Emprender es comenzar tu camino hacia la libertad financiera. No todos lo logran; es difícil escapar de las viejas reglas del dinero y de las imposiciones de la sociedad. Por eso, quiero hablarte de un emprendedor de oro en el que confío por su amor a la profesión y las lecciones que puede enseñarte.
Quiero hablarte de algo que siento fuertemente.
Soy defensor del oro, la plata y Bitcoin por una razón: no confío en el Banco de la Reserva Federal. No confío en los bancos centrales, y la razón es muy simple: estas instituciones están dirigidas por élites académicas. No confío en ellas por cómo manipulan la economía.
Por eso, he estado comprando oro desde que el expresidente estadounidense Richard Nixon sacó al dólar del patrón del oro. El oro no puede ser manipulado por las élites, a diferencia del dinero fiduciario que tienes en el bolsillo.
Cuando el patrón del oro fue eliminado en Estados Unidos, comencé una travesía por muchos países, de distintos continentes, en busca del metal dorado. Y lo encontré en China.
Allí, mis socios y yo descubrimos la mina más grande del país. Tanto así, que la hicimos pública en la Bolsa de Valores de Toronto. Pero poco después, el Gobierno chino dijo: «muchas gracias, nos gusta lo que encontraron»… y la tomaron.
Desde entonces, en mi búsqueda por más oro he hecho muchos tratos diferentes, con muchos socios distintos. Uno de esos socios es Marin Katusa.
Una de mis cosas favoritas sobre este emprendedor y amante del metal dorado, es que sigue buscando oro hoy en día. Marin me enseñó un viejo dicho que dice: Dios creó el oro y el diablo lo escondió. Por eso suele encontrarse en lugares de difícil acceso y en países que, en algunos casos, no son amigos de la libertad.
Sé lo que estás pensando, “ ¿qué tiene que ver todo esto con ser emprendedor?”. Déjame contarte cómo Marin llegó a la mina de oro más importante del mundo, cómo vio la oportunidad en momentos adversos y cómo esto se relaciona con tu futuro financiero.
La mina más rica del mundo
Marin conocía a un geólogo muy bien formado que, en plena pandemia de COVID, descubrió algo increíble: la mina con mayor cantidad de oro en el mundo.
El geólogo se lo comunicó de inmediato, y Marin pensó que era demasiado bueno para ser verdad. Pero también pensó que no tenía nada que perder.
Entonces, hizo arduos esfuerzos para superar la burocracia del COVID y, en medio de la cuarentena global, se convirtió en el primer extranjero en viajar para ver el descubrimiento. Recuerda: Marin primero superó la burocracia del COVID en un momento en que nadie quería viajar… y dio resultados.
Una vez en el yacimiento, se llenó los bolsillos de onzas de oro y las sacó a la superficie horas después. Lo que le dijo el geólogo era cierto, estaba ante la mina con mayor cantidad de oro en el mundo.
A Marin no le importó que el planeta estuviese atravesando el momento más estricto de las cuarentenas por la pandemia. Actuó con espíritu emprendedor para ver de cerca algo que podía ser un negocio único. Aprovechó la oportunidad.
Lo más impresionante es que el oro siempre estuvo ahí, pero hasta entonces la tecnología no era suficiente para poder verlo. Hace décadas, una empresa llamada Kennecott, la mayor productora de cobre del mundo, producía en esta zona. Estuvieron explotando la mina de cobre más grande del mundo durante aproximadamente cuarenta años.
Déjame decirte por qué esto es importante: cuando tienes cobre, produces un concentrado que envías a la fundición. Pero antes de que el cobre esté terminado, debes mezclarlo con un fundente para asegurarte que la temperatura sea la adecuada para extraerlo correctamente. El fundente separa el mercurio, el flúor y todas las cosas que no deseas en tu cobre.
En esta área, en la que se encontró el oro mucho después de minarse cobre, se estaba produciendo el fundente. La enorme empresa minera de cobre no sabía que el oro estaba allí, entre los otros metales. Kennecott pasó por alto las 300 millones de onzas de plata y las 2,9 millones de onzas de oro.
En un día el emprendedor y oportunista, pudo aprovechar lo que una empresa millonaria no pudo hacer por más de cuatro décadas. Y lo hizo, en plena pandemia de COVID.
La moraleja
¿Cómo es posible que esto haya pasado?
Kennecott no tenía la tecnología moderna necesaria para detectar el oro, una herramienta muy costosa llamada “pistola XRF”. Al apuntar a una roca con este dispositivo de USD 50.000, puedes ver cuánto oro y cuánta plata contiene. Ningún geólogo podría verlo a simple vista.
Kennecott nunca intentó explorar esta mina buscando oro. Marin, ni bien escuchó la noticia, viajó de inmediato para aprovechar la oportunidad. Y lo hizo preparándose, con las herramientas correctas.
Lo diré de nuevo: los emprendedores ven la oportunidad y toman acción.
Cuanto más loco se vuelve el mundo, más fanática se vuelve la gente. Para bien o para mal, el COVID y la guerra han vuelto a la gente fanática. Pero eso no detuvo a Marin Katusa.
Los verdaderos empresarios encontrarán más oportunidades, mientras que todos los demás se quejan de la volatilidad del mercado de valores y las tasas de interés que suben, del COVID, de la inestabilidad, etc.
Pero, y aquí está la lección, si eres un emprendedor y sabes lo que haces, otros van a crear oportunidades para ti. Solo necesitas aprovecharlas.
Pero para eso, tienes que ser capaz de verlas.
Marin me dijo que cuando todos se congelaron en 2020 y 2021 durante la pandemia, él se volvió más ambicioso e hizo visitas al sitio cuando nadie salía de su casa. Marin encontró una manera de ver una oportunidad mientras el mundo tenía miedo. La pandemia mantuvo alejada a su competencia, sin voluntad de hacer sus mismos esfuerzos.
Katusa y su equipo de investigación fueron los primeros en visitar el sitio fuera de Canadá durante la pandemia. Tuvieron que llenar todos los formularios, poner cada letra en su lugar, no equivocarse en ningún pedido y superar la burocracia infinita.
Cuando todos están congelados, enfocados en otra cosa, hay oportunidades increíbles: pero tienes que aprender a localizarlas. Para eso, debes tener la mente despierta, activa y abierta, tomar riesgos y llevar a cabo toda la debida diligencia.
Esta es la razón por la que llamo a Marin un “emprendedor de oro”. No es solamente por su fascinación por el metal precioso, sino también por su actitud para superar las adversidades, para ponerse en primera línea y conseguir sus objetivos actuando con inteligencia.
Marin es mi empresario de oro, mi socio… y mi compañero de ganancias.
¡Esta es la importancia de actuar con inteligencia!
Robert Kiyosaki
Para El Inversor Diario
Autor del best-seller Padre Rico, Padre Pobre, y una quincena de otros libros, es uno de los mayores gurús de las finanzas personales del mundo. Gracias a una alianza con Rich Dad Latino, en Inversor Global nos enorgullecemos de presentar Plan de Retiro Soñado, el único servicio donde Robert revela acciones puntuales para comprar y vender, y Súper Acciones Millonarias y Cash Flow semanal.