Muchos sectores se han visto fuertemente perjudicados con la caída general del mercado y puede que en algunos de ellos, surjan las mejores oportunidades de inversión de cara al futuro. Pero el momento de entrar no es ahora y hoy te explico por qué.
Por Diego Martínez Burzaco
Espero que la cuarentena y el aislamiento social te estén tratando bien, en la medida de lo posible.
Acá en Buenos Aires, Argentina, estamos ya en la tercera semana. Parece haber pasado como un año. Los días se hacen algo largos. Algunos espacios de mi casa han sido reconvertidos en oficinas virtuales, espacios de yoga y hasta una mini cancha de tenis.
El equilibrio entre el trabajo, la atención familiar, el cuidado de nuestros hijos y el momento para el ocio no es fácil de manejar, pero hacemos el mejor de los intentos.
Me imagino que una gran cantidad de lectores se encuentran en una situación similar. Me he comunicado con muchos de ustedes en nuestros servicios pagos y me han contado sus experiencias. En estos momentos, hay que cultivar la paciencia.
En el medio, ya en nuestro rol de inversores, continuamos mezclando las emociones con las decisiones racionales que nuestro dinero requiere.
Uno de los comportamientos más habituales, ante semejante nivel de caída, es la desesperación de encontrar activos financieros ganadores que nos permitan recuperar las pérdidas en el menor tiempo posible.
En la búsqueda de ese objetivo, incurrimos en un error grave que es aplicar la lógica de “comprar lo que más cayó en este mercado bajista, porque es lo que más rápido va a recuperar”.
Se trata de un error muy importante.
Si ha bajado de manera contundente, más que el promedio de mercado, implica que los fundamentos de ese activo no eran buenos previamente a la crisis. Y con el impacto del estrés financiero es mucho más vulnerable ahora.
De esa manera, es probable que ante recuperaciones de las bolsas en general, el activo elegido no solo no suba, como otros que sí tienen buenos fundamentos sino que, incluso, puede seguir bajando.
Bajo este criterio, hay que evitar esa situación para no agravar el problema.
Más allá de eso, toda regla tiene su excepción…
Lo más atractivo, pero no todavía
Sin dudas, cuando analizamos las caídas más fuertes que tuvieron los sectores durante este nuevo mercado bajista, rápidamente se nos viene a la cabeza los siguientes:
– Financieros
– Tiendas minoristas
– Marihuana
– Petróleo
Justamente sobre este último quiero detenerme.
Considero que cuando el mundo empiece a volver a la “normalidad”, no sé cuándo, este sector será uno de los que más oportunidades presentará para el inversor.
Será, sin dudas, uno de las más rentables jugadas que pueda hacer un inversor que esté dispuesto a correr algunos riesgos.
Hoy este commodity está envuelto en dos graves problemas que, ambos, confluyen al mismo resultado.
Por un lado, el coronavirus ha paralizado el mundo económico y serpa un gran golpe para la demanda del crudo, al menos en el trimestre en curso y quizás el próximo.
Por el otro, la guerra desatada entre Arabia y Rusia no hará más que subir la producción, aumentando fuertemente la oferta de petróleo disponible, llevando a un desequilibrio aún mayor en el mercado.
La conclusión está a la vista: una caída sin precedentes del precio del petróleo.
Y seguramente, como dije antes, la presión a la baja continuará.
Porque si Arabia Saudita y Rusia continúan con su planes de “inundar” el mundo con petróleo, el impacto en la oferta se hará sentir con fuerza. Entre ambos países (Arabia el 12% y Rusia el 15%) tienen el 25% de participación de mercado en la producción de crudo global.
Esto sólo será matizado por la baja de la producción que ya está ocurriendo y ser verá con mayor crudeza hacia adelante en la cuota de Estados Unidos, quien antes de la crisis producía más del 15% del total del crudo.
Lógicamente que la caída en Estados Unidos será drástica. Allí primaba la producción shale (no convencional), donde el fracking es una práctica mucho más costosa y que a los actuales niveles se hace inviable producir, ya que no es rentable.
Acá es donde depurará el mercado y será una gran oportunidad de compra.
Muchas empresas medianas y pequeñas no sobrevivirán a este colapso y quebrarán. Incluso las que en algún momento eran atractivas y más seguras para el inversor.
Estoy hablando de empresas petroleras norteamericanas dedicadas exclusivamente a la actividad shale. Han tomado muchísima deuda que no podrán pagar, llevan a una situación de quebranto.
Un caso testigo, que he seguido de cerca durante estos meses es la empresa Whiting Petroleum (WLL). Supo brillar. Ayer, firmó el Chapter 11 para acogerse a la bancarrota.
Noticias como estas son las que vendrán en las próximas semanas. Lamentablemente, esa depuración es necesaria para abrir una gran oportunidad.
El mundo, cuando se recupere la normalidad, no podrá prescindir del petróleo y allí el inversor debe estar agazapado buscando la gran inversión del próximo lustro.
A tu lado en los mercados.
Diego Martinez Burzaco.
Para Inversor Global
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.
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Es economista de la Universidad de Buenos Aires con especialización en Mercados de Capitales, cuenta con más de 18 años de experiencia en los mercados internacionales. En Inversor Global es Jefe de Estrategia y editor de los servicios Crisis & Oportunidad, Situaciones Extraordinarias y Doble o Nada.