Desde las PASO, los depósitos en moneda extranjera no pararon de evaporarse.
La explicación: el pánico institucional está en niveles críticos, por lo que los tenedores de ahorros dólares saben que son presa fácil, dada la caída libre de las reservas del BCRA y el miedo a que el PJ avance sobre los ahorros.
En el gráfico se puede observar el desplome. Concretamente, se perdieron casi USD 7.000 millones en tan solo un par de semanas.
La buena noticia: en los últimos días, la sangría se habría desacelerado.
La quietud del dólar, tras las restricciones a los retiros de moneda extranjera parecerían haber calmado la ansiedad de los depositantes, que siguen retirando sus fondos, pero a una velocidad menor.
Sin embargo, de no detenerse la sangría, las reservas pueden llegar a niveles hipercríticos en breve. Si bien la cuenta no es lineal, ya que hay encajes de por medio, sí es cierto que esto impacta significativamente en las reservas, que se calcula ya rondan los USD 14.000 o USD 15.000 millones en términos netos. Una cifra baja, teniendo en cuenta la agenda financiera que nos espera.
El cepo macrista
Como adelanté en el apartado anterior, uno de los hitos más relevantes de las últimas semanas, y tal vez del último año, es el “cepo cambiario” macrista.
¿En qué consiste? Básicamente, restringe la compra de divisas hasta USD 10.000 mensuales para atesoramiento per cápita, pero también bloqueando la remisión de utilidades y dividendos de las empresas. A su vez, obliga a liquidar los dólares de las exportaciones en plazos de hasta 5 días hábiles.
Es importante destacar que nadie está limitado para extraer dólares de sus cuentas, ni personas físicas ni jurídicas. Tampoco hay restricciones sobre consumos en el exterior vinculados a viajes.
De esta manera, se observa que la parte más dura de este “cepo macrista” ha recaído sobre los exportadores y las empresas, pero no tanto sobre las personas físicas.
El objetivo de esta medida es intentar contener, al menos parcialmente, la vigorosa salida de capitales de la plaza local, para intentar con ello diluir la amenaza de una corrida cambiaria en vísperas de las primarias presidenciales.
Lo cierto es que, al menos en los primeros días, lo han logrado. El tipo de cambio se estabilizó transitoriamente por debajo de los $60 por dólar, deteniendo la hemorragia.
Pero esta resulta una medida que tuvo y tendrá consecuencias. Para empezar, el riesgo país tocó máximos de más de 2500 puntos básicos, mientras el MERVAL continuó desplomándose.
Aunque esta semana rebotó un poco tras la caída del lunes.
El neoradicalismo
La pregunta ahora es qué hará Alberto Fernández. La respuesta a mí me parece obvia.
Para empezar, el “control de cambios” era una medida sugerida por el peronismo. También veo factible que incluso ese control se haga más violento, ya que USD 10.000 por persona parece un techo bastante elevado, o sea, “bajable”.
Tampoco debería sorprendernos la instauración de experimentos como un desdoblamiento cambiario y/o impuestos a los consumos en el exterior.
También intuyo que China tomará un rol protagónico, sustituyendo un poco el rol que el FMI ha tenido durante la segunda parte de la gestión macrista.
Son tiempos para protegerse y buscar estrategias para obtener una renta dolarizada.
Saludos.
Juani Fernández