0:30 | La “pelota” la tiene Guzmán
Lamentablemente la Argentina vuelve a coquetear con la posibilidad de entrar en default.
Se sabe que una gran parte de los bonistas han rechazado la propuesta del gobierno argentino y que hasta el momento el porcentaje de adhesión es muy bajo. Pero hay algo que me llamó la atención durante los últimos días. Se filtraron algunos documentos confidenciales sobre una posible contraoferta del fondo Black Rock.
Muchos creen que el gobierno está intentando “justificar” de algún modo la poca voluntad de los acreedores para llegar a un acuerdo, por eso se los expone. Pero no debemos descartar que esto puede ser parte de la estrategia de negociación. Pese a la firmeza de Martín Guzmán con la propuesta, creo que intentará acercar posiciones antes del vencimiento si realmente quiere evitar el default.
Y si los bonos soberanos llegaran a entrar en default, se podría desatar una cadena de “defaults masivos” en el sector corporativo, como se dio en el año 2002.
Eso es lo más preocupante y, de hecho, ya hay tres casos.
# Primer Caso – Una de las aceiteras más importantes de nuestro país, Vicentín, entró en cesación de pagos a fines del año pasado por no poder afrontar sus pasivos por más de $ 23.000 millones.
# Segundo Caso – La legendaria empresa de calzados Grimoldi (GRIM) se declaró en default hace unos días por no poder cumplir con el pago de $ 7,3 millones y convocó a los acreedores para intentar reestructurar la deuda.
# Tercer Caso – Hoy le tocó a la empresa de electrodomésticos Longvie (LONG). La compañía comunicó a la Comisión Nacional de Valores que no podrá afrontar el pago de una de las obligaciones negociables por $ 17,9 millones.
Es una dura realidad que no queremos volvemos a vivir. Pero todo dependerá de los esfuerzos del gobierno para evitar (y no justificar) el default de la deuda soberana.
1:20 | El petróleo quiere salir de la cuarentena
Hablemos del mundo.
A medida que los distintos países van abriendo gradualmente la cuarentena, las expectativas de una pronta recuperación de la economía comienzan a entusiasmar a los inversores. Como te comenté ayer, creo que el mercado norteamericano está demasiado eufórico con datos económicos que no son para nada alentadores.
Aun así, la salida del confinamiento tuvo un efecto concreto en el petróleo. Los inversores creen que la demanda podría recuperarse en la segunda mitad del año a medida que las existencias continúan cayendo.
Según la Agencia Internacional de Energía (EIA) los inventarios de crudo en Estados Unidos cayeron en 4,6 millones de barriles la semana pasada. Esto ha provocado una recuperación del precio del petróleo en su versión WTI durante los últimos días.
Aun así, no parece ser suficiente. Hoy el barril de petróleo cayó cerca del 3% por debajo de los USD 24. Si el mundo comienza a retomar las actividades con éxito, posiblemente veamos un barril por encima de estos niveles. Pero no será tan rápido.
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