Las inversiones defensivas deberían ser una parte esencial de tu cartera, más en los tiempos que vivimos. Hoy te muestro qué activos debes tener en cuenta para esto, y cómo puedes aprovecharlos al máximo.
El mercado comenzó 2022 con uno de los peores rendimientos en casi 80 años, alimentado por temores inflacionarios y relacionados a las tasas de interés.
Cuando por fin pudimos tomar un respiro en febrero, el mundo sorprendió de nuevo con el conflicto bélico en Europa del Este, activando en nuestros cerebros lo que en neurociencias se llama “sistema de aversión a las pérdidas”.
Que no es otra forma de decir: miedo.
La primera reacción del mercado fue una baja generalizada, consecuencia de la incertidumbre. En tiempos inciertos, el miedo se dispara, pues los inversores no tienen certeza y es más difícil tomar decisiones informadas.
A falta de racionalidad, llega la emocionalidad. De ahí las ventas.
Esa es la ley que rige al dinero. Por eso cuando las tensiones crecían en enero, ya muchos inversores e instituciones desarmaron posiciones, incluso si en ese entonces la guerra no era una garantía. No es lo que pasa ahora, sino el temor a no saber lo que pasará después, lo que alimenta el miedo.
En la jerga del mercado, esto se llama “Fly to quality” (“vuelo hacia la calidad”). Primero, llega una venta generalizada de acciones y activos de renta variable con gran variación de precios; luego, ese flujo de capital se usa para comprar activos defensivos para el entorno volátil – o como se les conoce, activos refugio.
Estos activos tienden a ir al alza cuando el resto del mercado cae, por todo el proceso que acabo de describirte. Esto los convierte en excelentes alternativas para proteger tu capital en tiempos de incertidumbre como los que vivimos.
Y de ellos te quiero hablar hoy.
Oro para proteger tu capital
El activo refugio por excelencia en la historia de la humanidad ha sido el oro, sea en lingotes, pepitas o cualquier otra forma.
El oro como material no agrega demasiado valor y menos del 8% de su existencia se aplica a las industrias.
Demanda global de oro. La joyería es la principal fuente de demanda del metal,
seguido de las inversiones y el uso de reserva en bancos centrales.
Fuente: howmuch.net
Entonces la pregunta habitual que se le hace a los defensores del oro es: ¿para qué comprarlo?
Muy sencillo: para protegerse.Evitar la pérdida del capital es la premisa básica de los negocios, y cuando hay temor en los mercados, el oro sube por su capacidad de hacer eso mismo.
El oro es un activo al margen del sistema monetario. Ningún gobierno puede “imprimir” oro, como sí pueden imprimir billetes. Además, incrementar la oferta del metal dorado implica extraerlo de la tierra, un proceso costoso y lento. Eso te da cierta seguridad de que la oferta del mismo no crecerá de la noche a la mañana, como sí podría pasar con el dinero fiduciario.
No solo eso: el oro también es una reserva de valor. Un kilo de oro seguirá siendo un kilo de oro en cinco, diez, 25 o 100 años.
Todo esto hace del oro un activo atractivo para quienes buscan resguardar su dinero en tiempos de crisis.
Para explicarlo con un caso reciente, podemos analizar lo ocurrido durante la crisis de COVID, donde el oro subió mes tras mes a medida que llegaban más cuarentenas, marcando su máximo en la misma semana en que Pfizer anunciaba públicamente que había descubierto la vacuna.
En ese momento, donde vimos la luz al final del túnel, comenzó a bajar el precio del metal precioso hasta principios de este año. A nadie parecía interesarle el activo como refugio, porque el miedo comenzó a mermar y las bolsas tuvieron fuertes recuperaciones; sin embargo, mientras eso pasaba los gobiernos de Putin en Rusia y Xi Jinping en China se mantuvieron comprando el metal a niveles récord.
Hoy, con el estallido de la guerra, sabemos por qué.
Fuente: elaboración propia vía TradingView
Quienes quieran invertir en oro, pueden hacerlo a través de los ETFs que replican el movimiento del precio del metal. Recuerda que los ETFs son siglas en inglés de “fondos cotizados”, por lo que puedes comprar y vender acciones de estos instrumentos con normalidad en tu bróker.
Un ETF de oro a considerar es el SPDR Gold Shares (GLD). También podrías optar por ETFs que invierten en compañías mineras del sector aurífero, como el VanEck Gold Miners ETF (GDX).
Otras posibilidades son las de acceder a este mercado directamente, pero comprando acciones de empresas mineras.
Claro que el oro no está solo. Hay varias clases de activos defensivos para ver de cerca.
Washington D.C. respalda tus finanzas
Otro activo refugio popular son los “T-bills”, como se les llama a los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Estos activos de renta fija se consideran los más seguros del mundo, porque todos los inversores en general confiamos en la capacidad de pago de su emisor: el gobierno federal de Estados Unidos, país que controla la emisión de dólares.
Recuerda que los bonos son instrumentos que puedes comprar a fin de recibir un flujo de ingresos con el paso de tiempo. La renta fija como esta es atractiva en tiempos de crisis, porque garantiza (o al menos, promete) un flujo constante de ingresos sin importar lo que pase en la renta variable.
Si el mercado accionario cae con fuerza, tus bonos del Tesoro seguirán rindiendo lo mismo y con el mismo grado de seguridad.
Ahora bien, es ley en las finanzas: a menor riesgo, debemos esperar una menor rentabilidad. Por lo mismo, estos bonos no rinden siquiera el 2% anual. Este principio es clave e inamovible, por lo que sugiero no perder el tiempo buscando activos con este nivel de seguridad, pero con mejores rendimientos. Sencillamente no existe.
Por lo mismo, estos bonos son una alternativa excelente para proteger tu capital en tiempos de crisis. El riesgo de los T-bill, es que Estados Unidos se declare en default, posibilidad en extremo remota.
Si te interesan bonos con un rendimiento más alto, pero un riesgo también más elevado, tienes opciones…
Otros activos para ver de cerca
Otras alternativas para cubrirnos y resguardar nuestro capital en momentos de tanta incertidumbre son los bonos corporativos. Siempre que apostemos por títulos de compañías con una larga trayectoria y finanzas sólidas, este tipo de activo ofrece rendimientos fijos y bajo niveles de estrés.
El mismo principio rige aquí: si optas por compañías más estables y fiables, puedes esperar rendimientos más bajos.
Podemos pensar casos concretos, como bonos de empresas argentinas, que rinden en promedio cerca de 6% anual en dólares. Aunque también los hay para inversores más audaces, con rendimientos superiores al 15%.
En Brasil, podemos esperar una coyuntura más estable y refugiarnos en bonos que nos permiten obtener rendimientos de entre 3% y 5% anual. Y en el resto de América Latina, como pasa en Chile, Colombia, Perú o México, tenemos un abanico más amplio de bonos. En función del riesgo que queramos asumir, éstos brindarán rendimientos del 3% a 15% anual en dólares.
Si bien los activos de refugio no suelen ser los que lideran los titulares en los artículos periodísticos, es importante conocerlos como alternativas. A la hora de la baja general del mercado, son los que nos permiten evitar profundizar las bajas de nuestros portafolios.
Nunca está de más tenerlos en tu portafolio, incluso en tiempos de calma. ¿Quién hubiese imaginado hace tres meses que hoy estaríamos presenciando la primera gran guerra en territorio europeo desde la Segunda Guerra Mundial?
“Más vale prevenir que lamentar”.
Cuiden su dinero.
Gastón Lentini
Para El Inversor Diario
Gastón Lentini es Licenciado en Administración de empresas, Asesor Financiero certificado y está registrado como Idóneo en la Comisión Nacional de Valores (CNV). Sus primeros pasos los dio en una PyME familiar, para luego cofundar e impulsar dos proyectos propios. Los siguientes 15 años se desempeñó en empresas multinacionales, orientado a los servicios. Allí descubrió su verdadera vocación como educador y asesor financiero con un fuerte propósito: contribuir en la gestión del dinero de las personas y las empresas. En Inversor Global, lo hace semanalmente como editor de Vivir de tus Inversiones.