El miedo puede paralizar a las personas más fuertes e inteligentes. Cuando se trata de libertad financiera, hay mucha gente que prefiere no dar el siguiente paso solamente por el miedo a fracasar. Hoy hablaremos sobre cómo enfrentar los miedos que te están frenando.
Estimado lector:
¿Cómo puede ser que haya personas que superan con éxito sus miedos mientras que otras dejan que sus miedos se apoderen de ellos?
Un estudio del Daily Mail de 2000 adultos, realizado por Seddons Law Practice en el Reino Unido, encontró que, de las mujeres encuestadas, el 59% dijo que se divorciaría de inmediato si tuviera los medios económicos para hacerlo. Y los encuestados también indicaron que, en general, el 12 por ciento dijo que estaba en una relación sin amor y más de un tercio (35 por ciento) creía que su matrimonio se estancaría en un futuro cercano”.
Ahora, no estoy recomendando el divorcio para nadie. Lo que quiero decir es que demasiadas mujeres y hombres, en todo el mundo, permanecen en matrimonios poco saludables porque temen, entre otras cosas, no poder cuidar de sí mismas económicamente. Eso es perturbador.
La clave para superar este miedo es comenzar a educarse sobre el dinero. Obtener una educación financiera no es difícil. Sólo toma tiempo y algo de esfuerzo. Es muy factible. De hecho, yo preferiría estar arruinado temporalmente que ser miserable toda la vida. Por eso, si le tienes miedo al divorcio, o a tu dependencia de otra persona, entonces aumenta tu educación financiera.
No sería coraje si no tuvieras miedo.
El valor es el resultado de enfrentar tus miedos. Ya sea que seas un líder en tu familia, tu comunidad o tu país, es probable que te enfrentes a situaciones en las que mirarás el miedo a la cara y pondrás a prueba tu coraje y tu fuerza.
Pero entonces, ¿qué alimenta nuestros miedos? Lo que descubrí es que, para muchas personas, es el miedo a las consecuencias, al resultado. Casi siempre se desconoce el resultado de nuestras acciones y nuestra naturaleza humana es imaginar los peores escenarios… y tener miedo.
Creo que la mayoría de nosotros sabemos lo que tenemos que hacer. La pregunta es: ¿tenemos el coraje de aceptar las consecuencias? Si bien las consecuencias (reales o imaginarias) son diferentes para cada persona, algunas de las que veo son:
miedo a una pelea con un cónyuge o un ser querido
miedo a distanciarse de los amigos
miedo a estar arruinado
miedo a cometer un error
miedo a estar solo
Déjame contarte una breve historia:
Cathi es una emprendedora brillante y exitosa. Ha sido propietaria de su propia empresa de relaciones públicas durante 17 años. Mi esposa Kim y ella estaban hablando de inversiones un día y ella le dijo: “mi esposo y yo somos bastante conservadores cuando se trata de nuestras inversiones. Tenemos fondos mutuos, algunas acciones y cada uno de nosotros tiene su propio plan de retiro administrado”.
Ella continuó: “me gusta hacer mi tarea. Entonces, comencé a aprender sobre inversiones que parecen ofrecer un mejor rendimiento que el que obteníamos actualmente. Después de mirar varias opciones, decidí que quería invertir en un proyecto inmobiliario específico que se me presentó. Conozco a las personas que están organizando el proyecto y sus inversores están muy contentos con ellos. Analicé todos los pros y los contras del proyecto y decidí que esa era la inversión para mí”.
El audaz plan de Cathi era sacar su dinero de su plan de retiro, cuyo valor había bajado un 30 por ciento el año anterior, y poner el dinero en el proyecto de bienes raíces, que estaba en camino de entregar un 10 a 12% de retorno.
Cathi confesó: “sólo hay un problema. Mi esposo, Jack, considerará esta inversión e inmediatamente la resumirá como ‘demasiado riesgosa’”.
Más tarde, le contó a Kim cómo fue su conversación con Jack. “Me quedé allí esperando a que Jack entrara en erupción”, dijo. “Pero en lugar de eso, me miró desde su escritorio y dijo con escepticismo: ‘está bien, si eso es lo que quieres hacer’. Casi me caigo. Todo ese miedo y preocupación, preparándome para una gran pelea… y nada de eso sucedió”.
Verdad o consecuencias
A menudo nos envolvemos tanto en imaginar la peor consecuencia posible y convencernos de que sucederá lo peor, que no hacemos nada. La realidad es que, el peor de los casos, rara vez se presenta.
Para que estés dispuesto a aceptar las consecuencias de cualquier posición que tomes, debe haber algo más importante para ti que las consecuencias potencialmente nefastas. Debe haber algo más importante para ti que lo que temes. Para muchas personas, lo más importante es su autoestima, defender lo que creen y ser fieles a sí mismos.
En definitiva, lo que digo es que las personas más fuertes son las que tienen convicción. Las personas que no quieren pelear, pero que tampoco tienen miedo de hacerlo si es necesario.
Hoy, los animo a seguir sus convicciones, contra viento y marea. Y eso comienza con la comprensión de que cada decisión que tomen tendrá consecuencias financieras e interpersonales. Pero no hay nada peor que vivir con otros cuando no puedes vivir contigo mismo. Elige por ti mismo y deja que otros decidan si quieren acompañarte en el viaje.
Pasos prácticos para enfrentar nuestros miedos, de frente.
Hace años, participé en un curso de supervivencia al aire libre que trataba sobre cómo manejar el miedo. Uno de los ejercicios requería que me subiera a la parte superior de un poste de madera, similar a un poste de teléfono, me pusiera de pie sobre él sin usar las manos y luego saltara y me agarrara a un trapecio que colgaba libremente en el aire.
Pensé que la parte más aterradora sería el salto, pero no fue así. Mientras subía al poste, agarrando y subiendo cada peldaño, pensé: “esto no es tan malo”. Eso fue hasta que llegué a la cima. Allí, el único lugar al que podían ir mis manos era la superficie plana superior del poste que medía unos pocos centímetros de diámetro.
El terror golpeó. Tenía dos manos en la parte superior del poste y mis pies estaban en los dos peldaños de abajo. El paso más aterrador de todo el ejercicio fue, sin manos, quitar el pie del peldaño superior y subirme al poste. Estaba paralizado. Después de lo que pareció una eternidad pegado en esa única posición, el instructor finalmente me llamó: “¿qué está pasando?”.
“¡Tengo miedo de moverme!”
“Esto no se trata de deshacerse de tu miedo”, dijo. “Se trata de aprender a manejar tu miedo cuando surge. Sólo da el siguiente paso”.
A partir de ahí, terminar el ejercicio no fue fácil, pero me recordaba a mí mismo que debía dar el siguiente paso. Cuando llegué al final, mi instructor se acercó a mí y me dijo: “¿recibiste la lección?”.
Todos tenemos miedos
En mi experiencia, la diferencia entre los inversores exitosos y los promedio es la capacidad de superar el miedo, simplemente dar el siguiente paso.
La realidad es que todos tenemos miedos. Cuando se trata de invertir, a menudo nos adentramos en lo desconocido. Puede que no tengamos la experiencia. Ciertamente no tenemos todas las respuestas. Ningún inversor las tiene. Entonces, la curva de aprendizaje es empinada. La probabilidad de cometer errores es alta y estamos jugando con dinero real, lo que siempre agrega un poco de dramatismo.
El miedo puede venir en muchas formas. Puede ser el miedo a perder dinero o a cometer errores. Uno de los mayores temores es el de terminar como un vagabundo en las calles, arruinado y sin hogar.
Sea cual sea tu miedo, si está ahí, admítelo. Sácalo afuera y piensa cómo puedes vencerlo yendo paso a paso.
¿Cuál es tu próximo paso?
Una forma de reducir el miedo, por supuesto, es a través de la educación y la experiencia, el proceso de dar el siguiente paso.
Cuanto más aprendas y sepas sobre una determinada inversión, más seguro estarás con tus decisiones. Cuantas más inversiones poseas, más seguro de ti mismo y más informado estarás. El miedo jugará un papel menor con cada inversión.
Puede ser que ahora estés en un momento cumbre y puede que estés paralizado por el miedo, preguntándote si podrás subirte a ese poste y saltar a lo desconocido. Si es así, entonces ahora es el momento para tu próximo paso.
¿Avanzarás o retrocederás?
Hoy es tu día para convertir tu miedo en un activo.
¡Actúa con inteligencia para conseguir tus objetivos!
Robert Kiyosaki
Para El Inversor Diario
Autor del best-seller Padre Rico, Padre Pobre, y una quincena de otros libros, es uno de los mayores gurús de las finanzas personales del mundo. Gracias a una alianza con Rich Dad Latino, en Inversor Global nos enorgullecemos de presentar Plan de Retiro Soñado, el único servicio donde Robert revela acciones puntuales para comprar y vender, y Súper Acciones Millonarias y Cash Flow semanal.