En1980, cuando Paul Volcker presidía la Fed, las presiones por la recesión y la destrucción de empleo lo llevaron a frenar la suba de tasas cuando la inflación todavía no estaba controlada. Un año después tuvo que llevar la tasa de interés a niveles históricos… Y generó recesión mucho más dura y extensa. Ese error es el que Powell teme cometer.
Con frecuencia he dicho que pronosticar la política de la Fed es fácil. La Reserva Federal te dice lo que planea hacer por adelantado. Esta es la Reserva Federal “sin drama”.
Todo lo que tienes que hacer es escuchar lo que dicen y creerles. No quieren sorprender a los mercados ni desencadenar una volatilidad inesperada. Así que señalan con anticipación sus pasos y se mueven en consecuencia.
En realidad, hay un poco más que eso.
La Fed también envía señales a través de filtraciones a reporteros elegidos. Necesitas saber qué reporteros son los elegidos y para qué publicaciones escriben. De vez en cuando los cambia, por lo que debes estar alerta.
Aun así, es fácil saber lo que viene si sabes dónde mirar y a quién escuchar.
La parte difícil es detectar cuándo la Reserva Federal está en el camino equivocado (por lo general, lo están) y cuándo se darán cuenta (por lo general, demasiado tarde). En base a eso puedes pronosticar cuanto y qué tan grave será el daño que le haga a la economía antes de cambiar de rumbo.
Eso es más difícil y el momento puede ser complicado, pero ese es el verdadero arte de los pronósticos de la Fed.
Lo siento, Wall Street
Dicho todo esto, la Fed anunció dos decisiones políticas la semana pasada: la primera es la suba de los tipos de interés un 0,50%. La segunda es que pueden seguir subiendo las tasas por mucho más tiempo de lo que espera el mercado.
El mercado sigue tratando de recuperarse con la ilusión de tipos más bajos, mientras que Powell sigue intentando alejar a los mercados de esa narrativa, con sus discursos.
Por ejemplo, las acciones subieron el viernes 2 de diciembre cuando el informe de empleo de noviembre mostró una disminución de los salarios reales, una disminución de las horas trabajadas y una disminución de la participación en la fuerza laboral.
Los alcistas vitorearon porque esa noticia negativa pareció confirmar su opinión de que los recortes de tasas están en camino. Pero no duró.
Powell mantuvo una postura agresiva en una serie de discursos de alto perfil (26 de agosto, 21 de septiembre, 2 de noviembre, 30 de noviembre y 14 de diciembre), y a través de filtraciones de prensa.
Powell no ha terminado
Creo que deberíamos esperar al menos dos subidas de tipos más. Mi estimación es una subida de tipos del 0,50 % el 1 de febrero de 2023 y una subida de tipos del 0,25 % el 22 de marzo. Esas son las fechas de las próximas dos reuniones del FOMC.
Hay otra reunión el 3 de mayo. Es demasiado pronto para hacer una buena estimación de lo que hará la Fed, pero Powell no ha descartado otra suba de tipos para entonces.
La economía sufrirá una severa recesión como consecuencia de la política monetaria restrictiva, y probablemente sea pronto. Dado que el impacto de la suba de tasas en la economía generalmente tiene un retraso de quizás nueve meses a un año, podemos esperar que la economía se vea afectada en 2023 por las agresivas subas de este año.
Pero una vez que estemos en una recesión, los recortes de tasas no servirán de nada. El Quantitative easing (QE) tampoco. La recesión ocurrirá en un contexto de precios de energía más altos, interrupción de la cadena de suministro (ha vuelto) y un colapso chino.
Buena suerte superando eso.
En este escenario, los osos se comen a Ricitos de Oro.
La Fed frenará de golpe las subas de tipos y probablemente tendrá que recortarlos para junio próximo.
¿Por qué no reducirá las tasas antes?
El error Volcker
Jay Powell no quiere repetir el error de Paul Volcker, que también luchó contra la inflación con subas de tasas, pero las recortó demasiado pronto y llegó a arrepentirse.
Cuando Paul Volcker fue nombrado presidente de la Fed, en 1979, inmediatamente se dispuso a poner fin a la peor inflación que se vio en Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial, aumentando las tasas.
Para enero de 1980, el país se vio afectado por una recesión. El desempleo aumentó al 7%. Y la inflación todavía era del 14,7% en abril de 1980, pero Volcker estaba bajo una intensa presión para reducir las tasas frente a la recesión y los despidos.
La Reserva Federal parpadeó y Volcker redujo la tasa objetivo de los fondos federales en 7 puntos porcentuales.
La recesión terminó en julio de 1980, pero no la inflación. La inflación, a fines de 1980, aún superaba el 12%.
La Fed y Volcker habían dañado su credibilidad como luchadores contra la inflación.
Esto se conoció como el infame error Volcker.
A partir de ahí, todo fue de mal en peor. Debido al daño a la credibilidad causada por el error, las tasas de interés tuvieron que subir aún más. Fue en este tramo que la tasa objetivo de los fondos federales alcanzó el 20%, en junio de 1981.
Este nivel extremo desencadenó otra recesión en julio de 1981, la segunda en dos años. La recesión de 1981-1982 fue la peor desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y las tasas de interés todavía eran del 15% a mediados de 1982.
La gravedad de esa recesión no fue superada hasta la crisis financiera mundial de 2008.
El punto es que cuando Volcker bajó las tasas en 1980, el trabajo de vencer la inflación no había terminado. La inflación subió aún más y Volcker tuvo que tomar medidas aún más extremas para finalmente controlarla.
“La lección para la Reserva Federal hoy es obvia”
Si Volcker hubiera ignorado la recesión de 1980, la inflación podría haber bajado en 1981. En cambio, duró hasta 1983 y solo fue derrotada por una recesión peor que la que preocupaba inicialmente a Volcker.
La lección para la Fed hoy es obvia.
La Fed ignoró por primera vez la inflación a mediados de 2021, al calificarla de transitoria. En ese momento, la tasa de política de la Fed era del 0%. La batalla contra la inflación comenzó en marzo de 2022, con una suba de tipos del 0,25%.
La inflación aumentó a una tasa anualizada de 9,1% en junio de 2022, 8,5% en julio, 8,3% en agosto, 8,2% en septiembre y 7,7% en octubre. En otras palabras, la inflación está bajando, pero a un ritmo dolorosamente lento.
El problema es que Powell pronto se encontrará enfrentando exactamente el mismo dilema que Volcker en mayo de 1980: la misión de reducir la inflación no ha terminado, pero el aumento del desempleo y la recesión crean una enorme presión para reducir las tasas de interés.
La pregunta para los observadores del mercado y los inversores es: ¿Jay Powell parpadeará como lo hizo Volcker en 1980? ¿La Fed reducirá las tasas en una recesión o mantendrá la lucha contra la inflación hasta que termine?
Jim Rickards
Para El Inversor Diario
Abogado y economista. Fue asesor de la CIA y el Pentágono y hoy es uno de los analistas financieros más leídos en Estados Unidos. Cuenta con 35 años de experiencia analizando exitosamente el contexto macroeconómico global. Gracias a una alianza con Agora Financial de Estados unidos, en Inversor Global es editor para Inteligencia Estratégica.