Muchos inversores se ven tentados por invertir en los activos más golpeados del mercado hoy. Sin embargo, no hay necesidad de correr el riesgo que ello implica. Veamos cuáles son las verdaderas oportunidades de inversión hoy.
Por Zach Scheidt, desde Atlanta, Georgia
“Creo que no te has dado cuenta de que vas pagar una fortuna solo por ahorrarte un centavo”.
Eso le dijo Bill a uno de nuestros clientes multimillonarios en una reunión, en la época en que me dedicaba a gestionar capitales en una firma de inversiones.
¡Casi escupo mi café!
El cliente era un hombre de negocios exitoso que había acumulado una saludable fortuna durante su carrera.
Y sin embargo, Bill, mi jefe y mentor en el fondo para ese entonces, ¡básicamente estaba insultando a este exitoso profesional!
Bill siempre fue un tipo franco, tal vez demasiado. Si le preguntabas algo, te daba respuesta directa, aun si ésta no era agradable o políticamente correcta.
En este caso, nuestro cliente estaba considerando usar parte de su capital para una estrategia de inversión muy popular entre los fondos de cobertura “de vanguardia”. Sin embargo, esta estrategia también era muy arriesgada.
Al ser sincero con nuestro cliente, Bill probablemente le ahorró decenas de miles de dólares. ¡Incluso tal vez cientos de miles!
Me vino a la mente esta conversación con mi jefe de aquél entonces, porque varios de mis amigos y colegas me han estado preguntando sobre inversiones similares que simplemente conllevan demasiado riesgo hoy.
Asegurémonos de no cometer el mismo error…
La pregunta “oportunista” que no es tan “oportuna”
Mi hermano me escribió esta semana para preguntarme cuándo debería comenzar a comprar algunas acciones de aerolíneas.
Otros amigos y vecinos me han preguntado sobre la compra de acciones de cruceros o acciones en el vapuleado espacio del petróleo y el gas.
Ya no tengo licencia para dar consejos de inversión individuales. Por lo tanto, no puedo recomendarles personalmente cuáles acciones pueden comprar y cuáles vender.
Sin embargo, no puedo evitar pensar en lo que dijo Bill hace años: no pagues una fortuna para ahorrarte un centavo.
En el mercado actual, no hace falta ser “oportunista” y comprar todas las acciones que han estado cotizando a la baja.
¡En muchos casos, estos papeles han caído por alguna razón!
Además, ¿qué gracia tiene invertir en un sector de altísimo riesgo, si hay muchos otros sectores de alto potencial que pueden ayudarte a alcanzar tu retiro soñado?
Las acciones de aerolíneas son una apuesta arriesgada en este momento.
Simplemente no sabemos cuándo se reanudarán los viajes convencionales. Y al mismo tiempo, las aerolíneas tendrán que hacer algunos cambios costosos para mantener a los pasajeros seguros y en buena salud.
Incluso con las acciones yendo a la baja, no estoy seguro de que estas compañías sean “ofertas” para los inversores en este momento.
Lo mismo ocurre con otras partes de la industria de viajes y ocio.
Los hoteles podrían tener costos más altos en el futuro, y no sabemos hasta cuándo seguirán vacíos debido a la pandemia. Asimismo, las compañías de cruceros tendrán que ofrecer enormes descuentos para atraer a la gente de nuevo.
¿Y la industria del petróleo y el gas?
Bueno, literalmente no hay suficiente espacio de almacenamiento para colocar todo el petróleo que se produce… Y no parece que el desequilibrio de oferta/demanda vaya a cambiar en el corto plazo.
Hay demasiadas preguntas sin respuesta como para sentirme cómodo apostando por los sectores más lastimados.
Entonces, si bien entiendo la tentación de comprar estas acciones para obtener grandes descuentos, el concepto sigue siendo demasiado “oportunista”.
En especial cuando miras las alternativas.
Simplemente hay demasiadas áreas EXCELENTES para invertir
¿Para qué “aprovecharías la baja” con firmas llenas de problemas, cuando hay tantas inversiones de calidad que podrías hacer ahora mismo?
Entre ellas, mi equipo de investigación destaca el potencial del sector salud al que se puede apostar por medio del ETF Health Care Select Sector SPDR Fund (XLV).
Este instrumento replica el comportamiento de acciones vinculadas a compañías que ofrecen dividendos generosos y que al mismo tiempo están involucradas en el desarrollo de una vacuna y tratamientos para el COVID-19.
Por su parte, el precio del oro está subiendo gracias a los billones de dólares que el gobierno estadounidense está usando para controlar la crisis económica.
Invertir en metales preciosos, o en las mineras que los producen, es una excelente forma de proteger el verdadero valor de tus ahorros y aprovechar las consecuencias naturales de la enorme impresión de capital.
Y, por supuesto, hemos mencionado en varias ocasiones las oportunidades relacionadas a las redes 5G.
Porque ahora más que nunca, el mundo necesita conectividad a Internet rápida y confiable.
• Para llamadas de negocios y para compartir datos.
• Para hablar con nuestros seres queridos.
• Para la tecnología médica que salvará vidas.
• Para rastrear y modernizar la entrega de alimentos.
• Y para muchas otras áreas de nuestra vida diaria.
5G es una revolución tecnológica que ha sido acelerada por la crisis del COVID-19. Y hay muchísimas compañías de calidad a la vanguardia de esta tendencia.
Entonces, nuevamente pregunto, ¿por qué invertirías en áreas arriesgadas del mercado cuando hay tantas jugadas excelentes en otras industrias?
Es natural ver los precios de descuento de algunos papeles y pensar que es una buena idea invertir en ellos. No te culpo si estás tentado.
Pero hoy, te invito a que también hagas una de las jugadas de mi mentor, Bill.
Compra más de lo que está rindiendo bien hoy.
Y no compres acciones baratas solo porque las compañías tienen serios problemas en este momento.
Esto te podría ahorra mucho dinero y te dejará con muchos más ingresos para un retiro satisfactorio.
¡Hasta la próxima!
Zach Scheidt
Para Inversor Global
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.
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Comenzó su carrera como director de inversiones en un fondo de cobertura multimillonario, en el que administraba más de USD 200 millones en cuentas de clientes individuales. Es creador del sistema financiero que dio vida a Megacontratos, especializado en identificar los acuerdos de fusiones y adquisiciones corporativas capaces de ofrecer a los inversores las ganancias más atractivas de todo el mercado.