Coronavirus: mitos, realidades y cómo encarar su efecto en los mercados

Hoy quiero explicarte los aspectos claves de esta pandemia y como canalizar la información que recibes de los medios en el marco de los pánicos, además de darte algunos consejos para sobrellevar estos tiempos difíciles y proteger tus inversiones.

Por Ray Blanco

El lunes de la semana pasada, Italia comenzó su primer día en cuarentena y este fin de semana, varios países anunciaron medidas de contención para la pandemia del coronavirus en vista de su rápida propagación. Pero en esta maraña de miedo y noticias, ¿qué es hecho y qué es ficción?

Tal vez ya fuiste a alguna de las tiendas de víveres más cercana a tu hogar y notaste que se ha terminado todo el alcohol en gel, los pañuelos descartables y el jabón antibacterial.

Y aun cuando el último producto de la lista no ayudará contra el coronavirus, el pánico ha hecho que la gente crea todo lo que escucha.

Con el propósito de que no seas víctima de la desinformación, más que hablar de inversiones, hoy quiero abordar exactamente qué es el COVID-19 y qué puedes hacer para protegerte.

Los hechos

El COVID-19 se propaga como la gripe y el resfriado común. Puede transmitirse a través de gotitas en el aire que las personas generan cuando tosen o estornudan; estas gotitas pueden aterrizar en la boca o nariz de otra persona mientras respiran. También puede propagarse por contacto si una persona toca un objeto que tiene el virus y luego se toca la boca, la nariz o los ojos.

Una vez en contacto con los tejidos humanos, el virus se adhiere a un tipo de receptor celular llamado ACE2, por el cual obtiene entrada a la célula. Luego, el virus toma control de la célula con el fin de replicarse.

El actual brote de coronavirus ha infectado a muchas más personas y ha cobrado muchas más vidas que cualquier otra epidemia anterior. Un porcentaje significativo de pacientes sucumbe y muere. Es demasiado pronto para tener certeza de la tasa de mortalidad, pero el número podría ser tan alto como 3,4%.

Al menos según la última estimación de la Organización Mundial de la Salud, del 3 de marzo.

Es probable que la cifra sea más alta, pero nos tomará tiempo antes de saber con exactitud.

La buena noticia, es que también podría ser mucho más baja. Es posible que el virus infecte a un número mucho mayor de personas de lo que se reporta, pero sin generar síntomas. Esto podría ser particularmente cierto en el segmento más joven de la población, que ha sufrido baja mortalidad a la fecha; las muertes se limitan casi por completo a pacientes mayores.

En esto, el COVID-19 podría ser similar a la influenza, que, si bien mata a muchísimas personas al año, tiende a hacerlo solo en pacientes mayores con otras afecciones crónicas y sistemas inmunes más débiles.

Durante las primeras semanas después de que se conoció la existencia del COVID-19, las noticias y los mercados ignoraron sus efectos en gran medida.

Quizás la gente pensó que la enfermedad permanecería confinada a China. Tal vez pensaron que esto era solo una repetición del SARS, MERS o ébola, que se desvanecieron después de unos meses.

Sin embargo, este coronavirus es altamente infeccioso, y vivimos en una era de viajes y comercio global rápido y extenso. Es fácil para un virus como este saltar fronteras y convertirse en una pandemia global.

Puede que tengamos suerte 100 veces; pero si en una de esas cien las cosas no salen bien, podríamos tener un verdadero problema entre manos.

A medida que el virus se ha extendido a través de las fronteras nacionales, el torrente de noticias relacionadas al asunto cada vez se asemeja más a una película apocalíptica.

La fuente del virus (murciélagos) y la geografía del brote (China) son inquietantemente similares a la trama de la película de 2011, “Contagio”. La escena final cuenta cómo se propagó una enfermedad infecciosa mortal de un murciélago a un cerdo y, finalmente, a un humano, esparciéndose por el mundo.

Al igual que en la película, es posible que el virus haya sido introducido sin intervención humana, saltando entre especies hasta llegar a nosotros en un mercado abierto en Wuhan. Sin embargo, existe también la posibilidad de que el virus se haya escapado de un laboratorio para el estudio de enfermedades, posiblemente infectando a un investigador sin darse cuenta. En este momento no lo sabemos con certeza. Sin importar la fuente, los efectos serán los mismos. Algunos expertos han afirmado que esta pandemia global podría matar a millones. Otros han mantenido una perspectiva más optimista.

Hemos visto cuarentenas sin precedentes en China, seguidas de medidas similares en otros lugares, ya que el virus se ha propagado de una región a otra.

En pocas palabras: hay razones de peso para monitorear lo que sucede con el coronavirus, pero sé inteligente sobre las medidas que vas a tomar.

Cuestiona toda noticia que escuches y siempre verifica los hechos antes de aceptarlos como realidad.

El secreto para mantener la calma

Ahora que ya abordamos las consideraciones importantes para tu salud y tranquilidad en ese sentido, hablemos sobre los mercados y tus inversiones en este contexto. Sé lo difícil que es mantener la calma cuando ves que la bolsa se desploma día tras día, incluso en porcentajes de dos dígitos en apenas una jornada.

Pero tienes que pensar en tu estrategia y en tus inversiones y dejar de lado las emociones.

Imagina que eres un piloto de avión, conduciendo una aeronave en un día turbulento y nublado.

En condiciones de ese tipo estás más alerta y atento, porque cualquier defecto en el sistema en el avión podría convertirse en una emergencia.

En un buen día, puedes volar más relajadamente; pero con mal tiempo, todo gira en torno a la precisión y los protocolos.

Las inversiones funcionan exactamente de la misma manera.

Si eres un trader, es crucial estar siempre estar en modo alerta. Después de todo, las nubes negras pueden aparecer de la noche a la mañana en los mercados.

Y justo ahora estamos en uno de esos momentos.

La buena noticia, es que nuestros “instrumentos de vuelo” –los datos que analizan períodos estadísticamente similares en los mercados– no muestran ninguna señal de alerta demasiado importante. Al menos no todavía.

¿Pero qué pasa si no soy un trader?

Los mismos fundamentos aplican a un inversor de largo plazo. No corras despavorido vendiendo todas las posiciones en tu cartera, en momentos como estos.

En especial, las acciones tecnológicas, aunque volátiles, pueden cambiar el curso fácilmente ni bien lleguen indicios de una buena noticia.

Teniendo todo esto en cuenta, no tomes decisiones precipitadas con tus inversiones.

Continuaré monitoreando los mercados y brindándote la información más reciente y actualizada sobre lo que suceda con el paso de los días.

Por un futuro brillante,

Ray Blanco

Para Inversor Global

Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.

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