Te presento las lecciones que todo padre debería de enseñarle a sus hijos en cuanto a las finanzas y el dinero.
Querido lector.
Las lecciones sobre el dinero que aprendí cuando tenía nueve años no son las que la mayoría de los padres suelen enseñar a sus hijos.
Esperan a que las escuelas hagan eso por ellos, tal vez porque no saben mucho al respecto o por alguna razón no creen que sea apropiado hablar con sus hijos sobre dinero.
Recuerdo las palabras que mi padre rico solía decir al respecto: “si no les enseñas a tus hijos sobre dinero, otras personas lo harán por ti”.
En la actualidad, recibimos educación financiera de muchas fuentes, a través de publicidades de venta, por ejemplo. Es muy común ver en la televisión a estrellas deportivas vendiendo una marca de zapatillas en particular o a cualquier celebridad recomendando planes de financiamiento.
Por su parte, en las tiendas tratan de seducirte con planes de pago en cuotas mensuales de bajo interés, si te animas a comprar. Las instituciones financieras te sugieren ahorrar dinero e invierte al largo plazo. Las aerolíneas suelen alentarte a usar tus tarjetas de crédito para que puedas recibir millas gratis para viajar y pare de contar.
El sistema educativo no escapa de este juego. Hoy, muchos jóvenes terminan la universidad endeudados por las gastos desorbitantes que implica la educación superior.
Y la peor parte es que no están recibiendo la educación financiera adecuada en el proceso.
Trabaja para aprender, no para merecer
La principal diferencia que existe entre los adinerados, las personas de escasos recursos y la clase media, tiene que ver con lo que hacen con su tiempo libre.
Las personas adineradas tienen claro que el propósito de trabajar es adquirir conocimientos y obtener el dinero que después trabajará por ti.
Mi padre rico siempre me incentivó a desarrollar la habilidad de generar dinero, en lugar de trabajar en función del dinero. Me enseñó a prescindir de éste.
“Si no lo necesitas, ganarás mucho dinero”.
Debo reconocer que al principio me sonó contradictorio, pero cuando empecé a procesar la información, comenzó a tener sentido.
Después de graduarme en la Academia de la Marina Mercante, tenía una buena carrera por delante.
Mi primer trabajo fue en una flota petrolera de Standard Oil en California como tercer oficial, ganaba USD 42.000 al año, incluyendo horas extra, y solo tenía que trabajar siete meses del año. Mi padre pobre estaba muy feliz. Sin embargo, después de seis meses, renuncié a mi puesto en Standard Oil y me uní al Cuerpo de Marines. A mi padre pobre no le gustó mucho la idea pero mi padre rico me felicitó por ello.
La razón que me llevó a unirme al Cuerpo de Marines fue el deseo de desarrollar nuevas habilidades. Quería ser piloto, así como aprender cómo orientar a otras personas en situaciones difíciles. Tenía muy en claro que las habilidades de liderazgo aprendidas en ese lugar, me iban a beneficiar en la vida y en los negocios.
Después de mi turno de servicio, tuve la oportunidad de conseguir un trabajo fijo como piloto en una aerolínea comercial. ¿Adivina quien estaba nuevamente devastado anímicamente? ¿Y quién me felicitó?
Aunque podría haber elegido una vida cómoda como piloto, quería desarrollar la habilidad de vender. Sabía que esa habilidad, junto a la de liderazgo aprendida en el Cuerpo de Marines, me harían libre financieramente.
¿Prefieres trabajar para obtener un sueldo, priorizando la seguridad sobre las oportunidades? o, ¿trabajar para aprender (y obtener una educación financiera), para aprovechar las oportunidades en lugar de permanecer en territorio seguro?
La mayoría de las personas sigue la sabiduría convencional y optan por el camino de trabajar para ganarse un sueldo. Pero si quieres lograr independencia financiera, te recomiendo que trabajes en función de lo que realmente deseas aprender en lugar de un salario.
Piensa en las habilidades que desearías desarrollar antes de elegir una profesión específica y antes de quedar atrapado en la carrera de ratas.
El flujo de ingresos
Uno de los términos más importantes en el mundo de los negocios e inversiones son “flujo de ingresos”.
Una de las principales razones por la cual muchas personas se encuentran en problemas financieros es que ingresa menos dinero a su bolsillo del que sale. Si tu objetivo es tener una posición financieramente segura, debes aprender a generar un flujo de ingresos que al final del día te permita contar con más dinero del que gastas.
Mientras tengas que trabajar, no serás libre. Puedes elegir trabajar, pero es algo muy diferente a tener que hacerlo. Si tienes que hacer algo todos los días para generar ingreso para vivir, entonces no eres libre.
El flujo de ingresos positivo es el dinero que recibes todos los meses, ya sea que trabajes o no. Mis activos generan un flujo de ingresos positivo cada mes, ya sea que esté trabajando o no. Y ese dinero va directo a mi bolsillo.
Mi objetivo primordial es conseguir que ingrese un mayor flujo de idinero a mi cuenta del que sale para cubrir mis gastos fijos, y eso es lo que me convierte en una persona financieramente libre. Mis activos trabajan para mí, en vez de yo hacerlo por ellos.
Las lecciones financieras que mi padre rico me enseñó a través de las repetidas veces que jugamos al Monopoly cuando era niño, generaron un impacto positivo importante en mi percepción del dinero y de lo que tenía que hacer para alcanzar mis metas financieras.
La diferencia entre un activo y un pasivo
La clave para comprender y gestionar tu estado financiero es entender la diferencia entre un activo y un pasivo. En pocas palabras, un activo es cualquier cosa que lleva dinero a tu bolsillo. Un pasico es cualquier cosa que saca dinero de tu bolsillo.
Esto genera un pensamiento contraintuitivo.
Por ejemplo, durante muchos años he hecho énfasis en que tu casa no esun activo. La gente solía espantarse cuando lo decía, hasta que llegó la crisis inmobiliaria de 2008.
En ese momento, muchos se dieron cuenta de que sus casas son pasivos al final del día.
La realidad es que los bienes raíces, incluida la vivienda, son un activosi generan flujo de ingresos que va directamente a tu bolsillo.
“Si no les enseñas a tus hijos sobre dinero, otras personas lo harán”.
Esas palabras de mi padre rico quedaron inmortalizadas para mi.
Nos encontramos en una era tanto de oportunidades como de cambios financieros sin precedentes.
Habrá auges y caídas en el mercado.
Si bien a la mayoría de nosotros nos encantaría tener la bola de cristal para poder predecir qué hacer en el futuro en términos financieros, me temo que no existe cosa tal. Entonces, en esta era de grandes transformaciones, en lugar de tratar de predecir lo que sucederá, sugiero que nos preparemos para ello.
Recuerda siempre lo que decía mi padre rico: “Una de las razones por las que los ricos se mantienen su riqeza es porque saben cómo hacer dinero en épocas de abundancia y generan aún más ingresos en tiempos no tan buenos”.
Prepárate y prepara a tus hijos para los altibajos del futuro.
Saludos,
Robert Kiyosaki
Para Inversor Global
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina. El Inversor Diario te permitirá acceder a información exclusiva sobre los mercados internacionales y podés suscribirte haciendo click acá.
Autor del best-seller Padre Rico, Padre Pobre, y una quincena de otros libros, es uno de los mayores gurús de las finanzas personales del mundo. Gracias a una alianza con Rich Dad Latino, en Inversor Global nos enorgullecemos de presentar Plan de Retiro Soñado, el único servicio donde Robert revela acciones puntuales para comprar y vender, y Súper Acciones Millonarias y Cash Flow semanal.