Facebook se posiciona como una de las compañías con mayor protagonismo dentro del mundo virtual conocido como metaverso, pero ¿qué tan positivo o negativo puede ser esto para nosotros los usuarios? Te lo explico a continuación.
Hace poco leí un artículo sobre el reciente frenesí de contrataciones en Facebook.
En caso de que te lo hayas perdido, Facebook estaba planeando contratar a unos 10.000 nuevos empleados en la Unión Europea para ayudar a “construir el metaverso”.
El metaverso es un espacio virtual en el que podemos interactuar de forma realista con los demás y con los objetos digitales.
Así que ahora, Facebook tiene la pequeña cantidad de 10.000 empleados comprometidos en la construcción de su visión del metaverso.
El CEO de la compañía, Mark Zuckerberg, es tan optimista sobre el potencial del mundo virtual de su empresa, que incluso está considerando cambiar el nombre de Facebook para reflejar un tema relacionado con el metaverso.
Por un lado, el entusiasmo de Zuckerberg demuestra lo grande que será el potencial de los metaversos. Por otro, es motivo de preocupación, sobre todo si tenemos en cuenta las prácticas comerciales represivas y contrarias a la privacidad de Facebook.
Sin embargo, un metaverso dominado por Facebook no es lo que deberíamos desear, ya que somos nosotros los que finalmente lo utilizaremos.
El metaverso terminará siendo enorme, incluso más grande que la Internet actual, y por eso las grandes empresas tecnológicas están invirtiendo miles de millones en él. Pero no queremos un metaverso compuesto por jardines amurallados separados en los que estemos encerrados en la visión de una empresa concreta, en los que nuestras personas en línea y nuestra propiedad virtual dependan del permiso de algún actor de las grandes empresas tecnológicas, en los que nuestros datos personales sean propiedad de alguien distinto a nosotros y en los que nuestras interacciones estén sujetas a la censura y el control.
La primera Internet pública no fue construida por las grandes empresas tecnológicas. Fue desarrollada en su mayoría por organizaciones sin ánimo de lucro y personas superadas por una visión del futuro que no estaba necesariamente dominada por enormes beneficios para ellos personalmente. La primera Internet fue construida por genios idealistas.
En aquella época, algunas de nuestras empresas tecnológicas más exitosas eran pequeñas empresas emergentes que jugaban y ganaban porque tenían mejores ideas y mejor seguimiento. Era una fiebre del oro, en la que cualquiera con un sueño y una idea podía ir a reclamar e intentar encontrar oro.
Los fundadores construyeron Internet sobre la base de estándares abiertos e interoperables en los que cualquiera, desde una persona de todos los días con la idea de crear una página web, hasta una empresa, podía participar. Industrias enteras se vieron alteradas.
Este entorno competitivo abierto se produjo porque los grandes actores de la época no tenían ni idea de lo grande que podría llegar a ser este asunto de Internet.
Ese no es el caso hoy.
Los ideales detrás de Internet están siendo atacados hoy en día y esa amenaza se extiende al futuro metaverso. Las grandes empresas tecnológicas están babeando por poseerlo y controlarlo y están tratando de estrangular un metaverso libre mientras aún está en la cuna. Si se salen con la suya, tendremos metaversos fragmentados en los que estarás atado a un proveedor concreto.
Necesitamos un metaverso protegido por blockchain, en el que seas dueño de tus datos y de tu identidad. Necesitamos estándares abiertos para crear espacios y cosas en un metaverso global. Precisamos un metaverso que iguale el campo de juego para todos los que vengan con sus nuevas y locas ideas, al igual que ocurrió cuando Internet ganó fuerza en la década de 1990.
Si lo conseguimos, podemos desencadenar una ola de innovación como no hemos visto en décadas. Y pensemos en las fortunas que se podrían hacer invirtiendo en nuevas empresas emergentes con grandes ideas revolucionarias que sean capaces de operar de forma independiente.
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Creo que esta podría ser una de las grandes innovaciones de nuestro tiempo.
¿La mejor parte? Estamos presenciando su nacimiento en tiempo real.
Por un futuro brillante,
Ray Blanco
Para El Inversor Diario
Es experto en tecnología especializado en encontrar las empresas mejor posicionadas y con mayor potencial del mundo tecnológico y biotecnológico. Gracias a una alianza con Agora Financial de Estados unidos, es editor de Especulación Inteligente para Inversor Global.