El mercado esperaba – en vano- que la Reserva Federal rompiera con su tradición de hacer lo incorrecto en el momento menos indicado. Pero el discurso de Powell en Jackson Hole esfumó cualquier esperanza de aterrizaje suave.
La Fed realizó la semana pasada, su tan esperada reunión anual en Jackson Hole.
Asistieron banqueros centrales de todo el mundo, pero la atención estuvo centrada en el presidente de la Fed, Jay Powell.
Los mercados esperaban que la Fed diera indicios de que quitaría el pie del freno de la economía y adoptaría una política de aumento de tasas menos agresiva, ya que las cifras de inflación de julio fueron (ligeramente) más bajas de lo esperado.
Pero al 8,5%, la inflación sigue siendo una seria preocupación para la Fed. Y con su tasa objetivo todavía entre 2,25% y 2,50%, la Fed todavía está muy lejos de cambiar el rumbo.
Incluso si las fuerzas inflacionarias se han aliviado un poco, lo que en sí mismo es discutible, la inflación está muy por encima de su tasa objetivo. Básicamente, la Fed todavía tiene mucho que hacer para ponerse al día.
Y así lo demostró Powell con su advertencia de que la política monetaria estricta seguirá “durante algún tiempo”, hasta estar seguros de que la inflación esté bajo control. Aunque eso implique un crecimiento más lento, aumento del desempleo y “algo de dolor” para hogares y empresas.
El problema es que la Fed ni siquiera entiende la fuente de la inflación actual.
La Fed tiene el diagnóstico equivocado
Como he argumentado antes, están acostumbrados a los modelos que se centran en la inflación por “empuje de la demanda”, donde los consumidores están comprando porque prevén que la inflación será más alta. Pero la inflación que estamos viendo se llama inflación de “empuje de costos”.
Viene del lado de la oferta, no de la demanda. Se produce por el aumento de los precios del petróleo debido a las políticas de Biden de cerrar la producción nacional. También proviene de la interrupción de la cadena de suministro global y la guerra en Ucrania.
Es fundamental comprender la diferencia entre la inflación de “empuje de la demanda” y la inflación de “empuje de costos”, por lo que sigo enfatizándola.
Dado que la Reserva Federal ha diagnosticado mal la enfermedad, están aplicando el medicamento equivocado. La suba de tasas no resolverá un shock de oferta.
Los precios más altos continuarán. Pero la escasez de dinero perjudicará a los consumidores, aumentará los ahorros y elevará las tasas de interés de las hipotecas, lo que perjudicará a la vivienda, entre otras cosas.
Septiembre a la vista
Pero eso no es todo. La Fed comenzó a recortar su hoja de balance en junio. Hasta ahora, en alrededor de USD 47 mil millones por mes. Pero a partir de septiembre, se espera que la Fed duplique esa cifra a USD 95 mil millones por mes. Esa es una diferencia significativa.
Puede que al mercado no le guste, pero la Fed está dispuesta a permitir que los mercados caigan, siempre que no sea “desordenado”. Ben Bernanke me dijo una vez que la Fed tolerará una caída del 15%. Después de eso, solo comenzará a prestar atención si la caída es, nuevamente, desordenada.
Es probable que la Fed continúe endureciendo la política económica hasta que haya algo así como otra “Masacre de Nochebuena”.
Los pánicos federales
Cuando la Fed inició el Ajuste Cuantitativo -Quantitative Tightening (QT)- a fines de 2017, instó a los participantes del mercado a ignorarlo. Dijeron que el plan QT estaba en piloto automático, que la Fed no lo iba a usar como un instrumento de política y que “funcionaría en segundo plano”, como un programa de computadora que está abierto pero que no está en uso.
Estuvo bien que la Fed dijera eso, pero los mercados tenían otra opinión. Los analistas estiman que el QT es equivalente a de dos a cuatro aumentos de tasas por año, por encima de los aumentos de tasas explícitos.
La Reserva Federal estaba subiendo las tasas y reduciendo su balance cuando, el 24 de diciembre de 2018, el mercado de valores se hundió. En dos meses y medio acumuló una caída del 20%.
La Fed entró en pánico y volvió a girar hacia la relajación de la política monetaria.
Hoy, la Fed se está endureciendo para debilitar la economía. Ya estamos en una recesión, a pesar de cualquier charla feliz de la administración y los principales medios de comunicación.
¿Quieres más evidencia de que la economía se está debilitando?
Los niveles más bajos desde el apogeo
de los bloqueos de COVID
El índice compuesto de gerentes de compras (PMI, por sus siglas en inglés) de agosto llegó a 45, por debajo del 47,7 esperado, que está en o cerca de los niveles de recesión.
El componente de manufactura cayó a 51,3, la lectura más baja desde julio de 2020. Y el componente de servicios se hundió a 44,1, el más bajo desde mayo de 2020, el punto álgido de los bloqueos por COVID.
El PMI es un indicador general de fortaleza económica en muchos sectores. Y la tendencia no es buena.
Así que sí, la economía se está desacelerando. Ya estamos en una recesión, que la Fed solo empeorará.
Basura dentro, basura fuera
El historial de la Fed de usar modelos incorrectos, usar modelos defectuosos y hacer lo incorrecto en el momento menos indicado, permanece intacto. El endurecimiento de la Fed hundirá los mercados bursátiles y ralentizará aún más la economía.
Es un gran error, pero la Fed lo hará de todos modos. Realmente no tiene idea del mundo real. Soy un gran crítico de los modelos de la Fed porque son obsoletos y no se ajustan a la realidad.
Es por eso que uso un conjunto completamente diferente de modelos que tratan con el mundo real. Se basan en los mismos modelos que la CIA usó para atrapar terroristas y desbaratar ataques terroristas.
Una cadena ininterrumpida de fracasos
Toda la historia de la Reserva Federal, desde 1913, demuestra que es realmente buena para destrozar la economía haciendo lo incorrecto en el momento equivocado. Y está por hacerlo de nuevo.
Cuando la Fed se dé cuenta del error de endurecerse a pesar de la debilidad económica, tendrá que dar media vuelta y pasar a una política de relajación. La flexibilización vendrá primero de las pausas en el ritmo de aumento de la tasa. Luego, posiblemente, los recortes reales de la tasa volverán a cero y finalmente revertirán las reducciones de su balance al expandir el balance a través de más Expansión Cuantitativa – Quantitative easing (QE)-.
Luego, el ciclo comenzará de nuevo, con los mismos resultados predecibles.
La lección es que cuando la Fed intenta normalizarse, no puede hacerlo. Están atrapados en una trampa creada por ellos mismos, sin salida, o al menos sin salida fácil sin causar mucho dolor.
Solo tenlo en cuenta en el futuro.
Jim Rickards
Para El Inversor Diario
Abogado y economista. Fue asesor de la CIA y el Pentágono y hoy es uno de los analistas financieros más leídos en Estados Unidos. Cuenta con 35 años de experiencia analizando exitosamente el contexto macroeconómico global. Gracias a una alianza con Agora Financial de Estados unidos, en Inversor Global es editor para Inteligencia Estratégica.