En esta columna encontrarás una guía sencilla para aprovechar la mayor volatilidad de las acciones tecnológicas, todo a partir del contexto actual.
Estimado lector,
Las compañías tecnológicas son las primeras en aplicar los últimos avances técnicos que permiten mejorar los productos, servicios y procesos productivos que la sociedad demanda.
Por eso, no sorprende que estas compañías registren mayores márgenes de ganancias que el promedio y que sus acciones se destaquen por sus rendimientos.
En los últimos tres años, el Nasdaq 100 (principal índice de acciones tecnológicas en Estados Unidos) aumentó 144,89% y el índice S&P 500 subió 92,5%, 52 puntos menos. En el último lustro el índice de las 100 principales acciones tecnológicas trepó 226%, al mismo tiempo que el índice que reúne a las 500 compañías de mayor capitalización creció 124%. Y en la última década, el Nasdaq 100 escaló 638%, 292 puntos más que el S&P 500.
Pero en 2021, las tecnológicas rindieron medio punto menos que el S&P 500 por culpa de la Reserva Federal, banco central estadounidense. En diciembre, la Fed anunció un plan de subas de la tasa de referencia para 2022 y 2023 que elevó las tasas de los bonos estadounidenses. Las mayores tasas afectaron las valuaciones de las compañías – en especial las de las tecnológicas, cuyas ganancias futuras sintieron un descuento mayor con el aumento de las tasas.
Esta baja de las tecnológicas tendría una corta duración. A la larga, estas compañías ratificarían sus tasas de crecimiento y mejorarían sus proyecciones, lo que elevaría sus valuaciones.
En definitiva, el movimiento de tasas no es algo negativo en sí para las tecnológicas. Simplemente este proceso le agrega volatilidad a los precios de sus acciones.
Por ejemplo, Block (antes Square (SQ)) presenta un beta histórico de 2,29 puntos. Esto implica que, por cada punto porcentual que sube (baja) el S&P 500, SQ aumenta (disminuye) 2,29 puntos. Si proyectamos seis subas de tasas hacia 2023, SQ va a moverse más de 2,29 puntos por cada punto que se mueva el S&P 500.
La mayor volatilidad convierte a las acciones tecnológicas en activos adecuados para realizar una técnica de trading llamada scalping. Por si no la conoces, el scalper estudia la tendencia y las emociones prevalecientes en el mercado, los patrones de comportamiento y los movimientos de los activos que suceden en períodos de unos pocos segundos a 15 minutos. A partir de este análisis, elige las zonas donde compra y vende los activos y el grado de apalancamiento que usa en cada operación para amplificar los rendimientos.
Hoy te traigo una guía de cinco pasos para aprovechar esta mayor volatilidad en las tecnológicas haciendo scalping con opciones financieras de empresas tech.
1. Para empezar, elige una acción tecnológica que sea históricamente volátil (beta mayor a 2) y que aumente su volatilidad en un contexto de suba de tasas de interés. Con un beta de 2,29 puntos SQ puede servirnos para el ejemplo.
2. Estudia las tendencias de mediano y largo plazo de la acción, y su distancia respecto de soportes o resistencias importantes.
Por la trayectoria descendente de las medias móviles de 20 y 50 semanas, la tendencia de mediano plazo de SQ es bajista. Por el contrario, su media móvil de 200 semanas tiene una dirección ascendente, lo que significa que la tendencia de largo plazo de SQ es al alza. Si cae otro 10%, SQ chocaría contra la media móvil de 200 semanas y muy probablemente rebote al alza. Con lo cual, un trade LONG SQ (buscando ganar con la suba de la acción) se podría abrir cuando SQ caiga sobre la media móvil de 200 semanas, en la zona de los USD 126-127.
Fuente: Investing
3. Analiza la emoción predominante en el mercado. Después de un fuerte rally, los inversores minoristas están eufóricos por cómo crece su capital. Pagan precios cada vez más altos convencidos de que éstos seguirán subiendo y movidos por una fuerte emoción de codicia.
Distinto es lo que sucede después de una caída empinada. Aquí los minoristas venden sus acciones por miedo a perder más.
Los inversores institucionales se aprovechan de la fragilidad emocional de los minoristas para obtener un mayor beneficio. Compran muchas acciones cuando los minoristas, llenos de miedo, se desprenden de las acciones a precios bajos. Y las venden en cantidad cuando los codiciosos minoristas pagan precios altísimos por ellas.
Así los institucionales marcan los pisos y techos de mercado.
Seguramente, si SQ cae a USD 126, el sentimiento predominante sea el de miedo extremo después de una caída del 56% desde el máximo del 2 de agosto. Sería un buen momento para abrir una posición alcista en SQ buscando aprovechar un eventual rebote.
4. Selecciona las opciones financieras adecuadas para potenciar el rendimiento
Si pensamos que una acción va a subir, podemos invertir en ella comprándola directamente o adquiriendo opciones call que multiplican el rendimiento a partir del apalancamiento.
Una baja empinada de las acciones destruye el precio de los calls. Si SQ cae a USD 126, podemos comprar calls de esta acción aprovechando sus alicaídos precios y proyectando un rebote. Elegimos un precio de ejercicio de USD 128, apenas por arriba del precio de mercado de la acción, y un vencimiento dentro de los siguientes cinco días. Cuando el precio de ejercicio pasa de estar por debajo a estar por arriba de la cotización de mercado, la caída del call es más profunda. Si a eso le sumamos la cercanía al vencimiento, el precio de compra del call es sumamente bajo.
5. Compra y vende el call siguiendo los gráficos de marcos temporales cortos.
Siguiendo con el ejemplo, nuestro trader hipotético adquiere el call con precio de ejercicio USD 128 y vencimiento a una semana, cuando vea que se confirma el rebote de SQ desde los USD 126 en los gráficos de 1, 5 y 15 minutos. Y lo vende cuando SQ vuelva a USD 128-130 para no correr más riesgos en caso de que la acción retome la tendencia bajista. Una suba del 2,4% de SQ desde los USD 126 hasta los USD 129 significaría una ganancia de entre el 20% y 35% con el call.
Si el rebote no se desarrolla y SQ cae a USD 125, acciona el stop loss, vende el call a pérdida para cuidar su capital. El resultado negativo aquí rondaría el 8%, entre tres y cuatro veces menor al rendimiento que se obtendría con el rebote. Esto significa que una relación beneficio-riesgo de 3,38 veces. Por cada dólar puesto en riesgo, se proyectan ganar USD 3,38.
Todo esto es un ejemplo de un trade real, que ilustra cómo puedes convertir la volatilidad de las compañías tecnológicas en ganancias para ti en solo cinco pasos.
Nos vemos la próxima.
Germán Fuentes
Para El Inversor Diario
Economista con más de 25 años de experiencia en los mercados y autor del libro “El Inversor Exitoso”. Actualmente es editor de Proyecto 100%, donde ofrece recomendaciones de corto plazo en el mercado de las opciones financieras.