El mercado cripto nos está mostrando una situación fascinante con Ethereum. Mientras Bitcoin se mantiene lateralizando en torno a los USD 96 mil, ETH se encuentra en una posición única que podría desencadenar lo que en el mercado se conoce como un “short squeeze”.
Veamos…
Según reporta The Kobeissi Letter, las posiciones cortas han aumentado un 40% solo en la última semana y un impresionante 500% desde noviembre de 2024, creando una presión bajista sin precedentes.
Ahora, ¿qué es un short squeeze y por qué creemos que se podría producir uno en ETH en estos días?
Básicamente, un short squeeze ocurre cuando un activo con numerosas posiciones en corto experimenta un aumento repentino en su precio, obligando a los vendedores en corto a cerrar sus posiciones, lo que impulsa aún más su precio al alza. Sin embargo, CoinStats advierte que, aunque estos movimientos pueden provocar incrementos significativos en el precio, suelen ser temporales, y el valor tiende a estabilizarse después de que el efecto se disipe.
Recordemos que hace muy poco, el pasado 2 de febrero, vivimos un momento que quedará en la historia del mercado cripto: Ethereum sufrió una caída del 37% en apenas 60 horas, arrastrando consigo más de USD 1 billón de capitalización de mercado, en un movimiento muy similar al flash crash del mercado de valores en 2010, pero con una diferencia crucial: esta vez no hubo un detonante claro en los titulares más allá de algunas especulaciones sobre una posible guerra comercial entre Estados Unidos y algunos de sus principales socios.

¿Se viene ese salto repentino?
La situación actual de Ethereum resulta aún más interesante cuando la comparamos con Bitcoin. La diferencia de capitalización entre ambos ha alcanzado niveles que no veíamos desde 2020, con Bitcoin siendo seis veces más grande que Ethereum. Este diferencial nos está contando una historia de presión bajista que podría revertirse de manera explosiva.
Lo más curioso de esta situación es el contraste en los flujos de capital. Mientras las posiciones cortas se multiplicaban en diciembre de 2024, Ethereum seguía atrayendo fondos de forma masiva. En solo tres semanas, recibió más de USD 2.000 millones en nuevas entradas, incluyendo un récord semanal de USD 854 millones. A pesar de este fuerte interés comprador, los fondos de cobertura han estado conteniendo activamente cualquier intento de ruptura alcista.
El volumen de operaciones también cuenta una historia interesante. Se observaron picos significativos el 21 de enero, después del Día de la Inauguración, y nuevamente durante la caída del 3 de febrero. Sin embargo, incluso después de una semana, ETH no ha logrado recuperar el gap bajista generado en la caída.

Durante años, el mercado ha temido que la SEC clasificara a Ethereum como un valor (security), lo que afectaría significativamente su adopción y regulación. Sin embargo, la nueva administración Trump parece tener una visión diferente. Incluso Eric Trump publicó recientemente que “es un gran momento para agregar ETH”, generando un repunte temporal en el precio.
Las teorías sobre esta persistente presión bajista son variadas. Podría tratarse de manipulación por parte de instituciones que buscan mantener el precio bajo hasta que sea rentable cerrar sus posiciones bajistas. Quizás son simples coberturas de fondos que usan ETH para protegerse contra la volatilidad de otros criptoactivos. O tal vez existe un pesimismo estructural basado en preocupaciones sobre escalabilidad, costos de transacción y menor adopción institucional en comparación con Bitcoin.
Lo paradójico es que esta postura bajista contrasta directamente con el aparente respaldo de la nueva administración regulatoria estadounidense.
En este sentido los números son contundentes: desde inicios de 2024, Bitcoin ha superado a Ethereum por un factor de 12 veces en términos de rendimiento. Mientras Bitcoin y otras criptomonedas importantes han logrado romper resistencias clave, Ethereum sigue atrapado en un canal bajista. |