Aunque la mayoría sea incapaz de entenderlo, cuando armas una cartera de inversión, lo que menos importa es el precio al que compras. Un inversor experimentado ve muchas otras cosas antes del precio de un activo y te contaré de qué se trata en esta columna.
Aquí hay una declaración audaz:
El precio no importa.
Pensarás que estoy loco porque… ¿Qué importa más que el “precio” de nuestros activos?
Esta puede parecer una declaración muy general, pero, al invertir, el precio no importa tanto como otros factores.
Mi objetivo con esta premisa es mostrarte la mentalidad y el punto de vista de un inversor experimentado.
Desde que empecé a invertir, compro oro y plata. Desde hace algunos años, agregué bitcoin a mis compras recurrentes, lo que yo llamo mis activos refugio. De hecho, hace poco, volví a comprar oro. Y cuando alguien me pregunta a qué precio lo compré, mi respuesta es siempre la misma: “No lo sé. El precio no importa”.
No me importa el precio del oro, la plata ni el bitcoin porque no los compro para hacer dinero, los estoy comprando como una inversión. Lo hago para protegerme de la destrucción del dólar. Es un seguro.
Pensemos en este escenario: digamos que estamos en un local de ropa mirando las prendas y tomamos unos jeans. Un empleado vendrá y preguntará si puede ayudar. Por lo general, lo primero que sale de la boca del cliente es “¿cuánto cuestan estos jeans?” Lo que hará que el cliente haga un juicio basado en el precio.
La gente consume y, mientras consumen, están obsesionados con el precio.
Todos hacemos juicios. En general, tenemos la mentalidad del consumidor, donde los precios altos son malos y los precios bajos son buenos. Esa es la forma en que piensa la mayoría.
Pero los inversores no piensan de esa manera.
Los inversores piensan en lo que llamamos rentabilidad.
El retorno de la inversión (ROI por sus siglas en inglés) es lo importante. Para un inversor, no importa si una inversión es de un millón de dólares si va a hacer que tenga dos millones. Entonces probablemente pensará que tendrá un buen retorno de la inversión.
Tampoco importa si es una inversión de USD 10. Si no genera dinero, es un mal ROI y una mala inversión.
¿Puedes ver cómo el precio no significa nada y el retorno de la inversión lo es todo para el inversor?
Si alguna vez me cruzas y me dices ” Robert, aquí hay una oportunidad y es una inversión de USD 1.000″, entonces no me estarás diciendo nada. No tengo información sobre si es una buena o mala inversión.
El precio no tiene poder para decirme la calidad de la inversión, si sería buena, mala o fea. No tiene ningún sentido para mí porque lo que quiero saber es cuál será el retorno de la inversión.
Así es como piensa el inversor experimentado.
¿Qué sucede si acudo a un inversor aficionado y le digo: “hay una oportunidad de inversión de USD 100.000”? El aficionado podría decir que eso es demasiado dinero y lo haría perder una gran oportunidad, simplemente porque tenía demasiado miedo del precio “alto”.
El precio, por sí mismo, no tiene sentido.
Tomemos el ejemplo de bienes raíces.
Si compras una casa, haces el pago inicial y te quedas con una hipoteca, el precio de la casa de alquiler en realidad no importa. Siempre que tus inquilinos puedan cubrir tu hipoteca y tú ganes un poco más, entonces el precio no importa.
Llevemos esto al siguiente nivel.
Los inversores miran su estado financiero de manera diferente. No miramos cuánto dinero muestra nuestra columna de activos.
En su lugar, nos fijamos en la cantidad de activos que poseemos. No miramos cuánto oro tenemos en términos de dólares. Nos fijamos en cuántos gramos poseemos. No miramos los bienes raíces en términos de cuánto dinero vale el edificio. Miramos cuántos metros cuadrados tenemos.
¿Por qué? Porque los metros cuadrados no cambiarán.
El precio del edificio puede cambiar, pero los metros cuadrados que poseas serán los mismos. La cantidad de gramos de oro no cambiará, aunque su precio lo haga.
Por eso no miro el precio de una acción. Miro cuántas acciones tengo. El precio puede cambiar, pero el número de acciones no.
Últimamente me he estado divirtiendo con bitcoin, una criptomoneda que, como muchas otras, ha estado cayendo en picada.
Sin embargo, tengo más bitcoin que cuando comencé a invertir en esta cripto. Aprendí a hacer el cash flow de mi bitcoin y a generar más.
No me importa que el precio haya bajado, me importa cuántas tengo.
Repito: el precio no importa.
Si fluye, es sólo cuestión de tiempo antes de que la inversión se pague por sí misma. Es realmente más cuestión de tiempo que de precio.
La verdadera pregunta que deberías hacerte es ¿cuánto tiempo tardará en pagarse por sí misma?
¡Esa es la pregunta! El precio no te dirá nada.
Llevemos esto al mundo de las acciones. Tengo acciones de las empresas X, Y, Z, de las que obtengo dividendos y vendo opciones sobre ellas.
En un período de cinco años, a través de sus dividendos y su cash flow, pude recuperar todo el dinero que invertí en ellas.
Y si bien ya se pagaron, sigo recibiendo dividendos.
Mientras continúe generando dividendos, es como tener una caja sorpresa que saca dinero para siempre… y no me importarán los altibajos de su precio.
Es como tener una gallina de los huevos de oro que constantemente entrega más.
No te despiertas todas las mañanas diciendo: “¿a cuánto puedo vender mi gallina de los huevos de oro?” No. El precio de la gallina de los huevos de oro no es lo que nos importa. Es “oye, ¿conseguimos un huevo hoy?”.
Es el retorno y el valor lo que estamos buscando.
Te lo digo de nuevo: el precio no importa. Lo que importa es lo que obtienes a cambio de tu dinero. Tú debes dedicarte a aprender cuáles son los mejores activos, los que más valor tienen o tendrán, más allá de su precio. Después, pagas el precio una vez y así obtienes el beneficio de las ganancias por el resto de tu vida.
Eso es lo que pienso sobre el precio de las cosas.
De ahora en adelante, empieza a buscar valor y retorno donde mirabas precios. A veces lo barato sale caro… pero siempre, con inteligencia financiera, puedes beneficiarte de todas las oportunidades que se presentan en el mundo de las finanzas.
¡Actúa con inteligencia!
Robert Kiyosaki
Para El Inversor Diario
Autor del best-seller Padre Rico, Padre Pobre, y una quincena de otros libros, es uno de los mayores gurús de las finanzas personales del mundo. Gracias a una alianza con Rich Dad Latino, en Inversor Global nos enorgullecemos de presentar Plan de Retiro Soñado, el único servicio donde Robert revela acciones puntuales para comprar y vender, y Súper Acciones Millonarias y Cash Flow semanal.