de forma automática y descentralizada.
¿Qué significa esto? Un sistema de intercambio de información que no para nunca, que no se cae, que no falla. Un sistema que no-se-puede-hackear. Cualquier hipótesis de tecnología digital del futuro cercano necesita de blockchain.
Entonces, las criptomonedas son el activo subyacente de la tecnología de la cual depende cualquier hipótesis de futuro.
Sin embargo, actualmente el mercado de criptomonedas es puramente especulativo. Se mueve estrictamente por el humor del mercado, y el humor es alimentado por los precios y los rumores. Esto de estar al pulso del minuto a minuto es lo que hace que el mercado sea tan volátil… y rendidor si sabes sacarle el jugo.
El problema es que los operadores inexpertos que llegan a cripto intentan leerlo como al mercado de acciones… y cripto los aniquila.
Ir en contra de los alarmistas
Debes saber algo: la mayoría de quienes opinan sobre criptomonedas no saben nada del mercado cripto. Analizan este mercado como si fuese el bursátil y salen aterrados. Si lo disruptivo fuese amable, no sería revolucionario.
Para ganar en el mercado de criptomonedas debes ir en contra del sentido de la mayoría de los operadores. La volatilidad y rendimientos hace que la mayoría de los operadores busque:
• Realizar operaciones de corto plazo (trading).
• Comprar cuando los precios comienzan a subir.
• Vender en rendimientos de más de 40%.
Si querés llegar a tener una pequeña ganancia en cripto, la manera más sencilla es que inviertas una gran fortuna y utilices esa estrategia…
La otra manera, es tomar un pequeño capital y hacer exactamente lo contrario:
• Apuntar al largo plazo (Buy&Hold).
• Comprar cuando los precios caen.
• Capturar pequeñas ganancias cuando los precios suben.
La primera estrategia es la favorita de los alarmistas. Empujan subas extraordinarias de criptos, con una estampida de compra cuando los precios suben, y derrumban las cotizaciones, con una estampida de ventas cuando los precios bajan.
Es decir, los alarmistas compran caro y venden barato. Así confirman su teoría de que cripto es una picadora de dinero.
2020, lejos de ser el año en que todos vamos a morir, es el año del halving de bitcoin. Este evento, programado en su código cada cuatro años, ha impulsado los mercados alcistas más memorables de las criptomonedas.
Mientras los alarmistas sostienen que las criptomonedas son una burbuja a punto de explotar, este mercado lleva más de diez años ofreciendo rendimientos que no se pueden lograr en años de inversión bursátil, y bitcoin fue nombrada “la mejor inversión de la década” por Bank of América.
Mientras los alarmistas ignoran al mercado de criptomonedas, Bitcoin fue la inversión más rendidora de 2019, con un rendimiento superior al 100% de enero a diciembre.
Este puede ser el año en que tu vida financiera cambie para siempre. ¿La clave? Ser racional en un mercado plagado de irracionales.
¡Éxitos y buenas inversiones!
Gonzalo Arzuaga
Especialista en inversiones cripto
Para Inversor Global
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.
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Es especialista en criptomonedas y en inversiones vinculadas a tecnologías disruptivas. En 1996, cuando casi nadie sabía de qué se trataba internet, se convirtió en millonario vendiendo su sitio de búsquedas de contenidos. Es editor de Cryptoinsider, donde recomienda las mejores operaciones con criptomonedas.
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