La pandemia ha concentrado toda la atención mediática en este 2020. Pero hay temas que avanzan con una agenda silenciosa. Algunos de ellos son los procesos de legalización del cannabis y de las terapias que vaticinan un nuevo boom en estos mercados.
El pasado 3 de diciembre y con un histórico resultado de 27 votos a favor, 25 en contra y una abstención, la Comisión de Estupefacientes de la ONU sacó de la lista de las drogas peligrosas al cannabis.
Esta decisión será un impulso a más investigación científica sobre las propiedades medicinales de esta planta y actuará como catalizador para que los países reconsideren las leyes sobre su uso recreativo y medicinal.
Este camino hacia la legalización ya se ha iniciado en varios países, pero en Estados Unidos quedó demostrado en las últimas elecciones que hay consenso en el asunto: para los estadounidenses, la marihuana debería ser legal.
Nueva Jersey, después de legalizar el cannabis, está en camino a convertirse en una potencia de marihuana con sus 9 millones de habitantes. Arizona, con sus 8 millones de habitantes, también se ha unido al club del cannabis recreativo. Mississippi, por su parte, ha decidido abrir las puertas a la marihuana medicinal para sus 3 millones de habitantes. Dakota del Sur votó por el uso médico y Montana se abre al uso en adultos.
Esto significa un auge en las ventas de cannabis en cinco estados, con una población combinada de más de 20 millones de personas.
Pero el efecto del cannabis no es solo una cuestión de un par de estados. La nueva vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha redoblado su intención de presionar por la legalización de la marihuana a nivel federal, patrocinando la Ley de Oportunidad, Reinversión y Eliminación de Marihuana (MORE, por sus siglas en inglés).
Y todo indica que Harris lo está logrando. El pasado 4 de diciembre, la Cámara de Representantes aprobó la Ley MORE que busca despenalizar el cannabis y eliminar las condenas por delitos no violentos de cannabis. Esto representa un paso monumental hacia la legalización del cannabis en Estados Unidos.
El proyecto de ley ahora está en el Senado del país. Su aprobación dependerá del resultado de dos elecciones de senadores que se realizará en enero en el estado de Georgia. Si ganan los demócratas, el partido decididamente pro cannabis, garantizarían el control del senado y probablemente la aprobación de esta ley.
Estos vientos de legalización no solo están provocando crecimiento sostenido en la industria cannábica y avances médicos relacionados con los componentes activos de esta planta, también están propiciando una apertura hacia la investigación de las sustancias psicodélicas, como la psilocibina.
Y la ciencia está hablando. Un pequeño estudio publicado en JAMA Psychiatry, una prestigiosa publicación médica, mostró que los pacientes que recibieron dos dosis de psilocibina (alcaloide presente en los hongos alucinógenos) disfrutaron de fuertes mejoras en síntomas de depresión. Otro estudio, en 27 pacientes, sugiere que la terapia es cuatro veces más efectiva que los antidepresivos.
Por su parte, los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, una de las más respetadas del mundo, determinaron que una sola dosis de psilocibina puede reducir la frecuencia de las migrañas a la mitad. Esto respalda los resultados de una antigua investigación de la década de 1960 que mostró que los psicodélicos ayudaron a personas con migrañas crónicas.
En ratas que recibieron psilocibina, se observaron aumentos en la neuroplasticidad, que permite la formación de nuevas conexiones entre las neuronas. En sentido figurado, es una suerte de “reinicio” en el cerebro, borrando patrones antiguos y ayudándolo a establecer otros nuevos, lo que podría ser la razón por la que las personas están viendo beneficios para los trastornos como la depresión y las migrañas.
Sin embargo, solo las empresas farmacéuticas que construyan una sólida cartera de estudios y medicamentos, y que produzcan datos clínicos sólidos, estarán en condiciones de alcanzar el éxito con una terapia que pueda dar alivio a esos 700 millones de personas que, en todo el mundo, padecen alguna enfermedad mental, adicción o trastorno alimentario.
Como ves, las terapias psicodélicas están abriendo la puerta a un mercado atractivo, y hay inversores de renombre que lo saben. Tal es el caso del fundador de PayPal, Peter Thiel, que se ha convertido en uno de los primeros grandes inversores de este nuevo mercado de “medicamentos psicodélicos”. ¿Su idea? Adelantarse al boom, como pasó con el cannabis hace unos años.
¿Te unirás a él?
Por un futuro mejor,
Ray Blanco
Para El Inversor Diario
Es experto en tecnología especializado en encontrar las empresas mejor posicionadas y con mayor potencial del mundo tecnológico y biotecnológico. Gracias a una alianza con Agora Financial de Estados unidos, es editor de Especulación Inteligente para Inversor Global.