Mientras la volatilidad asusta a todos, nosotros aprovechamos las herramientas de la bolsa para ganar en todos los escenarios. Aprende a utilizarla y donde había riesgo ahora habrá certeza.
Tal vez sea demasiado simplista, pero me gusta el pragmatismo. Ser práctico, hacer lo que funciona y no desperdiciar tiempo ni esfuerzo. No siempre es así, a veces me siento insatisfecho porque las cosas no salen exactamente como yo quiero, aunque los resultados sean buenos al final del día y todos queden contentos.
En esos momentos recuerdo un workshop de negociación de contratos en el que participé en 2014. Quien lo daba era un importante gerente ejecutivo de una reconocida editorial multinacional. Nos contaba acerca de las discusiones y conflictos que surgían con autores y agentes literarios. Este importante ejecutivo nos contaba cosas con las que nos identificábamos: llega un momento de la negociación en la que ya nadie sabe por qué discute, solo está interesado en tener razón y doblegar a la contraparte.
Eso es solo una cosa: la fórmula perfecta para que todos pierdan. Lo ideal es llegar a un terreno en el que ambas partes saquen provecho, aunque no sea exactamente como lo habían planeado.
Debemos en claro nuestro objetivo principal y no tener miedo de hacer pequeños sacrificios para lograrlo. Cada vez que estoy un poco perdido entre decisiones que debo tomar, uso la pregunta que aprendí de aquél ejecutivo: ¿estás intentando ganar o solo quieres tener razón?
Tener razón se siente bien, sí, pero lo que me interesa como inversor es ganar.
Hoy te voy a ofrecer una estrategia con opciones financieras para ganar siempre, aunque las cosas no salgan como lo esperás.
Que la inestabilidad sea una buena noticia
Como te estuvimos contando en esta semana, las opciones financieras son instrumentos derivados que se negocian en las bolsas de valores al igual que las acciones y los bonos.
A cambio del pago de una prima, las opciones te otorgan el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender una acción o un bono (el activo subyacente) a un precio determinado (el precio de ejercicio) dentro de un período de tiempo (el período de vida de la opción).
Hay opciones de compra, a las que se las llama calls, y de venta, denominadas puts.
Los calls suben a medida que la cotización de la acción (supongamos que es el activo subyacente) aumenta, ya que, de continuar la tendencia alcista, el valor de mercado superará el precio que pactaste y podrás comprarla a un precio menor que el que se esté cotizando.
En cambio, los calls caen cuando la acción baja: la opción pierde utilidad a medida que se vuelve menos probable que puedas comprar las acciones a un menor precio que el de mercado.
Al vencimiento, si la acción cotiza por debajo del precio de ejercicio, los calls por los que pagaste aquella prima no tienen ninguna utilidad y valen cero.
En la vereda de enfrente, los puts bajan cuando la cotización de la acción disminuye. Esto se debe a que esta opción te permite vender la acción a un precio mayor que el que podés cobrar vendiéndola directamente en el mercado. Como los calls, los puts caen de precio y pueden llegar a valer cero al vencimiento.
Es sencillo ponerlo así: pagas una pequeña prima por establecer un pacto con un comprador o un vendedor, y podrás ganar ejerciendo la opción de compra o de venta a un cierto precio pactado, beneficiándote de la diferencia con el precio del mercado.
Si tus pronósticos fallan, solo ganará es la contraparte que desde el comienzo recibió el pago de aquella pequeña prima por establecer este pacto contigo. Y tú, a pesar de perder lo que pagaste por esa pequeña prima, te ahorras el costo que hubieras tenido por comprar o vender un activo que, al fin de cuentas, no se comportó como pensabas.
Hecha la aclaración formal acerca de qué es una opción, paso a contarte en qué consiste esta estrategia de inversión.
Jugar a dos puntas: ganar o ganar
La jugada que te voy a enseñar se llama straddle, que en inglés significa precisamente “extensión a ambos lados”. También es conocida como “cono comprado”.
Involucra la compra de calls y puts de una acción en particular, con el mismo precio de ejercicio e idéntica fecha de vencimiento.
La ganancia se obtiene con la volatilidad de la acción, ya sea hacia arriba o hacia abajo: cuanto más se mueva el precio de la acción, mayor es el beneficio de la operación.
Fuente: Investing Para usar esta estrategia, debemos elegir una opción que esté por dispararse en un sentido o el otro.
No hay forma de predecir la dirección, magnitud y el momento en que se moverán las acciones; sería la fórmula de la riqueza. Lo que sí tenemos es algunos tips que pueden ayudarte.
Buscar empresas volátiles: Son fáciles de reconocer, son las pequeñas, las que recién salen al mercado, las que están en crecimiento o que, por distintos motivos, presentan dificultades económicas o financieras. Este tipo de acciones habría que seleccionar cuando queremos hacer un straddle.
Utilizar el análisis técnico: No te espantes, es sencillo. Hay una herramienta que tenés que usar y está disponible en todas las métricas. Las bandas de Bollinger: mide la volatilidad ya que indica el rango de precios en el que se mueven las acciones.
Viendo el gráfico de una acción en Trading View o Investing.com podés seleccionar el indicador Bandas de Bollinger y ver cómo el precio de las acciones se mueve dentro de las bandas.
Buscar el momento de compresión: Cuanto más amplia es la brecha, mayor es la volatilidad de la acción. Cuando el camino se vuelve muy angosto, es decir, cuando la acción se mueve muy poco, se produce el fenómeno de compresión: dos fuerzas de mercado contienen y retienen el precio dentro de un rango muy limitado.
La compresión no suele sostenerse por un largo período de tiempo. Poco tiempo después de que ocurre, el precio se mueve bruscamente hacia arriba o hacia abajo. Por eso, este tip nos es útil a la hora de hacer esta estrategia.
Entonces, después de elegir la acción volátil, tenemos que esperar a ver que su precio se mueva muy poco y esté comprimido en un rango muy angosto. Esto es, que el precio esté en el medio de las bandas y haya una distancia de un 3%-4% entre la banda superior y la inferior.
Hacer la jugada: Una vez que eso sucede, efectuamos la compra de los calls y puts. Seleccionamos las opciones que tengan la misma fecha de vencimiento y un precio de ejercicio igual o similar a la cotización de mercado de ese momento.
¡Cosechar ganancias! En el momento en que alguna de ambas fuerzas, compradora o vendedora, supere a la otra, la acción se disparará al alza o a la baja.
Cualquiera de los dos escenarios nos beneficia: recolectá lo ganado.
Veamos un ejemplo del straddle.
Beyond Meat (BYND) es una empresa de “carne vegetariana” que desde mayo cotiza en la Bolsa de Nueva York.
En sus primeros días en el NYSE, su precio exhibió un espectacular desempeño: escaló desde los 45 hasta los 200 dólares en sólo seis semanas. Posteriormente corrigió un 25%, y a medidos de julio se estabilizó en los 170 dólares.
El día 18 de julio BYND oscilaba entre los 167 y los 172 dólares. Es decir, después de los fuertes movimientos después de la salida de la acción, el precio presentaba una muy baja volatilidad.
Las bandas de Bollinger se habían angostado significativamente y se preveía un fuerte movimiento de su precio. Podía ser hacia arriba en dirección de la tendencia o hacia abajo, para continuar la corrección luego del rally de las seis primeras semanas.
Fuente: Investing
En un momento como ese conviene operar el straddle.
Supongamos que el 18 de julio compramos un contrato que contiene 100 calls de BYND con una prima de 5 dólares la opción, y otro contrato que incluye 100 puts de BYND con una prima de 7,10 dólares por opción. En ambas el precio de ejercicio es 170 dólares y la fecha de vencimiento es el 26 de julio.
Pagamos 500 dólares en la primera compra y 710 en la segunda. Invertimos 1210 dólares más las comisiones, y esperamos a que el precio se manifieste.
Lo que sucedió después fue sencillamente impresionante.
En poco más de una semana, la acción de Beyond Meat despegó desde los 170 hasta los 237 dólares.
Fuente: Investing
Naturalmente este hecho impactó en el precio de las opciones. Los calls despegaron desde los 5 hasta los 67 dólares, mientras que los puts se derritieron hasta valer cero (¿por qué alguien querría pactar vender a 170 dólares una acción que acaba de escalar a 237 dólares?).
Los 67 dólares de la prima del call superan con creces los 12,10 dólares que pagamos por adquirir las opciones, entre la suma de los 5 dólares de los calls y los 7,10 dólares de los puts. ¡La ganancia en este supuesto caso habría llegado al 454%!
Como verás, llevando a cabo esta estrategia, hacemos que la volatilidad trabaje para nosotros. Si ella hace bien su trabajo, nos aseguramos obtener jugosas ganancias.
No podés predecir a ciencia cierta la volatilidad, pero como ya te dije, podés poner las probabilidades a tu favor. Siguiendo los dos tips que te nombré en la nota hay más chances que aparezca la volatilidad y los straddles que hagas te dejan más ganancias que pérdidas.
Hasta el próximo trade.
Bruno Perinelli
Para Inversor Global
Bruno Perinelli es licenciado en Economía (UBA) y tiene un posgrado de especialización en mercado de capitales. Con 12 años de experiencia operando acciones, monedas, commodities, bonos y derivados, es el jefe de Trading de Inversor Global y ha estado a cargo de tres servicios de análisis de trading. Actualmente participa como analista de mercados de Cash Flow Semanal y Súper Acciones Millonarias, y publica regularmente consejos de inversión en Mercado en 5 minutos y El inversor diario.