El Congreso estadounidense acaba de legalizar las stablecoins respaldadas por el dólar con una ley que marca un antes y un después en el sistema financiero global. Te contamos cómo esta nueva era regulada impacta en América Latina y qué podría significar para tu bolsillo.
Por Iñaki Apezteguia
Ayer se comenzó a marcar un antes y un después en el mundo cripto.
¿Por qué?
Porque el Senado de Estados Unidos aprobó en primera instancia la GENIUS Act (Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins Act of 2025), una ley que por primera vez establece un marco legal claro y completo para regular las stablecoins respaldadas por el dólar.
Y aunque se trata de una ley estadounidense, su impacto será global. De hecho, América Latina será una de las regiones más transformadas por esta nueva normativa.
¿Qué establece esta ley?
La aprobación del GENIUS Act pone fin a la era de las stablecoins sin reglas claras. A partir de ahora, solo podrán emitir stablecoins aquellas entidades aprobadas por reguladores federales o estatales. Es decir, bancos o emisores certificados. Las startups no registradas, por ejemplo, no podrán participar legalmente de este mercado y quedarán sujetas a duras sanciones.
Además, cada stablecoin deberá estar respaldada en un 100% por efectivo o bonos del Tesoro y se prohíbe cualquier intento de rehipotecar reservas o mezclar activos. Y en caso de que un emisor quiebre, la ley otorga prioridad absoluta a los usuarios para recuperar su dinero. Esto convierte a las stablecoins reguladas en un vehículo mucho más seguro para quienes las usan como medio de pago o reserva de valor.
Otra innovación clave es que estas monedas digitales no serán tratadas como valores ni como commodities, lo que evita la interferencia de organismos como la SEC o la CFTC. En cambio, se las reconoce como instrumentos financieros supervisados por autoridades bancarias, y se exige a los emisores una completa transparencia: reportes mensuales, auditorías anuales y cumplimiento total con normas antilavado de dinero.
La ambición de fondo del GENIUS Act es geopolítica. Con esta ley, Estados Unidos busca consolidar al dólar como la moneda dominante también en el mundo digital, adelantándose a iniciativas como el yuan digital chino o las propuestas de euro digital.
¿Qué significa esto para América Latina?
Aunque la ley se aprobó en Washington, el impacto se sentirá con fuerza en Buenos Aires, Ciudad de México, Lima o Bogotá. América Latina es una de las regiones donde el uso de stablecoins más ha crecido en los últimos años: hoy millones de personas usan USDT o USDC para cobrar, enviar remesas, ahorrar o simplemente protegerse de la inflación local.
Uno de los casos más emblemáticos es Argentina, que hoy lidera la región —y está entre los primeros del mundo— en adopción de stablecoins. Frente a una inflación crónica y restricciones al acceso al mercado del dólar, miles de argentinos utilizan stablecoins como USDT, USDC o DAI para resguardar valor, hacer pagos cotidianos o enviar dinero al exterior con plataformas como Belo, Lemon Cash, Buenbit, Ripio, LetsBit o SatoshiTango que se han convertido en herramientas habituales para personas que, hasta hace pocos años, no tenían acceso a sistemas financieros globales.
Incluso exchanges internacionales como Binance son ampliamente utilizados en su modalidad P2P para comprar y vender USDT en pesos argentinos. Y esta adopción no solo ocurre entre usuarios tecnófilos o traders, sino también en comerciantes, freelancers y trabajadores informales que necesitan proteger sus ingresos. En ese contexto, la aprobación del GENIUS Act representa una noticia de enorme relevancia: al otorgar respaldo legal, transparencia y protección a las principales stablecoins del mercado, puede acelerar aún más la integración de estas herramientas en la vida económica cotidiana del país.
Esto también podría impulsar una revolución en los pagos y las remesas. Al integrarse a sistemas tradicionales con una base legal firme, las stablecoins permitirán transferencias internacionales más rápidas, seguras y baratas. Para quienes envían dinero a sus familias desde el exterior, esto puede representar un cambio enorme.
Sin embargo, no todo será fácil. Las reglas también imponen barreras. Muchas startups de América Latina que aspiraban a emitir stablecoins propias podrían quedar fuera de juego si no logran cumplir con los estándares exigidos por Estados Unidos. Además, el mayor control y fiscalización de operaciones podría afectar a empresas o usuarios cuyas transacciones sean vistas como sospechosas bajo las leyes estadounidenses.
Pero quizás el efecto más duradero sea el inspiracional: al convertirse en el primer país con una regulación seria y funcional para stablecoins, Estados Unidos establece un precedente. Es probable que otros gobiernos sigan el ejemplo y comiencen a debatir marcos legales propios que reconozcan o incluso integren estas monedas al sistema financiero formal.
Una nueva era para las finanzas digitales
Con esta ley, las stablecoins dejan de ser un experimento informal para convertirse en una pieza central del nuevo sistema financiero global. Y si eso es así, ¿qué viene después?
Es posible que se abra una etapa de expansión acelerada para proyectos que operen en torno a stablecoins reguladas. Servicios de pago, billeteras digitales, exchanges, plataformas de remesas y protocolos financieros podrían crecer con mayor solidez y respaldo.
Por eso, desde Inversor Global venimos siguiendo muy de cerca esta transformación. Dentro de nuestra Membresía Cripto Gold, diseñamos una cartera estratégica llamada “Las 7 monedas para el millón”, enfocada en identificar proyectos que puedan liderar esta nueva etapa de profesionalización del ecosistema.
No se trata solo de estar informado. Se trata de posicionarse con inteligencia. Porque cuando las reglas cambian, cambian también las oportunidades.
Y hoy, con el GENIUS Act ya aprobado, el mundo cripto está entrando en su fase más seria, segura y masiva hasta ahora.
Iñaki Apezteguia Para Zoom de Mercado |
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