El lanzamiento del ETF REX-Osprey marca un antes y un después para las criptomonedas en Estados Unidos. Por primera vez, los inversores pueden acceder a Solana —y a sus recompensas de staking— desde un bróker tradicional.
Por Iñaki Apezteguia
Este martes 2 de julio de 2025, el mercado financiero estadounidense vivió un hecho histórico. Por primera vez, se lanzó un ETF que ofrece exposición directa a Solana (SOL) y, al mismo tiempo, acceso a recompensas de staking. El producto se llama REX-Osprey Solana + Staking ETF, opera bajo el ticker SSK, y representa un cambio profundo tanto para el mundo cripto como para la industria de fondos cotizados.
Este ETF fue aprobado de manera no convencional. En lugar de recibir una aprobación directa por parte de la SEC, el fondo fue autorizado a operar luego de que el organismo no presentara objeciones formales tras revisar su estructura legal. Lo más novedoso es que el ETF fue constituido como una C-corporation bajo el Investment Company Act de 1940, un mecanismo distinto al más común Securities Act de 1933, que se utiliza para la mayoría de los ETF vinculados a criptomonedas.
Inicialmente, la SEC mostró reparos sobre si un producto como este —con recompensas por staking— podía encuadrarse dentro del marco regulatorio para fondos cotizados. Las preocupaciones giraban en torno a la transparencia del mecanismo de staking, los riesgos de custodia y la manera en que se calculan y distribuyen los rendimientos. Sin embargo, tras varias instancias de revisión, ajustes y diálogo entre las partes, el regulador emitió un “no comment”, habilitando la salida al mercado del ETF sin bloquear ni objetar su lanzamiento.
La estructura del fondo es innovadora en muchos frentes. El ETF está compuesto principalmente por Solana en spot, aunque también mantiene una porción de activos en SOL en staking y otros tokens líquidos de staking, lo que permite distribuir a los accionistas una recompensa estimada actualmente en el 7,3% anual. De esta manera, los inversores no solo capturan el rendimiento por apreciación de precio de SOL, sino también ingresos pasivos por participar en la validación de la red.
El debut fue contundente. En su primer día de operaciones, el ETF SSK registró USD 12 millones en entradas netas y un volumen negociado de USD 33 millones, cifras que reflejan un apetito creciente por productos que combinen rendimiento cripto con acceso a través de brokers tradicionales.
Este paso genera un precedente clave. Hasta ahora, los productos cripto listados en bolsa —como los ETF de Bitcoin o Ethereum— se limitaban al seguimiento de precio. El REX-Osprey agrega una nueva dimensión: el rendimiento nativo de las blockchains. Es un avance técnico y simbólico que deja la puerta abierta para la próxima ola de ETF basados en altcoins con staking.
El impacto regulatorio es significativo. La SEC viene mostrando una evolución en su actitud frente a los productos financieros basados en criptoactivos. Desde la llegada de Paul Atkins a la conducción del organismo, con un enfoque más aperturista y pro-mercado, más de 70 solicitudes de ETF vinculados a criptomonedas están siendo evaluadas. Entre ellas, destacan propuestas sobre XRP, Cardano, Avalanche, Dogecoin y otros activos que buscan replicar el camino abierto por el SSK.
La nueva administración ha dado señales claras de que la innovación en productos financieros regulados será bien recibida siempre que se cumplan con criterios de transparencia, protección al inversor y claridad en la operatoria. De hecho, la misma SEC está solicitando a varios emisores de ETF de Solana que modifiquen y vuelvan a presentar sus solicitudes, lo que sugiere que podrían otorgarse nuevas autorizaciones en los próximos meses.
Sin embargo, esto no implica que se haya liberado una avalancha automática de aprobaciones. La SEC continúa mostrando cautela frente a ciertas estructuras. En especial, mantiene bajo revisión aquellas propuestas que involucran mecanismos de staking complejos, cuestiones de custodia, liquidez de los activos subyacentes y la transparencia en la gestión de los tokens. Se espera que las próximas resoluciones se conozcan hacia octubre de este año, con foco en las aplicaciones pendientes sobre XRP, Solana y Avalanche.
El caso del ETF SSK demuestra que, con una estructura legal adecuada y una estrategia regulatoria clara, es posible avanzar en la institucionalización de productos cripto. El modelo de C-corporation elegido por REX y Osprey abre un nuevo camino que probablemente será seguido —o al menos estudiado— por otros emisores que busquen sortear los cuellos de botella normativos que hasta ahora frenaban a los ETF con rendimiento nativo.
Desde el punto de vista del inversor, el valor de esta innovación es inmenso. El staking, hasta ahora, estaba reservado a quienes se animaban a operar billeteras digitales, smart contracts o plataformas descentralizadas. Hoy, por primera vez, ese rendimiento está disponible desde cualquier cuenta de inversión tradicional, con liquidación diaria y sin salir del marco regulado.
La convergencia entre finanzas tradicionales (TradFi) y finanzas descentralizadas (DeFi) dejó de ser un concepto teórico. Hoy es una realidad concreta, tangible, con ticker y volumen. El ETF SSK es la primera expresión exitosa de esa integración, pero difícilmente sea la última.
Con la institucionalización de productos como este, el mercado cripto gana legitimidad, los inversores ganan acceso y el ecosistema se acerca cada vez más a su madurez financiera.
Y como siempre en estos casos, quienes entiendan el cambio antes que el resto… estarán un paso adelante.
Iñaki Apezteguia
Para Zoom de Mercado
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