La industria de la robótica está ganando terreno en el campo automotriz. Si aún no has obtenido ganancias de esta revolución tecnológica, te explico cómo aprovechar la tendencia.
¡Los “robocops” ya están aquí!
Según informa la revista Popular Science, durante las próximas semanas los agentes de policía de Singapur contarán con la ayuda de dos robots, ambos llamados Xavier.
Estos policías robot no van armados, ni son tan amenazantes como el de la imagen. Su objetivo es ayudar a la policía a buscar los llamados “delitos molestos”.
De Popular Science:
“El robot Xavier es un vehículo autónomo con ruedas, con un conjunto de cámaras montado en la parte superior. Fue construido por la Agencia de Ciencia y Tecnología del Equipo Nacional de Singapur (HTX), que se encarga de diseñar tecnología para la seguridad nacional y pública.
Según la HTX, una de las funciones de Xavier será recorrer una determinada plaza comercial popular en busca de “comportamientos sociales indeseables”, como “fumar en zonas prohibidas, la venta ambulante ilegal, las bicicletas mal estacionadas dentro del HDB Hub, congregaciones de más de cinco personas (de acuerdo con las medidas de gestión de seguridad vigentes), los dispositivos motorizados de movilidad activa y las motocicletas en los senderos”.
Veremos cómo transcurren las próximas semanas. El objetivo general es ahorrar recursos y dinero.
Pero como he venido diciendo, el mercado de la robótica abarca muchos sectores diferentes, y los propios robots pueden adoptar muchas formas distintas. Y hoy, quiero sumergirme en un área en concreto: los automóviles robóticos.
Los vehículos automatizados toman las calles
A estas alturas, seguro que oíste hablar de los autos de conducción autónoma.
Han causado noticias en los últimos años.
Sin embargo, es posible que no pienses en ellos como parte de la industria de la robótica.
La realidad, es que cada vez que una tecnología empieza a funcionar sin control humano explícito, pasa a formar parte de la familia de la cibernética.
Las implicaciones de esta tecnología son enormes por diversas razones.
Las entregas a domicilio, taxis e incluso los viajes matutinos para ir al trabajo serían más seguros gracias a los vehículos autónomos.
Y las grandes empresas han tomado nota, invirtiendo ya miles de millones para ser las primeras en sacar su producto al mercado.
Amazon, por supuesto, está en el centro de todo esto. No es de extrañar que el titán tecnológico quiera que sus servicios de entrega estén automatizados.
Tesla quiere el primer vehículo comercial automatizado.
Y Google y Apple también están entrando en el juego, queriendo utilizar la tecnología para sus propios beneficios personales.
Incluso Warren Buffett -famoso por su anti postura “anti-tecnología”- ha invertido miles de millones de dólares en grandes empresas que trabajan en esta área.
Y ahora, los inversores de a pie también están entrando en acción.
Un ejemplo: las acciones de Tesla, que cualquiera puede comprar con una cuenta de bróker estándar, se dispararon de menos de USD 20 a USD 1.643 en la última década.
Podrías haberlas comprado en 2010 y venderlas este año para obtener una ganancia del 10.299%.
Eso es suficiente para convertir USD 2.500 en USD 259.975 en sólo 10 años. (¡Intenta hacer eso con tu cuenta de ahorro en el banco!)
Pero no te preocupes, no has perdido tu oportunidad de ganar con la revolución de los autos autónomos.
De hecho, ya en 2017 una firma de investigación valoró el mercado de los vehículos autónomos (AV) en USD 24 millones.
Predicen que tendrá un valor de USD 7 billones para 2050, lo que significa que crecerá 291.000 veces.
Todavía hay muchas oportunidades para quedarte con tu parte de esta fortuna, a medida que la industria despega.
Una de ellas está en las empresas de chips.
Para que estos autos robóticos funcionen, se necesitarán chips informáticos. Como sabemos, se necesitan chips para hacer funcionar cualquier automóvil.
Así que una forma de aprovechar esta tendencia es tomar una participación en el ETF SPDR S&P Semiconductor (NYSE: XSD). ETF son las siglas de “fondo cotizado”, es decir, un fondo que puedes comprar y vender como cualquier acción.
Al comprar acciones de XSD, te expones a varias empresas del sector de chips -los mismos que se usan en la fabricación y funcionamiento de robots.
Así que, si te interesa esta industria, este ETF podría ser una forma de entrar de lleno con una sola acción.
Eso es todo por ahora.
Por un futuro mejor,
Ray Blanco
Para El Inversor Diario
Es experto en tecnología especializado en encontrar las empresas mejor posicionadas y con mayor potencial del mundo tecnológico y biotecnológico. Gracias a una alianza con Agora Financial de Estados unidos, es editor de Especulación Inteligente para Inversor Global.