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Grandes fuentes de energía nuclear pueden convertir a un país como Ucrania en la próxima superpotencia mundial de criptomonedas, y una empresa ya ha puesto en marcha los planes para lograrlo.
Hace treinta y cinco años, el 26 de abril de 1986, explotaba el reactor número 4 de la central nuclear Vladimir Ilich Lenin de Chernóbil.
El evento deprendió a la atmósfera toneladas de elementos tóxicos, cuya radiación sería 200 veces superior a la provocada por las bombas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki en la segunda guerra mundial.
A causa de este accidente, millones de personas en un radio de 150.000 kilómetros cuadrados serían afectadas, acelerando la caída de la Unión Soviética.
Esta es la catástrofe que siempre surge al hablar de la energía nuclear. Y son sin razón.
Sin embargo, la energía nuclear no ha dejado de evolucionar en las últimas tres décadas.
Desde esos días, Ucrania, al igual que Rusia, sigue elaborando programas para la construcción de nuevos reactores, así como para la prolongación del funcionamiento de los bloques que han agotado su vida útil.
A la fecha, Ucrania alcanzó un máximo de 15 reactores distribuidos en cuatro centrales nucleares (Jmelnitski, Rovno, Ucrania del Sur y Zaporozhie), las cuales representan la columna vertebral del portafolio energético del país. Estas plantas producen el 53% de la electricidad, frente al 31% del Carbón, 7% del gas y 8% de la energía hidroeléctrica.
Gracias a este mix energético, se ha convertido en el país con la electricidad más barata de de Europa (USD 0,04 con impuestos) medida en kWh (kilovatios-hora).
Precios de la electricidad en Europa en 2020. La flecha marca a Ucrania.
En los últimos años, estas centrales han utilizado solo el 69% de la capacidad instalada, situación que se agravó con la disminución del consumo eléctrico que trajo el confinamiento del Covid-19. Su resultado: un excedente de energía nuclear.
Bajo este contexto, el 6 de mayo del 2020 el Ministerio de Energía ucraniano comunicó que el desperdicio sería utilizado para impulsar las políticas públicas del presidente Volodymyr Zelensky, quien, en abril de 2019, había prometido transformar al país en un centro de tecnología digital.
¿Y qué puede hacer un país con excedentes de energía barata? Proponer la criptomineria como una solución moderna para obtener nuevos ingresos fiscales.
Energoatom
El 5 de mayo, día previo al anuncio, Olha Buslavets (Ministro de Energía) le solicitaba por carta a Energoatom, la empresa estatal encargada de administrar las centrales nucleares en Ucrania, que para el 8 de mayo explorara todas las formas posibles de minar criptomonedas con el excedente energético.
Así, la compañía presentó una iniciativa para impulsar la criptomineria que se puso en marcha en octubre de 2020, cuando firmó un memorándum de entendimiento con la subsidiaria de la criptominera holandesa Bitfury. ¿El objetivo? Poner en marcha múltiples granjas de minería cerca de las cuatro plantas nucleares ucranianas.
Como parte del acuerdo, ambas compañías establecieron como primera fase construir un gigantesco centro de datos, impulsado por la central nuclear de Rovno. Y este año, dieron su primer paso para hacerlo realidad.
El 26 de enero de este año, se definió la licitación pública para construir el centro, estableciéndose como fecha límite el 31 de agosto de 2022.
Según un informe de Data Center Dynamics, inicialmente esta instalación utilizaría entre 250 MW y 500 MW de energía, y podría llegar hasta 2-3 GW (gigavatios, entre 2000 y 3000 megavatios) en condiciones normales.
Para darle dimensión: esta es la potencia eléctrica que alcanzan las granjas de hidrominería chinas más grandes en épocas de lluvia.
Pisando a China
Como siempre en este ecosistema, es imposible no mencionar a China, que se ha convertido en el principal minero con grandes pools y control mayoritario sobre las principales blockchains.
Datos presentados en abril de 2020 por el Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge (CCAF) demostraban que el gigante asiático representaba 65% del poder total de la red bitcoin, eclipsando al resto de los participantes.
La minería cripto en el país sigue siendo una industria en crecimiento, que se sustenta en mano de obra barata, cercanía a centros de producción de hardware y bajos costos eléctricos gracias a la hidrominería.
Sin embargo, en abril de 2019, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas de China incluyó a la minería en la lista de industrias que se deben erradicar para mejorar la eficiencia energética. Y, desde entonces, muchos gobiernos locales han elaborado políticas para seguir sus lineamientos.
Uno de ellos es Mongolia Interior, una región autónoma que representa el 8% de la potencia informática mundial de bitcoin. El gobierno de la región anunció este 25 de febrero que, a partir de abril, la minería de criptomonedas se encontraría prohibida.
La inestabilidad política para establecer operaciones mineras ha desviado la atención de los mineros hacia otros países, disminuyendo el poder chino en comparación con el año pasado a un 50%.
Aquí Ucrania, una de las áreas pro-cripto cercanas, entra en escena dado que el Ministerio de Desarrollo Económico y Comercio tiene prevista la legalización de las criptomonedas este año.
Grandes fuentes de energía económica y normas claras convertirán a Ucrania en una superpotencia en el mapa de la criptomineria, comenzando a hacerle frente a potencias globales como China.
Sus centrales nucleares utilizaran su poder computacional para satisfacer la creciente demanda e interés de las principales criptomonedas, donde Bitcoin, Ethereum y, la plata digital, Litecoin (LTC) tienen un gran potencial de crecimiento.
El hecho de que un país planee dedicar una gran cantidad de recursos energéticos a la criptominería solo puede significar una cosa: más interés general por este mercado, lo cual podría revalorizar las principales criptomonedas.
Y no solo bitcoin y Ethereum. Litecoin, la plata digital, es una excelente opción para incluirla en nuestra cartera de inversión en este contexto.
No olvides que el mercado de las criptomonedas es muy volátil, por lo cual solo deberías destinar en él un porcentaje de tu patrimonio que estés dispuesto a perder.
Eso es todo por hoy.
Buenas inversiones,
Germán Malnero
Para El Inversor Diario