Si buscas dejar de intercambiar tu valioso tiempo por dinero, entonces estás en el lugar correcto. Hoy veremos una forma muy efectiva de acelerar tu patrimonio siguiendo las nuevas reglas del dinero. Es momento de pisar el acelerador y actuar con inteligencia para poder lograr la independencia financiera.
El padre rico de Robert Kiyosaki fue una figura muy importante en su crecimiento y superación personal. Él lo hacía pensar de una manera que no encontraba en ningún otro lugar. Ni en su casa, o su colegio, menos que menos en su trabajo (sí, Kiyosaki también tuvo trabajos que le ocupaban gran parte de su día).
Su padre rico le preguntaba cosas como:
“¿Cuánto tiempo crees que te tomaría conseguir USD 1 millón?”
O cosas como…
“¿Quién terminaría siendo rico? ¿Alguien que trabaja toda su vida tratando de ahorrar USD 1 millón? ¿O alguien que sabe cómo pedir prestado USD 1 millón al 10% de interés y también sabe cómo invertirlo y recibir un rendimiento del 25% anual sobre ese dinero prestado?”.
“¿Quién tiene mayor inteligencia financiera? ¿Alguien que trabaja duro por dinero o una persona que hace que su dinero trabaje por él?”.
Sus preguntas tenían un objetivo claro: el de hacerlo pensar. Por eso, es momento de que tú también te empieces a plantear este tipo de cuestiones.
Para poder disfrutar de tus tiempos y hacer las cosas que más te gustan debes pensar por fuera de la caja. Debes eliminar de a poco las enseñanzas que tuviste cuando eras chico, esas enseñanzas que te decían que la vida consistía en estudiar, tener un título, conseguir un trabajo y luego retirarte.
Cada uno vive su vida como quiere, pero si quieres ser financieramente libre, debes olvidar las viejas reglas del dinero y adoptar la modernidad, los tiempos que vivimos y las nuevas formas de hacerte rico.
Para eso, hoy hablaremos de la importancia de darle velocidad a tu dinero.
¿Qué tan rápido se mueve tu dinero?
Una de las razones por las que Robert Kiyosaki consiguió la libertad financiera fue porque mantuvo su dinero en movimiento.
Su padre rico se refería a este concepto como la velocidad del dinero. Solía explicarle que el dinero debería ser como un buen perro cazador de aves. Tiene que ayudarte a encontrar una, atraparla y luego salir a conseguirte una nueva. Lo que sucede es que, en el caso de la mayoría de las personas, el dinero es el ave que se escapa.
Si quieres ser independiente, tu dinero debe ser como un perro cazador de aves, uno que te ayuda a acumular cada vez más activos.
Actualmente, muchos administradores y planificadores financieros le dicen al inversor promedio: “solo danos tu dinero y haremos que este trabaje para ti”. La mayoría de los inversores asienten y repiten el mantra: “invierte a largo plazo, compra, mantén y diversifica”. De esa manera, el dinero se estanca y estos inversores continúan atados a sus empleos.
Para la mayoría de los inversores (es decir los inversores promedios), esa es una idea atractiva, dado que la mayoría no tienen interés en aprender a poner su dinero a trabajar. Parece que prefieren trabajar cada vez más duro. El problema con estos planes del inversor promedio es que no son necesariamente estrategias financieras productivas, ni son necesariamente más seguras.
Entonces, ¿qué hizo Robert Kiyosaki teniendo en cuenta esto que te acabo de contar?
La estrategia que utilizó fue sencilla: una vez que el dinero fuera suficiente para adquirir un activo, debes volver a emplearlo para conseguir otro. Esto sirve para mantener tu dinero en movimiento y acumular cada vez más activos. Esta estrategia es accesible para casi cualquier persona y con cualquier tipo de conocimiento financiero.
Uno de los primeros planes de Robert Kiyosaki para poner en movimiento su dinero fue pedir un préstamo para comprar una propiedad de alquiler y, en un año o dos, pedir prestado el pago inicial y comprar otra propiedad de alquiler. Así, siguió el consejo de su padre rico sobre usar el dinero como si fuese un perro cazador.
Como puedes notar, Robert pidió dinero prestado para invertir. La persona promedio usa el capital de la deuda para pagar una deuda mala. La deuda mala es aquella que no genera activos, sino pasivos, como las tarjetas de crédito.
Siempre que puedas, recuerda que usar el dinero de otra persona para hacer una buena inversión es una gran decisión. Pero ten en cuenta que debes haber aumentado considerablemente tu inteligencia financiera para hacerlo correctamente. Así que empieza de a poco.
Y ya que estamos hablando sobre cómo empezar, te recomiendo que leas lo que sigue.
¿Quién trabaja más duro? ¿tú o tu dinero?
Una de las razones por las que la gente trabaja tan duro toda su vida es simplemente porque se les enseñó a hacer eso en lugar de usar su dinero para tal fin.
Cuando la mayoría de la gente piensa en invertir, muchos simplemente depositan su dinero en una cuenta de ahorros o en una cuenta de retiro, mientras continúan con su vida de arduo trabajo. Mientras trabajan, esperan que su dinero también lo haga.
Luego, cuando ocurre algo como una crisis financiera, ese dinero se diezma y la mayoría de la gente termina perdiéndolo por no asegurarlo.
Es por eso que debes aprender a poner tu dinero a trabajar.
¿Pero cómo?
Recuerda la enseñanza sobre el perro cazador. Tu presa deben ser los activos que puedan darte beneficios como dividendos o pagos mensuales.
Una vez que empieces a encontrarlos te será cada vez más fácil cazarlos. Mientras más tengas en tu haber, más velocidad tendrá tu dinero.
Mientras más velocidad tenga tu dinero, serás cada vez más libre.
Estamos comenzando un nuevo mes, por eso te animo a que, en vez de comprarte algún artículo de ropa que usarás poco o nada, o en vez de pedirte un plato suculento por delivery, uses ese dinero para comprar un activo.
Puede ser una acción de una empresa, un bono, puede ser moneda extranjera, pueden ser muchas cosas. Lo importante es que comiences, que des el primer paso y que no te detengas nunca.
Tu libertad depende solamente de ti y tienes todas las herramientas a tu alcance para conseguirla.
¡Actúa con inteligencia!
Santiago Gluzsznaider Baker
Para El Inversor Diario
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, editor de Plan de Retiro Soñado, Cash Flow Semanal y Night Trader en Inversor Global. Trabaja codo a codo con el equipo de Robert Kiyosaki para poder acercar los conceptos de educación financiera del gurú de las finanzas al público de habla hispana.