Un análisis histórico demuestra que la tendencia bajista que comenzó en febrero ha llegado para quedarse, por lo menos en el largo plazo.
Por Jim Rickards
Muchos medios están hablando de una recuperación en los mercados globales proveniente del repunte de la Bolsa estadounidense. Es como si la pandemia nunca hubiera pasado.
Así que, ¿ha vuelto todo a la normalidad? La historia nos dice: “No”.
Durante la Gran Depresión, el Dow Jones Industrial Average cayó 89,2% entre 1929 y 1932. Sin embargo, en el proceso, el Dow se disparó con algunos de los rallies más poderosos de la historia.
Las acciones fueron al alza un 28,6% desde el 17 de noviembre de 1929 hasta el 20 de abril de 1930. Luego, 13,2% desde el 22 de junio hasta el 7 de septiembre de 1930. Escalaron un 17,5% desde del 18 de enero al 22 de febrero de 1931. Y, finalmente, 22,2% entre el 31 de mayo y el 28 de junio de 1931.
Estos rallies de dos dígitos ocurrieron en medio del mayor declive de la historia. El rally de 1929 comenzó con el Dow a 228 puntos. El de 1930, a 215 puntos. El de enero de 1931, a 163 puntos. Y el rally de mayo de 1931 comenzó con 128 puntos.
Todas estas ganancias se dieron durante una baja lenta e implacable en la que el Dow Jones Industrial Average pasó de los 380 a los 42 puntos para cuando había tocado fondo en julio de 1932.
No es que las acciones no puedan ir al alza. No es que algunos inversores no vayan a tener éxito con estos repuntes que estamos viendo hoy. A lo que voy es que estos movimientos no dicen nada sobre la tendencia a largo plazo, ya que es impulsada por fuerzas más poderosas que el momentum y el optimismo vacío.
Y ya comenzamos a ver esto con la baja del mercado del jueves y viernes pasado.
¿Ola de recuperación, u ola de bancarrotas?
Hasta hace poco, muchos estuvieron contentos con el reporte más reciente de la Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos (BLS, por sus siglas en inglés). Sin embargo, las numerosas definiciones utilizadas por la BLS pueden hacer que el informe sea algo engañoso.
Por ejemplo, parece que 4,9 millones de personas que estuvieron ausentes de sus trabajos por la pandemia, técnicamente, estuvieron desempleados todo este tiempo, pero no se contaron en la estadística.
Se consideró que otros 6,3 millones decidieron abandonar la fuerza laboral por su cuenta (y no que están desempleados), pero ese número es una estimación y parece alto para los estándares habituales.
Hay quienes sugieren que la tasa de desempleo real es del 17,1%, no del 13,3%. Si tienen razón, esta diferencia aparecerá en futuros informes.
Además, en esta nueva depresión, ya se han declarado en bancarrota varias compañías de alto perfil. J. C. Penney, J. Crew, Neiman Marcus, Hertz, Pier 1 Imports y Frontier Communications son solo algunos de los casos más conocidos.
Eso de por sí ya sería bastante para procesar en condiciones de recesión normales. Pero no hemos visto nada.
Desde la crisis financiera mundial de 2007-09, mayo de 2020 fue el mes con el mayor número de bancarrotas importantes en Estados Unidos (definidas como empresas con al menos USD 50 millones en deudas).
Y, sin embargo, esta nueva depresión apenas empieza.
Los abogados especializados en bancarrota aseguran que, en privado, están trabajando en muchísimos casos nuevos. Por supuesto, no pueden revelar los nombres de sus clientes. Pero puedes esperar al menos una aerolínea estadounidense importante en la lista.
Y es que, de hecho, veces los acreedores prefieren que las compañías se declaren en quiebra, porque su deuda se convierte en capital en la nueva empresa que emerge tras la reorganización y liquidación de activos.
Pero con los accionistas, la cosa es diferente. Durante una bancarrota, generalmente, lo pierden todo.
Los inversores que impulsaron las acciones al alza el jueves descubrieron que el nuevo repunte es más que nada la obra de bots automatizados de trading. Esta crisis no se irá sin luchar.
Entre todos los “ganadores” de las últimas semanas, podría haber jugadores encaminados directo a la bancarrota. Y esas acciones terminarán valiendo exactamente cero.
Ni te molestes pidiéndole a los bots que te devuelvan tu dinero.
Saludos.
Jim Rickards
Para Inversor Global
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.
El Inversor Diario te permitirá acceder a información exclusiva sobre los mercados internacionales y podés suscribirte haciendo click acá.
Abogado y economista. Fue asesor de la CIA y el Pentágono y hoy es uno de los analistas financieros más leídos en Estados Unidos. Cuenta con 35 años de experiencia analizando exitosamente el contexto macroeconómico global. Gracias a una alianza con Agora Financial de Estados unidos, en Inversor Global es editor para Inteligencia Estratégica.