Algunos inversores creen que las opciones no son más que una forma arriesgada de apalancarse. Lo que no saben, es que también te permiten asegurar tus jugadas y generar ingresos en el proceso. A continuación te muestro cómo.
Por Zach Scheidt
Las opciones financieras pueden ser una forma excelente de darle a tu cartera el empujón que necesita.
Lastimosamente, muchos inversores le temen a estos instrumentos.
A ver, siendo justos, las opciones sí parecen ser complicadas e involucran palabras como “contrato”, “precio de ejercicio” y “vencimiento”. Y si se usan incorrectamente, pueden generar pérdidas importantes muy rápidamente.
Por otro lado, pocos instrumentos en Wall Street ofrecen tanto potencial de ganancias en tan poco tiempo, generalmente arriesgando no más de unos pocos cientos de dólares.
Así que te recomiendo encarecidamente considerar sumar opciones financieras a tu estrategia de inversión. Y para que te sientas más cómodo a la hora de invertir en ellas, puedes comenzar usando la versión más segura de estos instrumentos.
Como una ventaja adicional, los mercados volátiles hacen que esta estrategia sea aún más rentable, como verás en un momento.
Sin embargo, todo esto solo tiene sentido si entiendes realmente cómo funcionan las opciones en primer lugar.
Las opciones son contratos financieros que cotizan junto a las acciones regulares en los índices más importantes. Pero mientras que las acciones representan la propiedad parcial de una empresa, estos contratos representan derechos y deberes relacionados a estos papeles.
Al comprar una opción, el comprador tiene derechos específicos sobre 100 acciones de una compañía o fondo.
Las opciones call te dan el derecho a comprar esas acciones específicas a un precio preestablecido, llamado “precio de ejercicio”. Los derechos que ofrecen estos contratos caducan en una fecha establecida, llamada “fecha de vencimiento”. Si el tenedor de la opción no ejerce sus derechos antes de eso, los derechos desaparecen y la opción deja de tener valor.
Sin embargo, el comprador no tiene que ejercer esos derechos. Simplemente pueden optar por cerrar la posición en cualquier momento vendiendo la opción, ya sea para obtener ganancias o pérdidas.
Pero tal vez te sorprenda saber que no hace falta tener una opción para venderla.
Como dije, cuando tradeas opciones, estás comprando y vendiendo derechos y deberes.
Y todo esto comienza con alguien que vende esa obligación. Al hacer eso, esa persona recibe un pago a modo de compensación por acceder a cumplir los términos del contrato si el comprador decide ejercer sus derechos.
Este proceso se conoce como “suscribir opciones”… y no es tan complicado como parece.
Más ingresos en camino
Supongamos que ahora mismo tienes 1.000 acciones de, a modo de ejemplo, la Compañía X, por las cuales pagaste alrededor de USD 150 cada una.
En este momento, estas acciones cotizan por alrededor de USD 195. Es decir, tienes una buena ganancia.
Y en algún lugar del mundo, un trader está pensando que las acciones de la Compañía X podrían llegar a valer USD 215 o más para fin de año. Pero con la volatilidad del mercado, no está dispuesto a apostar una parte importante de su capital en ese análisis. Así que recurre al mercado de opciones.
El trader podría comprar una opción call de la Compañía X con precio de ejercicio de USD 205 y vencimiento en enero de 2021. Así, solo pagaría USD 11 por cada una de las acciones del contrato. Dado que cada opción representa 100 acciones, estamos hablando de un costo total de USD 1.100, muy por debajo de los USD19.500 que tendría que pagar si comprara las acciones directamente.
Gracias a este contrato de opción, tiene derecho a comprar 100 acciones de Compañía X por USD 205 sin importar cuál sea su precio real. Si tiene razón y el papel llega a los USD 215, puede ejercer los derechos del contrato, adquiriendo USD 21.500 en acciones, pero pagando solo USD 20.500 por ellas… ganando USD 1.000 en el proceso.
Sin embargo, si se equivoca y la Compañía X no supera los USD 205 para 2021, su opción caducará sin valor.
Ahora bien, imagina estar al otro lado de esta jugada…
¡Como un dividendo extra!
Recuerda que, para este ejemplo, tienes 1.000 acciones de la Compañía X, las cuales compraste por USD 150 cada una.
Así que podrías vender opciones call “en contra” de tus acciones. Básicamente, creas un contrato en el que te comprometes a vender 100 acciones al precio de ejercicio de la opción en cualquier momento antes de que la opción expire.
En este caso, el precio de ejercicio es de USD 205 y la opción vence en enero de 2021. El comprador de la opción te paga USD 1.100 para que cumplas tu parte del trato.
Eso es efectivo instantáneo para tu portafolio. Así de sencillo.
A partir de aquí, esta jugada podría tener algunos desenlaces diferentes…
Si la Compañía X supera los USD 205 por acción, la persona que compró tu “promesa”, es decir, la opción call, podría pedirte que hagas efectiva tu parte del acuerdo. Te verás obligado a venderle 100 acciones por USD 205 cada una… aun cuando el precio de mercado es un poco más alto.
¡Pero eso no es grave!
Si compras acciones de la Compañía X por USD 150 cada, venderlas por USD 205 te da un ganancia del 37%. Además, aún te quedan 900 acciones más para aprovechar cualquier alza en la cotización.
Y la cosa es mejor aún si las acciones de Compañía X nunca superan los USD 205.
Claro que las ganancias de capital de tus acciones no serían tan altas. Pero de todos modos, capturas los dividendos que la compañía distribuye. Y si la opción expira sin valor, te quedas con los USD 1.100 que recibiste por vender la opción.
Por lo tanto, vender calls contra tus acciones es una excelente forma de obtener ingresos en mercados volátiles. Durante los repuntes, puedes vender acciones para capturar una buena ganancia… y puedes seguir generando ingresos cuando llegue la tendencia bajista.
Lo mejor de todo, es que la volatilidad tiende a elevar los precios de las opciones, por lo que generarás pagos más sustanciales cuando las vendas.
¡Hasta la próxima!
Zach Scheidt
Para Inversor Global
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.
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Comenzó su carrera como director de inversiones en un fondo de cobertura multimillonario, en el que administraba más de USD 200 millones en cuentas de clientes individuales. Es creador del sistema financiero que dio vida a Megacontratos, especializado en identificar los acuerdos de fusiones y adquisiciones corporativas capaces de ofrecer a los inversores las ganancias más atractivas de todo el mercado.