El apalancamiento con futuros permite transformar un movimiento del 1% en una ganancia de entre 20% y 30%. En Estados Unidos hay contratos accesibles para todos.
Por Bruno Perinelli
A todos nos cuesta transitar esta cuarentena.
Si bien entendemos que el aislamiento es necesario para derrotar al Coronavirus, esta situación nos provoca un manojo de emociones.
Sentimos miedo, ansiedad y angustia, por no saber cuándo volveremos a ver a nuestros afectos. Cuándo volveremos a compartir momentos con ellos, a darles un abrazo y a mirarnos a cara descubierta sin estar pensando en la amenaza del contagio.
También nos inquieta la incertidumbre por el futuro económico. Al no saber cuándo la pandemia va a terminar, nos preguntamos si para el momento en que eso suceda vamos a tener trabajo o si habremos conseguido recuperar nuestros ingresos.
El encierro altera nuestro estado de ánimo y nos vuelve irritables.
Llevando esta analogía al mundo de las finanzas, hay un activo que parece estar padeciendo el encierro de la cuarentena. Ese es nada menos que el dólar.
En los últimos meses, la moneda estadounidense se ha comportado como un verdadero subibaja frente a las principales divisas de países desarrollados.
Por momentos amado, por momentos odiado. El dólar pasa de ser reserva de valor, a ser denostado como el billete del monopoly de menor valor, para luego volver a ser codiciado por todos.
El índice dólar es la principal referencia de la moneda estadounidense en los mercados financieros. Mide su valor en relación al euro, el yen, la libra esterlina, el dólar canadiense y la corona sueca.
Fíjate qué ondulantes fueron los últimos movimientos del índice:
Fuente: Investing
En dos meses y medio el índice dólar se movió prácticamente en sentido lateral, aunque de una manera frenética.
Podemos contabilizar cuatro períodos alcistas, intercalados por tres bajistas.
Los ups and downs del dólar respondieron a los pronósticos catastróficos sobre la economía mundial (y sobre la estadounidense en particular) y a los estímulos monetarios y fiscales que los países están llevando adelante para combatir la “Coronacrisis”.
Un día, el dólar sube cuando los bancos centrales de Europa, Japón y el Reino Unido relajan sus políticas monetarias. Otro día, baja cuando la Fed hace lo propio o se conocen proyecciones dramáticas sobre el derrumbe de la economía estadounidense.
Para un trader que solo invierte de manera tradicional, las monedas fuertes pueden no resultar una alternativa atractiva y ambiciosa. En marzo, cuando la volatilidad era altísima, el índice dólar subió apenas 8% cuando trepó de 96 a 104 puntos.
Pero el atractivo aparece cuando a ellas se le agrega un picante condimento: el apalancamiento.
Gracias a la potencia del apalancamiento, los contratos de futuros permiten transformar un aumento o una caída de apenas 0,5% de una moneda en una ganancia de entre 20%y 30%.
Por si no los conoces, los futuros son instrumentos derivados cuyo precio depende de cómo se mueva el activo al que replican, también llamado activo subyacente.
Se dividen en contratos, que tienen un período de vigencia y permiten tomar posiciones compradoras o vendedoras para cubrirse o especular con la suba o la baja del activo subyacente.
Algunos contratos exigen al vencimiento la entrega física del subyacente. Otros, solamente la liquidación de diferencias financieras entre el emisor y el tenedor al vencimiento.
Las operaciones con futuros no son como las tradicionales, en las que uno compra directamente el activo y espera que suba.
Por el contrario, se tratan de operaciones de margen: para comprar o vender un contrato de futuro, el mercado te exige dejar un monto de efectivo en garantía (margen), que es un porcentaje del valor del contrato. El resto del contrato “te lo presta” el bróker. Sobre ese margen se acreditan y debitan las variaciones del precio del contrato.
Veamos un ejemplo:
Supongamos que compro un contrato de un índice de acciones que vale USD 10.000 dejando USD 500 en garantía.
Inmediatamente después el índice sube 1% y el contrato pasa a valer USD 10.100. Esa ganancia de USD 100 se acredita en mi margen, que pasa a ser USD 600.
Al ver esto, me alegro por los resultados y decido vender los contratos a USD 10.100. En definitiva, una suba del 1% del activo subyacente me permite cosechar una ganancia del 20% del capital que dejé en garantía.
Pero no todo es color de rosa. Los futuros también tienen su lado oscuro.
Si en vez de subir el contrato baja 1%, obtengo una pérdida del 20%. Aquí podemos ver que el poder del apalancamiento no solo potencia las ganancias. También lo hace con las pérdidas.
Tenemos que tener en cuenta que, si la operación va en la dirección contraria a nuestra posición, las pérdidas se van debitando de nuestro margen de garantía.
Puede ocurrir que las pérdidas sean tan cuantiosas que el bróker tenga que pedirnos que agreguemos capital a nuestro margen para mantener la posición.
Esta circunstancia junto con el apalancamiento nos da una noción acerca del alto riesgo que implican las operaciones con futuros.
En Estados Unidos, el Chicago Mercantile Exchange Group (también conocido como CME o Globex) agrupa los mercados donde se negocian los contratos de futuros de monedas, commodities e índices de acciones.
El año pasado el CME Group lanzó los contratos E-Micro diseñados especialmente para los traders con bajo capital. Son contratos que exigen márgenes de garantía menores a USD 1.000, 10 veces menos que los que requerían los clásicos futuros.
Hay contratos Emicro de monedas, commodities e índices de acciones.
Si eres de aquellos traders amantes del riesgo, te invito a que los pruebes y veas qué te parecen.
Eso sí, te recomiendo que tomes los recaudos necesarios. No tomes más de un contrato en tu período de prueba y apliques stop loss si la operación va en el sentido contrario al de tu posición.
Hasta la semana que viene,
Bruno Perinelli
Para Inversor Global
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.
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Bruno Perinelli es licenciado en Economía (UBA) y tiene un posgrado de especialización en mercado de capitales. Con 12 años de experiencia operando acciones, monedas, commodities, bonos y derivados, es el jefe de Trading de Inversor Global y ha estado a cargo de tres servicios de análisis de trading. Actualmente participa como analista de mercados de Cash Flow Semanal y Súper Acciones Millonarias, y publica regularmente consejos de inversión en Mercado en 5 minutos y El inversor diario.