Existen tres principios financieros que son fundamentales para hacer crecer tu patrimonio y ayudarte a alcanzar libertad financiera. Revisemos cada uno y cómo puedes ponerlos en práctica..
Estimado lector:
Mi padre rico, siempre me dio consejos sobre el dinero muy diferentes a los que recibí de mi padre real, a quien suelo referirme como mi padre pobre.
Mi padre rico me hacía plantearme preguntas como:
“¿Cuánto tiempo crees que te tomaría ahorrar USD 1 millón?”
“¿Quién terminaría siendo rico? ¿Alguien que trabaja toda su vida tratando de ahorrar USD 1 millón? ¿O alguien que sabe cómo pedir prestado USD 1 millón al 10% de interés y también sabe cómo invertirlo y recibir un rendimiento del 25% anual sobre ese dinero prestado?”
“¿Quién tiene mayor inteligencia financiera? ¿Alguien que trabaja duro por dinero o una persona que hace que su dinero trabaje por ella?”
En lo que respecta al trabajo, el dinero, los ahorros y las deudas, es obvio que mis dos padres tenían puntos de vista completamente diferentes.
Pero la mayor diferencia den sus perspectivas, quedó en evidencia con esta
declaración de mi padre rico:
“Los pobres y la clase media tienen dificultades para hacerse ricos porque tratan de usar su propio dinero para hacerlo. Si quieres hacerte rico, necesitas saber cómo usar el dinero de otras personas para tal fin, no el tuyo”.
Hoy quiero compartir contigo tres principios básicos que aprendí de mi padre rico sobre cómo generar riqueza de la misma manera que los más adinerados.
1. ¿Qué tan rápido se mueve tu dinero?
Una de las razones por las que mi esposa Kim y yo pudimos tener un temprano fue que mantuvimos nuestro dinero en movimiento.
Mi padre rico se refería a este concepto como la velocidad del dinero. Solía explicarme que: “El dinero debería ser como un buen perro cazador de aves. Ayudarte a encontrar un ave, atraparla y luego salir a conseguirte una nueva. En el caso de la mayoría de las personas, el dinero es el ave que se escapa”.
Si quieres retirarte joven y rico, tu dinero debe ser como un perro cazador de aves, que te ayuda a acumular cada vez más activos.
Actualmente, muchos planificadores financieros y administradores de fondos mutuos le dicen al inversor promedio: “Solo danos tu dinero y haremos que este trabaje para ti”. La mayoría de los inversores asienten y repiten el mantra: “Invierte a largo plazo, compra, mantén y diversifica”. De esa manera, el dinero se estanca y estos inversores continúan atados a sus empleos.
Para la mayoría de los inversores, esa es una idea atractiva, dado que la mayoría no tienen interés en aprender a poner su dinero a trabajar. Parece que prefieren trabajar cada vez más duro. El problema con estos planes del inversor promedio es que no son necesariamente estrategias financieras productivas, ni son necesariamente más seguras.
Kim y yo no guardamos nuestro dinero en una cuenta de retiro para disfrutar del éxito financiero que tenemos hoy. Sabíamos que teníamos que mantener nuestro dinero trabajando para adquirir más y más activos.
Una vez que nuestro dinero fue suficiente para adquirir un activo, lo volvimos a emplear para conseguir otro. La estrategia que usamos para mantener nuestro dinero en movimiento y acumular activos es accesible para casi cualquier persona.
Uno de nuestros primeros planes para poner en movimiento nuestro dinero fue comprar una propiedad de alquiler y, en un año o dos, pedir prestado nuestro pago inicial y comprar otra propiedad de alquiler. Así, seguimos el consejo de mi padre rico sobre usar el dinero como si fuese un perro cazador.
Como puedes notar, Kim y yo pedimos dinero prestado para invertir. La persona promedio usa el capital de la deuda para pagar una deuda mala.
La deuda mala es aquella que no genera activos sino pasivos, como las tarjetas de crédito.
2. ¿Quién trabaja más duro —Tú o tu dinero?
Una de las razones por las que la gente trabaja tan duro toda su vida, es simplemente porque se les enseñó a hacer eso en lugar de usar su dinero para tal fin.
Cuando la mayoría de la gente piensa en invertir, muchos simplemente depositan su dinero en una cuenta de ahorros o en una cuenta de retiro, mientras continúan con su vida de arduo trabajo. Mientras trabajan, esperan que su dinero también lo haga.
Luego, cuando ocurre algo como una crisis financiera, ese dinero se diezma y la mayoría de la gente termina perdiéndolo por no asegurarlo.
Tu dinero debería trabajar más duro a través del apalancamiento.
El apalancamiento consiste simplemente usar la deuda para comprar activos en lugar de tu propio dinero.
Los ricos utilizan la deuda buena para invertir en activos que generan cash flow. Este es un concepto fundamental en la filosofía de mi padre rico y una señal de alta inteligencia financiera. Al utilizar la deuda buena, puedes aumentar drásticamente tu retorno sobre la inversión (ROI), e incluso puedes lograr retornos infinitos.
Debido a esto, tienes dos opciones cuando encuentras una inversión que vale la pena: usar tu propio dinero o usar el dinero de otras personas. Si estructuras bien el trato, cuanto más puedas utilizar el dinero de otras personas, mayor será tu rendimiento.
Mucha gente piensa que si pensamos en que la gente te daría dinero para invertir, estamos en un mundo de fantasía pero eso no podría estar más lejos de la verdad. La realidad es que la mayoría de la gente no tiene tiempo para encontrar buenos negocios. Es por eso, que confían en personas con la educación financiera adecuada, el conjunto de habilidades y el impulso para lograr participar en ellos.
3. ¿La octava maravilla del mundo?
Hay una razón por la que los bancos recomiendan el ahorro como un hábito cuando eres joven. Si comienzas joven, es más fácil ser rico. Existe una diferencia asombrosa entre una persona que comienza a ahorrar a los 20 años y una persona que comienza a los 30. Una de las maravillas del mundo es el poder del interés compuesto.
Se dice que la compra de la isla de Manhattan es una de las mayores gangas de todos los tiempos. Nueva York se compró por USD 24. Sin embargo, si esos USD 24 se hubieran invertido al 8% anual, habrían valido más de USD 28 billones en 1995. Manhattan podría recomprarse con el dinero sobrante de una adquisición de gran parte de Los Ángeles.
Supongamos que depositas USD 10.000 en un certificado de depósito (CD) en el banco. Supongamos también, que la tasa de interés que ganas es del 5%. Después del primer año, habrás ganado USD 500.
Ahora, digamos que dejas los USD 500 en el banco. Ahora tienes USD 10.500 en este. La tasa de interés del 5% se aplica tanto a los USD 10.000 originales como a los USD 500 de interés que ganaste durante el año anterior. Entonces, en el segundo año, ganarás USD 525 de interés. Los USD 25 adicionales en el segundo año son el interés que ganaste sobre el interés del primer año: interés compuesto.
El interés compuesto es importante. También debería quedar claro que es una forma bastante lenta de generar riqueza.
Pero si combinas las tres estrategias, puedes generar un gran patrimonio agregando velocidad a tu interés compuesto al utilizar el dinero de otra persona.
¡Actúa con inteligencia!
Robert Kiyosaki
Para El Inversor Diario
Autor del best-seller Padre Rico, Padre Pobre, y una quincena de otros libros, es uno de los mayores gurús de las finanzas personales del mundo. Gracias a una alianza con Rich Dad Latino, en Inversor Global nos enorgullecemos de presentar Plan de Retiro Soñado, el único servicio donde Robert revela acciones puntuales para comprar y vender, y Súper Acciones Millonarias y Cash Flow semanal.