Estaría terminando la corrección de su precio. Volvería a subir de la mano de las novedades que promuevan su uso y derriben las prohibiciones.
El mercado siempre está en la vanguardia.
Es como esas personas que escuchan las bandas musicales que traen los sonidos novedosos de la época. Y solo lo hacen cuando la banda en cuestión está en sus comienzos y es poco conocida. Cuando ésta gana popularidad, rápidamente deja de gustarles. Le dan la espalda y hasta la critican por su masividad.
El mercado se mueve por expectativas y anticipa los hechos a través de los precios
Si hay un bien que va a ser muy útil o va a retribuir grandes beneficios en el futuro, mejor comprarlo hoy. Si esta opinión se difunde, cada vez más personas quieren comprar este bien y hacen que suba su precio. Una vez que se concretan las expectativas, el precio del bien ya incorporó los beneficios que retribuirá y detiene su suba y deja de ser negocio comprarlo.
Por lo tanto, el mercado es el futuro. Un viejo dicho en el trading expresa: “Dime los gráficos y te diré las noticias”.
Lo vemos en la relación entre el Bitcoin y las noticias.
Mercado mata consensos
Al principio, muy pocos lo conocían. Solo lo seguían quines estaban en el mundo de la programación, la ciberseguridad, los algoritmos y el comercio por internet.
Muchos desconfiaban del Bitcoin al no tratarse de una moneda física emitida por una entidad estatal, que para colmo no se puede ver ni tocar.
La cadena de registros blockchain era algo novedoso, pero a la vez confuso y sospechoso.
Sin embargo, con el paso del tiempo el Bitcoin fue teniendo mayor aceptación. Se difundió su uso en el comercio electrónico. Mucha gente empezó a ahorrar en Bitcoins. Y hasta algunos creyeron ciegamente en el futuro de esta criptomoneda e invirtieron miles y millones de dólares en ella.
Fue tal el entusiasmo generado por la moneda digital que su precio sufrió, nada menos, que dos burbujas financieras en sus once años de vida.
La primera en 2013, cinco años después de su creación, cuando pasó de valer centavos o unos pocos dólares a USD 1.200. En ese momento, que una moneda pudiera valer USD 1.200 dólares parecía un montón.
Y eso no fue nada en comparación con lo que siguió después.
A fines de 2017, Bitcoin llegó a cotizar en USD 20.000 en lo que fue la segunda y más recordada burbuja financiera.
En ambos casos la relación entre el Bitcoin, los medios y la opinión pública tuvo una dinámica similar. La moneda digital pasó de la desconfianza generalizada del principio, a la expandida aceptación. Y antes de que estallara cada una de las burbujas la opinión acerca de la criptomoneda era únanime.
Tanto académicos como especialistas sostenían que nada podía parar el precio del Bitcoin. John McAfee, un experto en ciberseguridad, pronosticaba que la criptomoneda podía llegar a valer USD 1 millón para fines de 2020.
Además, se decía que el blockchain sienta las bases para la tecnología del futuro. Y que “la gente cree que su dinero está más seguro en un sistema descentralizado y sin fronteras”.
Luego llegó a los medios masivos de comunicación. Y la opinión se volvió generalizada. Para fines de 2017, se veía en los diarios personas que se habían hecho millonarias por haber invertido en la criptomoneda. El que no tenía Bitcoins era un tonto. Todo el mundo pensaba que el Bitcoin era la inversión del futuro y que no iba a parar de subir.
Y cuando eso pasa, es el fin de la burbuja.
Para que su precio siguiera subiendo necesitaba incorporar nuevos operadores deseosos de comprar la divisa virtual. Pero ya no había. Todos estaban comprados.
La burbuja se quedó sin combustible y el precio del Bitcoin cayó 85% en poco más de un año, de USD 20.000 a USD 3.000.
Mientras ocurría la estrepitosa caída, la opinión generalizada se fue revirtiendo. Hubo mucha decepción y desilusión tras el estallido de la burbuja. Mucha gente vendió aceptando pérdidas enormes. Nadie quería los Bitcoins en diciembre de 2018.
El mercado se llenó de “vendidos”. Limpió a todos los que querían desprenderse de la moneda digital y estabilizó su precio en torno a los USD 3.200. Para ese entonces, el Bitcoin ya no estaba en la primera plana.
Fue ahí cuando volvieron los compradores al mercado e hicieron que el precio de Bitcoin se cuadruplicara en seis meses.
Conclusión: el mercado mata consensos. Cuando todos piensan que algo va a subir, baja. Y cuando todos creen que algo va a bajar, termina subiendo.
¿Cómo estamos hoy?
En los tiempos que corren no parece haber un consenso acerca de hacia dónde va el precio del Bitcoin.
Una encuesta hecha por el sitio Investing.com indica que el 61% de los usuarios cree que la criptomoneda va a subir, mientras que el 39% opina lo contrario.
Si ese casi 40% bearish cambia de opinión, el BTC nuevamente podría reemprender el ascenso hacia las “altas cumbres”. Las buenas noticias impulsarían su precio.
En los últimos cinco meses el Bitcoin recortó la mitad de la suba de su “resurrección”.
A diferencia de otras veces, el mercado está reaccionando muy positivamente a las buenas noticias.
Hace unas pocas semanas China sacó la minería de bitcoin de la lista de prohibiciones y el precio de la cripto escaló impulsivamente 25% en un día.
Fuente: Investing
En una tendencia alcista el precio sube más de lo que baja con el paso del tiempo. El gráfico nos muestra que el BTC tardó seis meses para cuadruplicar su precio y cuatro meses para corregir la mitad de la suba. El recorte de precio habría finalizado o estaría en sus últimas semanas.
El rango de los USD 8.500-9.000 actuales parece ser un buen precio de compra. Mientras surjan novedades que impulsen su uso y derriben las prohibiciones, el Bitcoin logrará convencer a ese 39% que hoy descree en él y su precio volverá a ser noticia por romper récords.
Hasta la semana que viene,
Bruno Perinelli
Para Inversor Global
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina. El Inversor Diario te permitirá acceder a información exclusiva sobre los mercados internacionales y podés suscribirte haciendo click acá.
Bruno Perinelli es licenciado en Economía (UBA) y tiene un posgrado de especialización en mercado de capitales. Con 12 años de experiencia operando acciones, monedas, commodities, bonos y derivados, es el jefe de Trading de Inversor Global y ha estado a cargo de tres servicios de análisis de trading. Actualmente participa como analista de mercados de Cash Flow Semanal y Súper Acciones Millonarias, y publica regularmente consejos de inversión en Mercado en 5 minutos y El inversor diario.