Con el precio rondando los USD 3.700 y una estructura técnica alcista en formación, Ethereum se perfila como uno de los activos más atractivos para agosto. Pero no es solo una cuestión de gráficos: hay fundamentos sólidos que podrían impulsar un nuevo rally. ¿Qué escenarios maneja el mercado? ¿Cuáles son los riesgos? ¿Y cómo puedes posicionarte con inteligencia?
Por Iñaki Apezteguia
Ethereum (ETH) cerró la primera semana de agosto cerca de los USD 3.810, dentro de un rango de consolidación que se ubica entre 3.524 y 3.859 dólares. Si bien el rally de julio encendió el entusiasmo de muchos inversionistas, en los últimos días el precio ha mostrado una pausa saludable, con menor actividad de ballenas y un retroceso en el apalancamiento.
A simple vista, parece solo una pausa técnica. Sin embargo, los analistas técnicos empiezan a detectar algo más profundo: una posible acumulación previa a un movimiento de mayor magnitud…
Los motores fundamentales están encendidos
Ahora bien, más allá del análisis técnico, lo cierto es que el contexto fundamental de Ethereum se presenta cada vez más robusto. Por un lado, el avance de las soluciones de escalabilidad Layer 2 —como Arbitrum y Optimism— sigue reforzando la utilidad de la red, mejorando su eficiencia, reduciendo costos y congestionamientos, y atrayendo tanto a desarrolladores como a usuarios institucionales.
Además, el ecosistema de staking sigue en plena expansión. Protocolos como Lido y EigenLayer potencian el uso de ETH como activo productivo, bloqueando grandes cantidades de monedas y, en consecuencia, reduciendo la oferta circulante. Todo esto ocurre en un entorno donde la narrativa pro-Ethereum vuelve a ganar fuerza, tanto en redes sociales como en medios especializados.
Triángulo ascendente, taza y asa y más: el gráfico pide atención
Desde el punto de vista técnico, el patrón más citado en los últimos días es el triángulo ascendente, una figura que combina una resistencia horizontal —en torno a los USD 4.000— con mínimos crecientes, y que suele interpretarse como un signo de presión compradora acumulada. De confirmarse una ruptura con volumen, podría impulsar un rally significativo.
Pero eso no es todo. También se observan otros patrones técnicos relevantes, como la clásica “taza con asa”, una bandera alcista y un hombro-cabeza-hombro invertido en formación. Y las medias móviles exponenciales (EMAs) muestran una pendiente positiva, mientras que el RSI se mantiene en zona neutral con sesgo alcista.
Tal vez todo esto suena un poco complejo, pero todos estos indicadores, si se confirman, apuntan a un escenario de continuidad alcista.
Sin embargo, el gran ausente por el momento es el volumen: sin ese combustible, cualquier intento de ruptura podría convertirse en una falsa alarma.
¿Hasta dónde puede llegar el precio?
A corto plazo —es decir, entre agosto y octubre— los analistas coinciden en que el rango objetivo se ubica entre los USD 4.000 y USD 5.000, siempre y cuando la ruptura mencionada se confirme con volumen.
No obstante, si miramos un poco más allá, hacia 2026, las proyecciones se amplían notablemente. En escenarios moderados, el precio esperado oscila entre los 4.000 y los 10.000 dólares. Pero en escenarios más optimistas —como los planteados por PricePredictions o LongForecast— se mencionan techos de entre 13.000 y 16.000 dólares en los próximos 12 a 18 meses. Por supuesto, todo esto dependerá del clima macroeconómico, la evolución tecnológica y el comportamiento de los grandes jugadores del mercado.
Cuidado: no todo es señal verde
Sin embargo, como toda oportunidad, esta también viene acompañada de ciertos riesgos. El más inmediato es la falta de volumen, que podría invalidar los patrones técnicos e incluso provocar una corrección hacia el soporte de los USD 3.200. Además, preocupa la menor participación de ballenas, que en ciclos anteriores fueron clave para consolidar movimientos alcistas.
A esto se suma un contexto macroeconómico incierto: decisiones de la Reserva Federal, datos de empleo en Estados Unidos o tensiones geopolíticas pueden modificar en cuestión de días el apetito por riesgo. Por lo tanto, operar con criterio y un buen manejo del riesgo no es opcional, sino esencial.
Cómo posicionarse
Entonces, ¿cómo aprovechar esta oportunidad sin exponerse de más? Para perfiles moderados, una estrategia viable podría ser la compra escalonada entre los USD 3.600 y USD 4.000, con un stop dinámico por debajo de los USD 3.200.
En cambio, los traders más agresivos podrían buscar una entrada en caso de ruptura confirmada de los USD 4.000, apuntando a objetivos en la zona de los 4.500 y 5.000 dólares. Claro está, en este caso el volumen debe ser alto y sostenido. Y si prefieres esperar una validación más clara, tal vez te convenga mirar retrocesos a la zona de USD 3.500 como posibles puntos de reentrada.
ETH en la Cartera de las 7 Monedas
Vale la pena recordar que Ethereum es la segunda mayor posición dentro de la Cartera de las 7 Monedas de la membresía Cripto Gold, solo por detrás de Bitcoin. En nuestro caso se trata de una apuesta estratégica, con visión de largo plazo, que se apoya en fundamentos sólidos y perspectivas de crecimiento que hoy, más que nunca, vuelven al centro de la escena.
En resumen, Ethereum combina fundamentos sólidos, patrones técnicos de ruptura y una narrativa de mercado que vuelve a encenderse. Sin embargo, sin volumen no hay confirmación. Por eso, más que anticiparse ciegamente, conviene seguir los movimientos de cerca y actuar con inteligencia.
En los próximos Zoom de Mercado, vamos a seguir actualizando los niveles clave. Y si ETH rompe… hay que estar listos.
Por Iñaki Apezteguia
Para Zoom de Mercado