Antes de arrancar mi columna de hoy, te cuento que me estoy preparando para presenciar un evento que promete ser revolucionario.
Gonzalo Arzuaga es el primer argentino en hacerse rico gracias a Internet. Promediando la década de los ‘90, fundó el buscador Gauchonet y se lo vendió a Terra en 1999 por una cifra millonaria.
Gonzalo tiene la capacidad de detectar las grandes tendencias tecnológicas. Hoy se especializa en criptomonedas. El año pasado escribió el libro Money 2.0 en el que te cuenta las estrategias más rentables para invertir en las criptos.
En cuestión de unos minutos, Gonzalo dará una conferencia en la que te explicará cómo ganar dinero a partir de estas divisas digitales.
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Ahora sí, pasemos a la columna de hoy.
Habrás notado que hay ciertas personas que encaran su vida de una forma positiva. Creen en sí mismas, ven lo mejor en las demás personas, tienen la virtud de encontrar oportunidades en todo lugar y sobrellevan las crisis de una mejor manera, enfocándose en las soluciones más que en el nudo de sus problemas.
Definitivamente una persona positiva es aquella que disfruta y le saca el mayor provecho a los buenos momentos y soporta mejor los malos.
La actitud positiva es una cualidad que también puede ser atribuida a los bonos.
Hace unos días analizamos con mis colegas un informe de Balanz Capital en el que sugerían vender el Bonar 20 (AO20) para comprar los bonos Discount en dólares legislación argentina, más conocido como DICA.
El informe plantea las posibles variaciones de los precios de los bonos ante cambios en las tasas de retorno derivados del resultado de las elecciones presidenciales. Y concluye que, independientemente del ganador de la contienda electoral, resulta más conveniente invertir en el DICA que en el AO20.
Esta conclusión está basada en la convexidad de esos bonos. Sobre esta cualidad de los títulos se centrará el news de hoy.
La sensibilidad de los títulos
Sabemos que los bonos de mayor riesgo prometen pagar retornos más altos que aquellos títulos más seguros. Esto es así porque el mercado exige cobrar un premio extra por asumir un riesgo mayor.
En cambio, cuando se percibe que es menos riesgoso invertir en bonos, los operadores destinan una mayor parte de su capital en la compra de estos títulos. Naturalmente la mayor demanda hace que los precios de estos activos suban. A medida que los bonos se hacen más caros, sus rendimientos bajan ya que invertir en ellos implica pagar un precio mayor para tener derecho a cobrar los mismos importes de capital e intereses.
Detrás de los movimientos de precios y rendimientos está el concepto de duration (o duración traducido del inglés) de los bonos.
Por un lado, la duration indica el tiempo promedio que los flujos de capital e intereses tardarán en ser pagados, ponderados por los importes. Y, por el otro, es una medida de sensibilidad que transmite cómo varían los precios de los bonos ante cambios de sus tasas de interés. La duration asume que la relación entre precios y tasas es constante.
Pero esto dista mucho de lo que pasa en la realidad.
Los precios no cambian en la misma proporción si sus rendimientos varían del 10% al 12% que del 1% al 3%.
Para pequeñas variaciones de precios-rentabilidad, la duration es una medida aceptable. Pero para grandes cambios se torna imprescindible el uso de la convexidad.
La cualidad positiva
La convexidad es también una medida de sensibilidad que vincula los movimientos de los precios y tasas de los bonos.
A diferencia de la duration, la convexidad ofrece una alternativa más precisa y superadora a la relación constante entre cotizaciones y rendimientos. Tiene en cuenta la magnitud y la dirección de los cambios en las tasas de interés y cómo ellas influyen en los precios.
Matemáticamente se calcula como la segunda derivada de la curva precio-rendimiento. Su fórmula depende tanto del precio y del plazo como del rendimiento y los flujos de fondos del bono.
Su nombre hace referencia a la forma que adopta la curva que une los puntos de distintos momentos en los que se encuentran las cotizaciones y los retornos.
Fuente: IG
Como podemos ver en el gráfico, los precios de bonos que tienen una mayor convexidad –es decir, aquellos que exhiben una curva más pronunciada- reaccionan mejor tanto a caídas como a subas de los tipos de interés.
De hecho, en niveles bajos de rendimiento, una pequeña caída de la tasa provoca un salto importante del precio. En la vereda opuesta, cuando la tasa es muy alta, un aumento del rendimiento causa una caída marginal en el precio.
En otras palabras, cuando la percepción del riesgo es baja y está en descenso, los precios de los bonos más “convexos” se destacan con subas impresionantes. Mientras que, cuando se percibe un mayor riesgo y los inversores exigen mayores rendimientos, sus cotizaciones no se resienten en gran medida.
Los bonos con mayor convexidad vendrían a ser aquellas personas con actitud y mentalidad positiva, que sacan el mayor provecho a los buenos momentos y saben sobrellevar los episodios críticos de una mejor manera.
Te aconsejaría invertir en ellos ya que conseguirías obtener una mejor relación riesgo-retorno.
Hasta la semana que viene,
Bruno Perinelli
Bruno Perinelli es licenciado en Economía (UBA) y tiene un posgrado de especialización en mercado de capitales. Con 12 años de experiencia operando acciones, monedas, commodities, bonos y derivados, es el jefe de Trading de Inversor Global y ha estado a cargo de tres servicios de análisis de trading. Actualmente participa como analista de mercados de Cash Flow Semanal y Súper Acciones Millonarias, y publica regularmente consejos de inversión en Mercado en 5 minutos y El inversor diario.